Donde empieza y donde termina la musica progresiva? Es una pregunta que
admite, quizas, tantas respuestas como adeptos al genero hay. Mucho se habla
y se discute sobre el tema, pero las fronteras siguen siendo borrosas y
subjetivas. Considerandolo con la mayor amplitud posible, me gusta pensar
que progresiva es toda aquella musica que se realiza anteponiendo el sentido
artistico al comercial y cuyos limites estan marcados, esencialmente, por el
buen gusto, el talento y la riqueza instrumental. El campo a abarcar es
entonces muy extenso, y bien puede ir desde el folk celta mas trabajado
(Clannad o Loreena McKennitt, por ejemplo) hasta el heavy metal elaborado
(Rhapsody o Therion). Precisamente en este ultimo grupo se ubica Nightwish.
El ultimo disco de esta banda finlandesa, Century Child (2002), es un
trabajo en el que la tipica guitarra metalera esta presente -aunque no
abunda, afortunadamente- y la bateria suena furiosa, pero no chocante. La
belleza del disco esta en las buenas melodias, las orquestaciones
(magnificas), los coros y -principalmente- la voz de Tarja Turunen. Esta
cantante resume en su voz la claridad de Annie Haslan, la dulzura de Sally
Oldfield y la delicadeza de Magdalena Hagberg (vocalista de Par Lindh), y
solo por escucharla cantar valdria la pena la compra del cd. Aun cuando en
algun momento se hace presente (brevemente por cierto) la amenaza
estrictamente metalera en el sonido de la banda, emerge la voz angelical y
el resto pasa a segundo plano. Si bien todos los temas del disco son buenos
y el nivel siempre es parejo, el track 10 (The Beauty of the Beast) es el
mas destacado. En lineas generales, Century Child es una buena opcion para
todos aquellos oidos progresivos abiertos a los sonidos mas "pesados"
y, especialmente, aquellos que disfruten con los trabajos de
Rhapsody estaran encantados con este album de Nightwish, de similar
estilo al de los italianos aunque mas lirico y menos pomposo.
En www.nightwish.com , la pagina oficial de estos finlandeses, se pueden
escuchar algunos fragmentos de Century Child.
Saludos desde Argentina.
marcelo olivera
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