Temas
- Entrance of the Judges / Malleus Maleficarum
- De Prestigiis Daemonum
- Heretik (Part IV)
- Ad Judicium
- Moral Values (Part II)
Integrantes
- Guy LeBlanc: teclados, voz
- Claude Prince: bajo
- Marc Spenard: guitarras
- Daniel Lacasse: bateria, percusion
Colaboradora: Natasha LeBlanc (coros en 5)
Una voz sobriamente solemne anuncia la entrada de los jueces para que el
acusado, los abogados, jurados, funcionarios, y demas presentes se pongan de
pie. Con este anuncio se inicia “The Trial”, el disco que conforma el
segundo volumen de la serie “Heretik”, un concepto multipartito concebido
por Guy LeBlanc, fundador y lider de Nathan Mahl. Lo que sigue es un festin
progresivo de una impresionante espectacularidad sinfonica, donde el boato y
la fastuosidad extienden sus multivalentes coloridos a traves de todo el
repertorio, llenado de esplendor cada segundo de cada tema. Ya en esta fase
de su carrera Nathan Mahl ha disminuido el factor jazzero que en sus inicios
habia jugado un rol bastante importante en la definicion de su sonido
propio. Ahora el sinfonismo, con toda su inherente rimbombancia, se
convierte a la vez en la base y la columna vertebral de la linea artistica
abierta por el grupo. Las composiciones de LeBlanc y su rol destacado como
tecladista instauran el ritmo, la estructura, los ambientes y las formas
exteriores de la pomposidad progresiva de la vieja escuela. Su estilo como
teclista inscribe un nucleo esencial para el sonido global de Nathan Mahl,
dada su posicion de liderazgo. En cuanto a su manera de manejar las cortinas
y exhibir sus solos, se puede notar que sus mayores influencias provienen de
Moraz, Bardens y Watkins, con un gesto un tanto a lo Wakeman en lo referente
a las elaboradas ornamentaciones orquestales. Menciono todas estas
referencias mas que nada como puntos de referencia para esta descripcion, no
para insinuar que LeBlanc es un ‘compilador eclectico’ de ideas ajenas o
algo parecido.
El tema de apertura ‘Entrance of the Judges / Malleus Maleficarum’ funciona
como un manifiesto inicial de la ideologia musical a ser practicada aqui:
innumerables motivos hilados en una secuencia inteligentemente armada,
fluidas variaciones de ambiente, compases inusuales la mayor parte del
tiempo, diestras performances individuales e intensos dialogos mutuos,
absorbentes cortinas y armonias de los teclados, impresionantes solos de
guitarra y teclado, una seccion ritmica solida... en pocas palabras, todo lo
que puede soñar el tipico aficionado al prog. Pero ojo, no se trata
solamente de una exhibicion de dominio tecnico y talento practico, sino ante
todo una exhibicion de una belleza creada y recreada con desafiante
esplendor, algo que requiere un alto nivel de concentracion de parte del
oyente para que cada componente de la partitura sea debidamente apreciado.
Tras una pieza tan extensa y ambiciosa, el resto del repertorio corre el
riesgo de palidecer seriamente en la comparacion; sin embargo, a pesar de no
llegar a igualar la magnificencia del tema en cuestion, las demas piezas no
llegan a ser propiamente opacadas. ‘De Praestigiis Daemonum’ comienza con
una secuencia fuerte de duros riffs y contrapuntos, hasta que poco tiempo
despues se torna en algo mas frontalmente melodico – en este sentido se me
vienen a la mente el Camel de principios de los 80s y HTM. ‘Heretik Part IV’
sigue por esta senda de transparencia melodica, incluso explorando esta
senda con una mayor profundidad: incluye los mejores solos del guitarrista
Spenard que se contienen en este album, solos bastante potentes, en algunos
puntos incluso notablemente hard, pero sin perder la ilacion melodica
pautada por la partitura. Es increible como el ensamble se las arregla para
explayarse en sus inquietudes sinfonicas sin que nunca llegue a desbordarse
en dosis innecesarias de fastuosidad; la pomposidad siempre aparece en este
disco en las dosis adecuadas. ‘Ad Judicium’ nos brinda las partes mas
asperas del disco, con un Spenard que una vez mas sale a ocupar el rol
protagonico con una recurrencia notoria: la banda complementa la potencia
vertida en las partes de guitarra y teclado con una base ritmica que apela a
la onda jazz-rock. El tema de cierre, ‘Moral Values Part II’, condensa la
fastuosidad evidente del primer tema y la claridad melodica mas frontal
expuesta en ‘De Prestigiis Daemonum’ – el final etereo, completado por el
dulcemente poetico canto de Natasha LeBlanc, crea un muy agradable ambiente
de relajacion y evocacion mientras va paulatinamente desvaneciendose. Asi
concluye “Heretik Volume II. The Trial”, una de las joyas sinfonicas mas
prominentes del nuevo milenio.
Cesar Mendoza
|