Temas
- Procession
- The Story in Your Eyes
- Our Guessing Game
- Emily’s Song
- After You Came
- One More Time to Live
- Nice to Be Here
- You Can Never Go Home
- My Song
Integrantes
- Justin Hayward: guitarras, sitar, mellotron, piano, moog, percusion, voz
- John Lodge: bajo, guitarra acustica, percusion, cello, voz
- Mike Pinder: teclados, mellotrones, moog, percusion, guitarras acustica,
cello, voz
- Ray Thomas: flautas, saxo soprano, percusion, voz
- Grame Edge: bateria, percusion, moog, voces adicionales
Tras realizar un disco de contenido principalmente acustico como fue ‘A
Question of Balance’ (otro gran exito comercial para la banda), The Moody
Blues regreso a la investigacion en los teclados, especialmente porque
sentian una curiosidad por las posibilidades que el moog podria traer para
el enriquecimiento de su sonido grupal. El mellotron sigue siendo el teclado
principal, y aun la guitarra electrica esta a cargo de los solos, pero
ciertamente el empleo del moog, por discreto que sea, permite incorporar
colores interesantes dentro de la vertiente melodica queTMB siempre han
infectado en sus canciones.
‘Procession’ es un collage cuasi-historico donde se hace un repaso a ciertos
momentos claves de la historia de la musica, desde las percusiones tribales
primarias (hechas con moog), hasta el esplendor del impresionismo, pasando
por lo hindu, el folk acustico, el barroco, el romanticismo. La explosion
sonora final de esta procesion se engarza con los primeros acordes de
guitarra electrica y acustica de ‘The Story in Your Eyes’, el tema gancho
del disco: efectivo, no muy largo, comerical pero sin caer en la
trivialidad. Mas bonito me parece la semi-balada compuesta por Thomas, ‘Our
Guessing Game’, un tema que lidia con los conflictos de pareja con una
sobriedad aportuna. Los dos siguientes temas tambien estan muy bien armados,
pero en l personal no me llaman mucho la atencion: ‘Emily’s Song’ es una
cancion de cuna que Lodge dedica a su primera hija, por entonces recien
nacida, y ‘After You Came’ nos devuelve al beat de la segunda mitad de los
60s: el mayor merito de esta cancion esta, en mi opinion, en los bien
armados juegos corales entre Hayward, Lodge, Thomas y Pinder, asi como en el
solo de guitarra final.
Es en la secuencia de los cuatro ultimos temas donde encontramos lo mas
logrado de este disco. ‘One More Time to Live’ (el otro single de este
disco) es una cancion de tono pacifista-existencialista, basado en lineas
melodicas atractivas, arregladas de forma compacta tanto en lo instrumental
como en lo vocal. ‘Nice to Be Here’ es una cancion jovial de corte jovial:
su ingenuidad pastoral, lejos de sonar tonta, resulta entrañable, e incluso
contagiosa para quien escribe. A contrapunto, Hayward nos ofrece una balada
mas vulnerable: ‘You Can Never Go Home’ destila un sentimiento de soledad,
no del todo oscuro, pues los arreglos acusticos y la presencia medida de la
guitarra electrica y el mellotron impiden caer en el melodramatismo. El tema
final es el mas largo, y es en este donde si se da un desborde sentimental
que destila un pesimismo desnudo. Compuesto por Pinder, tambien se trata de
un manifiesto pacifista-existencialista, pero sin esperanza de redencion (a
diferencia de ‘One More Time...’). El tono decididamente sombrio de este
tema alcanza sus cumbres epicas en el interludio instrumental/coral,
magnificamente resuelto a base de arreglos de mellotron, flauta, una
guitarra electrica espartana y genuinamente expresiva, un denso arreglo
coral, e incluso algunas cortinas y efectos de moog, propicias para mantener
el clima de pesimismo.
En fin, otro pico creativo dentro de la trayectoria de The Moody Blues, una
de las bandas mas populares del movimiento progresivo por aquel entonces.
Ciertamente no estan entre los mas desafiantes ni vanguardistas del genero,
ni tampoco sus composiciones se distinguen por ser prodigiosas amalgamas de
hipermelodiosidad ni estructuras ritmicas complejas... pero su fidelidad al
formato de cancion, creo yo, no le resta meritos a su mejor material dentro
de la historia dle prog sinfonico, particularmente en un disco como ‘Every
Good Boy Deserves Favour’.
Cesar Mendoza
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