Temas
- Prelude a l’Escapade
- Le Fantome de Galashiels
- Voyage vers l’Infini
- Les Vielles Pierres
- Le Colporteur
- Petit Homme de la Terre
Integrantes
- Dominic LeGuennec: voz, flauta, saxo soprano, percusion
- Jean-Paul Pierson: teclados, guitarra, coros
- Christian Gallas: guitarra, violin
- Jean-Luc Martin: bajo
- Francis Poulet: bateria, percusion, coros
- Gilles Solves: guitarra electrica y acustica
Este fue el disco debut de Mona Lisa, una de las mas notables bandas
francesas cultoras de la linea iniciada por Ange: la huella del Genesis de
“Trespass” y el Pink Floyd de inicios de los 70s tambien juegan un
importante rol en el nacimiento del sonido Mona Lisa. De hecho, este disco
porta una pesada carga hereditaria del Ange primigenio (esos inquietantes
claroscuros de “Le Cimitere des Arlequins”), y el hecho de que el
guitarrista de Ange Jean-Michel Brezovar sea el productor de “L’Escapade”
ayuda mucho a reafirmar esta herencia. El manejo de climas densos, el uso de
cantos notablemente teatralizados y el juego de arreglos asperos sobre bases
melodicas sencillas son los elementos primordiales que nos remiten la senda
marcada por sus “mentores”, aunque incluso en este disco debut se nota que
los muchachos de Mona Lisa tienen ambiciones mas pronunciadas a la hora de
componer. El organo Hammond de Pierson, al encargarse de delinear y dirigir
los nucleos melodicos de los temas, asume el protagonismo en la mezcla de
los aportes instrumentales. Con todo, hay una falla grave que emerge
reiteradamente a lo largo del disco, y es el hecho de que la fuerza
necesaria en los momentos mas explosivos no logra cuajar completamente: es
claro que no hay falta de talento lo que gravita aqui, sino una
complementacion mas fluida entre los musicos. Tambien hay que tener en
cuenta que ocurrio un cambio en la posicion del guitarrista durante la ardua
labor de grabacion, por lo que aparecen dos nombres en ese lugar dentro de
la lista de integrantes.
El disco comienza con una bella pieza instrumentat ltitulada ‘Prelude a
l’Escapade’, la misma que esta marcada por la guitarra acustica y la flauta,
creando un evocativo matrimonio sonoro entre lo bucolico y lo barroco; luego
viene un ruido semejante al de alguien que camina pesadamente para salir de
una cueva o tunel mientras en las afueras soplan vientos borrascosos y con
una claridad creciente se oyen unas gaitas tocando ‘Amazing Grace’. Se trata
del comienzo de ‘Le Fantome de Galashiels’, un tema solemne y sombrio que en
buena medida funciona como un manifiesto de la linea general del disco. La
intensidad sube un poco con ‘Vouage per l’Infini’ y ‘Les Vielles Pierres’.
El primero es un tema pegadizo muy a lo Ange, donde se cuelan algunos
atractivos interludios de tono pastoral; por su parte, el segundo explora la
dimension sinfonica con mayor fruicion – mencion especial para la simpatica
introduccion de caja musical bsada en el ‘Pour Elise’ de Beethoven. Es, en
mi humilde opinion, en la secuencia de los dos ultimos temas donde se
encuentra la mejor mitad de “L’Escapade”: ‘Le Colporteur’ y ‘Petit Homme de
la Terre’ son las piezas mas ambiciosas del disco, llegando a picos
expresivos que los temas anteriores solo alcanzaban a anunciar. La segunda,
con sus 12 minutos de duracion, contiene la secuencia mas diversa de motivos
y ambientes. La edicion de Musea contiene dos bonus tracks, provenientes de
un demo del año 1973: se trata de ‘Diableries’ y una version primigenia y
mas breve de ‘Les Vielles Pierres’. La gracia de ‘Diableries’ reside
esencialmente en ser un anticipo de la onda sombria y distante que habra de
ser explayada al año siguiente en el presente disco.
En suma, “L’Escapade” no llega a ser en si mismo un disco esencial dentro de
la historia del prog sinfonico de los 70s, pero no esta exento de virtudes
artisticas, y ademas, sirve como un fiel documento del inicio de la
maduracion estilistica de Mona Lisa.
Cesar Mendoza
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