Temas
- Boty (9:57)
- ÄŒajovna (4:01)
- SklÃ!danka (5:49)
- ZtrÃ!ty a NÃ!lezy (5:12)
- Hypertenze (12:30)
- Armageddon (6:22) [bonus track]
- Clara (4:13) [bonus track]
Integrantes
- Radim HladÃk: guitarras
- Vlado ÄŒech: baterÃa
- Josef Kůstka: bajo, canto
- LeÅ!ek Semelka: teclados, canto
Colaboradores – Martin Kratochvil (piano), Jiřà StivÃn (flauta, saxo)
Modrý Efekt es una de las bandas provenientes de la antigua Checoslovaquia que
mÃ!s sulene destacarse en los manuales de historia del rock progresivo y el
art-rock. Por lo que sabemos, la lÃnea del jazz-rock ha sido la mÃ!s
recurrente dentro de la modesta pero altamente creativa escena progresiva del
antiguo paÃs. Si Fermata es la mÃ!xima expresión de la zona que ahora estÃ!
autodeterminada como Eslovaquia, Modrý Efekt resulta uno de los exponentes
mÃ!s notables y potentes de la zona correspondiente a la República Checa.
“Modrý Efekt & Radim Hladik†es el nombre del quinto trabajo de estudio de
la banda, y ealmente su tÃtulo es muy inverosÃmil: da a entender que un tal
Radim Hladik aparece como invitado especial, cuando en realidad se trata del
fundador, guitarrista y principal compositor de la banda. Cosas raras de la
vida... en fin...
Durando casi 10 minutos, ‘Boty’ abre el disco con un breve torbellino
sintetizado cósmico que muy pronto abre camino para el motivo central, potente
y filudo, sin dejar de ser claramente definido en su vibración melódica. Esta
exhibición de jazz-rock con un fuerte peso progresivo vehiculiza a la
perfección el deseo del ensamble por crear y manejar cambios ambiente y ritmo
con total soltura. Las partes mÃ!s frenéticas se focalizan abiertamente hacia
un predominio de la guitarra, mientras que el interludio mÃ!s lento se abre a
un viaje psicodélico bastante medido, el mismo que incluye un bonito solo de
flauta a cargo de un invitado. La sección rockera que comienza poco antes de
llegar al sexto minuto tiene una potencia electrizante que nada tiene que
envidiar a Led Zeppelin o a Deep Purple en sus momentos mÃ!s pletóricos. El
omnipresente Hladik sabe reciclar muy bien las influencias de Hendrix, Akkerman
y Page dentro de su propia personalidad; también hay un lisérgico solo de
órgano que se explaya fogosamente en las notas agudas con efecto
distorsionado. Tras este frenesà de hierro y fuego sigue el melancólico
‘Čajovna’, una pieza con polenta bien definida a contrapelo con el preciso
esquema melódico y su compÃ!s lento – algo muy a lo Finch y/o Focus resuena
como referencia para describir el esquema sonoro aquà expuesto.
‘SklÃ!danka’ inicia la segunda mitad del disco con un vigoroso despliegue
de incandescente energÃa, instalando una poderosa mezcla de jazz-rock y heavy
prog: como siempre, los guitarreos salen al frente para brillar a su antojo a
través de los jams. Una mención especial va para el flautista invitado, quien
logra cabalmente que su instrumento se destaque en medio del vendaval en los
momentos donde aparece. ‘ZtrÃ!ty a NÃ!lezy’ comienza de una manera mÃ!s
hipnótica, con una guitarra acústica que marca las armonÃas de base mientras
que una secuencia de múltiples guitarras eléctricas sobregrabadas desarrolla
etéreos fraseos psicodélicos. El cuerpo central se
enmarca en una pauta rÃtmica lenta, desde la cual el grupo puede rendir debida
cuenta de su sentido lÃrico sin renunciar a su particular potencia sonora.
‘Hypertenze’ ocupa los últimos 12 ½ minutos del repertorio oficial de
este disco – es un ejercicio de jazz-rock enfrascado en un sólido jam en
clave alternada de rock duro y funk, muy a lo Mahavishnu. Elementos tales como
los complejos serpenteos de bajo y el empleo ocasional de efectos cósmicos al
sintetizador añaden matices de gran calibre a la excursión que Hladik dirige
con suma prestancia. La sección final es una letanÃa cautivante adornada con
vuelos de saxo altamente neuróticos.
La edición digital de este disco contiene dos bonus tracks: ‘Armageddon’,
que es un tema cantado claramente orientado hacia la psicodelia hard, portando
un cierto parentesco con Trettioariga Kriget; ‘Clara’, grabado en vivo, el
cual exhibe una peculiar mezcla de rock duro y beat que funciona realmente bien
a la hora de establecer un gancho llamativo. De este modo concluye este CD que
recomiendo enormemente a los genuinos coleccionistas progresivos siempre
abiertos a las amplias posibilidades de hallar tesoros musicales de gran
factura desde paÃses poco comunes en el estÃ!ndar progresivo.
César Mendoza
|