Temas
- Amanecer
1) Crepusculo
2) Amanecer
- Mañana
1) Aires Nuevos
2) Mañana
- Atardecer
- Noche
1) Noche
2) Epilogo
3) Crepusculo
Integrantes
- Diego Aburto: piano, sintetizadores
- Marcelo Stuardo: bateria, percusion
- Claudio Cordero: guitarras
- Inti Oyarzun: bajo, voz
Una vez que el grupo chileno Matraz ha cosechado una buena serie de elogios
con su segundo disco “Gritare”, es oportuno pasar revista a su pasado
inmediato, el mismo que dio como fruto a su disco debut “Tiempo” con una
formacion original ligeramente distinta a la que actualmente opera.
Iniciado como un cuarteto casi instrumental, Matraz, ya desde sus tiempos
seminales, establecia una compleja onda musical en la que el progresivo
sinfonico clasico (a lo Yes y ELP), el metal prog, la fusion y el neo-prog
confluian en una amalgama sonora tan multicolor como atractiva. Este disco
debut es conceptual, basado en las diversas partes del dia a partir de
poemas de Gabriela Mistral. Las piezas 1, 2 y 4 son sendas suites
progresivas en las cuales el grupo establece manifiestos estilisticos claros
y directos: la versatilidad y la pomposidad exigidas en estos casos son
manejadas con bastante nervio y oficio por los cinco musicos. Dentro de sus
ambiciosos confines – cada una de estas suites oscila entre los 10 y 13
minutos de duracion – el ensamble agrupa secuencias de diversos motivos con
total conviccion. A veces el sentido de cohesion no se halla del todo
logrado, pero ciertamente, la mayor parte de las veces la amalgama
compositiva se siente exitosamente fluida. “Amanecer” da inicio al disco de
forma emblematica, encarnando a la perfeccion la ideologia artistica del
grupo. Mi favorita de estas tres suites es la segunda, “Mañana”, la misma
que comienza con un hermosa secuencia fusionesca basada en la interaccion
entre el piano y la marimba, para luego llevar al oyente a un paseo radical
lleno de diversidad y sofisticacion. Es en la ultima suite, “Noche”, donde
se expresa de forma mas recurrente la faceta agresiva del sonido
multivalente de Matraz. “Atardecer” es la pieza mas breve: sus 4 ½ minutos
estan ocupados por etereos acordes de guitarra electro-acustica que
constantemente se van retroalimentando con los ecos del propio instrumento,
mientras que el canto emotivo del bajista Oyarzun da cuenta del paralelo
entre la llegada del atardecer y el flujo mismo de la vida. Se trata de un
oasis de candida belleza en medio del intenso boato vertido en las suites.
Bueno, puedo decir que este disco “Tiempo”, a pesar de no contener
exactamente el mismo nivel de cohesion que “Gritare”, pone muy en claro que
Matraz fue un grupo que ya nacio maduro, tanto en lo que se refiere a su
operatividad instrumental como a la claridad de ideas relativas al camino
musical a seguir. Se trata de un disco que no decepcionara para nada a los
que ya conocen al grupo, ni tampoco a aquellos que quieran investigar
seriamente en lo que la escena rockera sudamericana ha venido haciendo por
el genero progresivo en los ultimos años, especialmente en el terreno
sinfonico.
Cesar Mendoza
[Dedico esta reseña a mis padres Cesar y Aurea, quienes acertaron
tremedamente con este excelente obsequio musical navideño]
|