Temas
- Le Gau Marvin
- La Fin de l’Histoire
- Les Foilleries
- Les Epinettes
- Mambo Chant
- Douce-Amere
- Le Gros Roux
- Au Clair de la Prune
- 11 Juillet
- Time Square
Integrantes
- Alain Bergeron: flautas, saxos, piccolo
- Vincent Langlois: teclados
- Denis Lapierre: guitarras
- Yves Leonard: bajo
- Paul Picard: vibrafono, percusion
- Gilles Schetagne: bateria, percusion
Colaboradores ocasionales en cuerdas y saxo soprano.
Despues de grabar dos hermosos discos, pletoricos de densidad expresionista
a partir de la masiva incoporacion de elementos academicos, el genial grupo
quebequense Maneige opta con su tercer disco ‘Ni Vent... Ni Nouvelle’
establecer un giro hacia los senderos del jazz fusion, sin perder un apice
de su fineza interpretativa y su magia academica. La densidad baja bastante,
en beneficio de una apuesta por una musica mas colorida y vibrante... pero
ojo, no necesariamente mas complaciente. Es un hecho que la labor
composicional se complace en fundar melodias y armonias mas amables y
accesibles, pero tambien es verdad que se mantiene un riguroso sentido de la
sofisticacion en los arreglos, por lo que no se puede decir propiamente que
Maneige comienza a hacerse ‘comercial’. En muchos aspectos, lo que hace el
grupo con este disco es establecer una apertura a los recursos musicales que
ya sus compatriotas de Sloche y Et Cetera habian estado postulando (bajo la
influencia comun de Gentle Giant y el jazz fusion norteamericano). Tal como
una vez me indico un buen amigo, tambien fan y excelso conocedor del
progresivo, este es el disco ideal para iniciarse en Maneige.
El breve tema “Le Gai Marvin” abre el disco con una vibracion alegre
moderada, no muy exaltada, hasta engarzarse con el siguiente, “La Fin de
l’Histoire”, que es tal vez el boton de muestra perfecto del tenor general
del disco (... a proposito, que magnifico arreglo de cuerdas...). Con “Les
Folleries” la cosa se pone mas intensa y colorida, tras lo cual “Les
Epinettes” nos envuelve en sus elegantes texturas, diseñadas para crear una
melodia hermosa y rebosante de contemplativa melancolia, a medio camino
entre lo renacentista y lo romantico – otra mencion especial al muy logrado
arreglo de cuerdas. La serenidad continua en el siguiente tema, aunque tal
como sugiere su titulo, presenta unas aristas muy sutilmente afiladas al
estilo del latin jazz: ello repercute en la (comedida) subida de intensidad
que se produce en los ultimos minutos.
La secuencia de los cuatro siguientes temas es la mas compacta de todo el
disco en lo que concierne a la conservacion de la linea artistica del disco:
especialmente me llama la atencion la sofisticacion y diversidad que tan
finamente se manejan en “Douce-Amere” y “11 Juillet”. Finalmente, “Time
Square” cancela el disco al modo de un simpatico postludio entre cabaretesco
y circense: un final adecuado para un disco que inspira en general un buen
animo. ‘Ni Vent.. Ni Nouvelle’ es, para decirlo en pocas palabras, una
muestra de exquisitez y pulcritud que brilla como una gema dentro de la
historia del progresivo: ciertamente, Quebec es un hervidero de ideas
frescas y excitantes.
Cesar Mendoza
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