Temas
- Babylonia Suite [a) Introduction ; b) New Babylonia 1 ; c) New Babylonia 2
; d) Last City b. c. 538 ; e) epilogue]
- Cariot
- Tower of Babel
- Festival
Integrantes
- Shiga Atsushi: órgano, piano, sintetizadores, mellotron
- Okada Yasushi: bajo
- Sugano Shiro: batería, percusión
Mahoujin fue un power trío progresivo japonés que supuso una voz pionera del
sinfonismo dentro de su país. Aunque una lectura de los créditos de los músicos
invita fácilmente a imaginar que Mahoujin ejecuta una proyección del esquema
sonoro de un ELP, en realidad el tipo de cadencia melódica que predomina en sus
composiciones nos recuerda más al sinfonismo espacial de Novalis, la calidez
estilizada de un Wakeman y la vibración cándida de un Greenslade.
La suite homónima ocupa la primera mitad del disco, exactamente un espacio de
21 ¼ minutos. El tipo de dinámica sinfónica del grupo se hace patente desde el
primer momento con ese liderazgo de capas amables y solos estilizadamente
juguetones que exhibe Atsushi, mientras que la dupla rítmica de Yasushi y Shiro
se explaya en un swing entusiasta y refinado. Así va el ambiente predominante
en la primera sección, hasta que la segunda sección nos muestra al grupo
pasando a un ambiente más lento y ceremonioso, con un talante más aproximado al
sinfonismo espacial de raigambre germánica (Novalis, Eloy). La tercera sección
regresa a la dinámica inicial, la misma que se refuerza con la siguiente,
siendo así que Mahoujin parece recrear al mejor Triumvirat pero con una mayor
dosis de polenta y una dupla rítmica más explícitamente elaborada. De todas
maneras, los solos de sintetizador son más fieles al molde de Wakeman que a los
de Emerson o Fritz. El epílogo de la suite consiste en un breve pasaje de
piano, melancólico y medianamente parco. ‘Cariot’ da inicio a la segunda mitad
del disco con una mezcla efectiva de Wakeman (etapa “World Record”) y el
Greenslade más jazzeado. ‘Tower of Babel’ ofrece un mayor ahondamiento en el
factor jazzero, siendo así que la dupla rítmica se explaya en una bien hecha
emulación del swing de Weather Report, mientras que Atsushi desarrolla capas de
teclado que nos pueden muy recordar a Novalis y, por qué no, al Bardens de
“Moon Madness”. Se trata de una idea muy interesante pero que se queda a medio
desarrollar con sus 3 ½ minutos de espacio: con una mayor extensión y una
explicitación más decidida de los teclados (adición de solos y una orquestación
más afanosa), podríamos haber tenido aquí a la gema absoluta del disco. En
fina, las cosas son como son y con ‘Festival’ llegamos al final de esta
experiencia melómana: se trata de lo más cercano a ELP que el grupo ha creado
en este álbum, debido principalmente al manejo pomposo de los fraseos y bases
armónica del órgano Hammond, pero el ensamble principalmente sigue
coherentemente la línea sinfónica que ya ha marcado el tránsito de todo el
repertorio hasta ahora.
“Babylonia Suite” es un buen ítem progresivo sinfónico proveniente de la escena
japonesa de los 70s – sin tratarse de una obra genial, tiene suficiente
atractivo melódico como para ser debidamente apreciado por el coleccionista. A
fin y al cabo, aquí hay un interesante anticipo del tipo de calidez melódica
que 10 años después más o menos hallaremos en discos de Midas, Mugen y Gerard
(etapa de cuarteto).
César Mendoza
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