Temas
- El Pájaro Y El Elefante (1:01)
- Vórtices (5:46)
- Doméstico Depredador (4:24)
- El Lenguaje Del Agua (1:14)
- Comparsa De Cronopios (6:02)
- Olhos De Linda Porter (1:16)
- Ritual De Fulanos (5:21)
- El Chango Y La Rana (1:12)
- Luna Perdida (5:27)
- La Oruga Y El Conejo (1:21)
- Parlamento Saurio (4:34)
- Carta Jurásica (1:19)
- Por La Puerta Trasera (3:56)
- ?Recuerdan A Lucy? (7:19)
- Réquiem (1:39)
Integrantes
- Ramsés Luna: saxos alto, soprano y tenor, clarinete, WX5, guitarra, voz
- Alejandro Vergara: guitarras eléctrica y acústica
- Eduardo Santos: Grand Stick, bajo sin trastes, Handsonic
- Hugo Hernández Chipa: batería
Colaboradores - Édgar Arrellín R. (diseño de audio), Wilfrido Terrazas (flauta
en 1), Alejandro Otaola (guitarra eléctrica en 4), Hugo Alfredo (surdo en 6),
Hugo Fernández (surdo en 6), Floriano Martins (texto y voz en 4), Carlos Alegre
(violín en 8), Iván Bringas (guitarra eléctrica expandida en 10), Ernesto
Mendoza (Theremin en 12), Rodrigo Frenk (acordeón en 15)
Luz De Riada es el nombre de un proyecto musical mexicano recién formado y que
está integrado por gente veterana en la vanguardia de su país: uno de ellos es
el vientista Ramsés Luna, quien hasta hace poco formaba parte de Cabezas De
Cera, y otro es Hugo Santos, bajista-stickista que ha formado parte de Saena y
ha colaborado en varios de los mejores discos que se han hecho desde la
avanzada mexicana en los últimos 20 años. El origen de la banda se dio en junio
de 2010. La misión que el grupo creó desde el punto de partida fue la de "crear
y narrar relatos sonoros", y dicha misión ha quedado perfectamente plasmada en
éste, su disco debut, "Cuentos Y Fábulas". El empaque del disco es muy bonito:
imita el formato de un libro empastado al modo antiguo. El librillo interior
explica los contenidos de los cuentos y fábulas imposibles para los cuales se
articularon las piezas del álbum al modo de "extensiones sonoras" de relatos
mayormente focalizados en las miserias desnudas u ocultas de la condición
humana y los designios intangibles del destino. Debido a esta concepción de
repaso de cuentos y fábulas, el repertorio sigue una ilación alternada de
interludios breves con otros temas de más extenso desarrollo. Vayamos al
repertorio mismo.
"El Pájaro Y El Elefante" es un preludio de saxos y flauta aplicado con mucho
nervio, logrando expresar la inquieta musicalidad de la naturaleza; de este
modo, se abre la puerta a la dinámica sólida y extrovertida de "Vórtices", tema
donde se desarrolla un timbre jazz-funky (a lo Brufod-Levin) alimentado con
aromas arábigos, alternando tempos de 7/8 y 4/4. Con "Doméstico Depredador", el
grupo explora un swing un poco más contenido a la vez que capitaliza el vigor y
el tenor heredados de la pieza anterior: se puede establecer ciertos paralelos
con la línea de trabajo realizada por Mar De Robles. "El Lenguaje Del Agua" es
un breve interludio de guitarra ubicado en un pasaje ambiental adornado con
psicodélicas emulaciones de ruidos de aves, el cual sirve para anunciar la
magnífica solemnidad de "Comparsa De Cronopios". Esta pieza permite a la banda
explorar terrenos serenos y contemplativos, a la vez que mantiene un bien
sostenido punche merced a la dinámica que impone la dupla rítmica. Los
guitarreos que se lucen en algún momento portan una esencia Frippiana en clave
jazzeada, algo que sirve bastante bien como contraparte a los apasionados
dibujos que establece Luna con el pincel de su clarinete. "Olhos De Linda
Porter" es un ejercicio abstracto de tambores tribales con fondo de un discurso
en portugués, una nueva aventura sónica minúscula antes de la emergencia de una
pieza de más meticuloso desarrollo: en este caso, se trata de "Ritual De
Fulanos", un tema contundente donde la banda explora los aspectos más vivaces
de su esquema musical, elaborando un colorido llamativo a través de una
cadencia consistentemente grácil. El carácter extrovertido de esta pieza sirve
como contraste de luminosidad frente a la grisácea sensación de misterio del
interludio precedente.
"El Chango Y La Rana" es un alucinado dueto de violín y saxo soprano cuya
amalgama de retazos sónicos anticipa en buena medida la vitalidad mágica de
"Luna Perdida", tema que explora matices fusionescos con una razonable dosis de
densidad, bien llevada sobre un compás predominante de 5/4. A pesar de que no
está exenta de enérgica expresividad, esta pieza está mayormente signada por
una delicadeza impecable, haciendo que suene ensoñadora a contrapelo de la
obvia sensualidad que ostenta tan coquetamente su cadencia rítmica. Y, por
supuesto, el canto realza el lirismo de la pieza oportunamente. El siguiente
interludio "La Oruga Y El Conejo" establece un bizarro juego de efectos
alrededor de un solo de cuerdas, lo cual sirve para reflejar un pequeño clímax
de puro surrealismo antes de que "Parlamento Saurio" se enfile hacia
sonoridades grisáceas dentro de un groove jazz-psicodélico producido con
iguales dosis de elegancia y muscularidad. "Carta Jurásica" es, cómo no=85 otro
interludio: esta vez se trata de una secuencia sombría, muy al estilo del
chamber-rock descoyuntado de Decibel. Se prepara así el terreno para la
emergencia de "Por La Puerta Trasera", tema que prosigue rotundamente por el
camino del prog-fusión muscular que ya ha signado profundamente a otras piezas
del repertorio: su aura de sofisticación es similar a la de "Vórtices",
mientras guarda creativas afinidades de raigambre psicodélica con "Carta
Jurásica". "?Recuerdan A Lucy?", con sus 7 minutos y pico de duración, es la
pieza más larga del álbum. Se trata también de la composición más ensoñadora,
jugando a alternancias entre atmósferas recargadas y otras sutiles en base a un
esquema armónico en 3/4: la presencia del canto femenino es esencial a la hora
de motivar imágenes de ensueño. "Réquiem" cierra el disco con un incontenible e
inconfundible aire sepulcral donde los retazos de guitarra, las capas de
acordeón y los piques de campana articulan una especie de procesión de lamento
y añoranza.
Todo esto fue "Cuentos Y Fábulas", un hermoso y vibrante conjunto de textos
sónicos progresivos que le vale a Luz De Riada un sitio privilegiado dentro de
la primera línea del rock experimental mexicano de nuestros días. !Y eso que el
grupo acaba de alzar viada desde su punto de partida! Solo nos queda recomendar
a los fans progresivos de todo el mundo que adquieran este ítem y que le sigan
la pista a Luz De Riada, un cuarteto repleto de infinito talento creativo.
César Mendoza
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