Temas
- Solilocide
- Universal Roots
- All of Me
- Childhood Facade
- Parvedian Trust
- When The Cradle Cries
- Lethe's Bowl
- New Yanini
- Divided
- Beat It
- Sticks In Space
Integrantes
- Gregoor ven der Loo: voz
- Marcel Coenen: guitarras
- Barend Tromp: bajo, stick
- Franck Faber: teclados
- Nathan van de Vouw: batería
Segundo y último disco del combo holandés Lemur Voice, uno de lo ítems prog
metal más añorados de los 90s. Conformando un sonido más frontal y aguerrido
que en su estupendo debut “Insights”, Lemur Voice logra reforzar su estilo
con un incremento sólido de intensidad en las partes más fuertes del
repertorio, lo cual ayuda a crear un interesante contraste con las partes
más introspectivas. Dicho sea de paso, la voz de Gregoor van der Loo suena
mejor que nunca, realzando su evidente peso emotivo. La dupla instrumental
de Tromp y van de Vouw exhibe una versatilidad impecable, moviéndose
compactamente por las cadencias del metal, el jazz-rock y los compases
inusuales progresivos según las exigencias del repertorio.
Con unas cósmicas capas de teclado y un canto arábigo de parte de van der
Loo comienza el primer tema ‘Solilocide’, no tardando en irrumpir el
ensamble para derrochar su polenta de una manera precisa. ‘Universal Roots’
se apunta hacia un metal más visceral, en cierto modo afín al Dream Theater
de “Awake”, aunque sin caer en el juego de la obvia clonación. ‘All of Me’
se centra en una vibración más melódica, aunque recurriendo a una fuerza
expresiva similar a la de la pieza anterior. Con sus 10 ¾ minutos,
‘Childhood Facade’ es la pieza más extensa del disco, y también es una de
las más complejas, abrigando enredadas estructuras rítmicas y fluidos
cambios de ambientes y compases, todo ello manejado por los instrumentistas
con lúcida solvencia y dinámico afiatamiento. Las secciones melancólicas de
esta canción tienen un aura reflexiva convincente y, a la vez, distante, lo
cual resulta conveniente para las grisáceas añoranzas vertidas en la letra.
‘Parvedian Trust’ vuelve a la cadencia frontalmente metalera, esta vez con
un añadido toque industrial adornando el asunto: la verdad, no me hubiera
molestado que esta canción hubiese sido un poco más larga, así de bien
aprovechados están sus 5 minutos. ‘When the Cradle Cries’ es una semi-balada
construida según los parámetros del rock melódico con pretensiones mesuradas
centradas en el desarrollo del motivo melódico central. Su aura es semejante
a las canciones más suaves de Vanden Plas. Más adelante, el instrumental
‘New Yanini’ (van der Loo sólo tararea en algunas ocasiones) ahondará más
cándidamente en la faceta pop-rock de la banda, con un especial protagonismo
de los teclados.
‘Lethe’s Bowl’ es la segunda canción más larga del disco, durando casi 10
minutos – iguala a ‘Childhood Facade’ en fuerza y complejidad, aunque esta
vez, por concentrarse exclusivamente en la fiereza, no tiene tanta
diversidad melódica. Tal vez se trate de la pieza en la cual la dupla
rítmica se luce más que nunca. La pieza homónima es una de las más poderosas
piezas rockeras del disco, lo cual se debe en buena parte a la sabiamente
administrada incorporación de ornamentos de jazz-rock dentro de su
estructura – incluye un solo de saxo. ‘Beat It’ es un cover del tema de
Michael Jackson (uno de sus tantos Nos. 1 del Billboard), incluyendo también
adornos jazzeros – un ítem divertido dentro de este repertorio. El
instrumental ‘Sticks in Space’ es un ejercicio de stick a cargo de Barend
Tromp, siguiendo la senda de las típicas excursiones de Tony Levin en dicho
instrumento. Creo que yo hubiera colocado esta pieza en algún lugar del
medio en vez del cierre del disco, pero bueno, el tema está bastante bien en
sí mismo. “Divided” es un testimonio de las ganas y talento de Lemur Voice
para evolucionar en su propuesta prog metal, la misma que quedó cancelada
con este disco en cuestión: no es solo un testimonio, sino también un
testamento bastante valioso, en especial para los adeptos al prog metal.
César Mendoza
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