Temas
- Un Kronosaurus Viene De Lejos (3:45)
Saurios Pequeños
- Trilobite (3:28)
- Longisquama (4:36)
- Microceratops (3:33)
Saurios Medianos
- Dimetrodón (7:43)
- Alvarezsaurus (4:11)
- Pachycephalosaurus (6:56)
- Carbono 14 (0:35)
Saurios Grandes
- Dilophosaurus (2:52)
- Quetzalcoatlus (5:16)
- Baryonyx (11:14)
- Nahuelito (7:49)
Integrantes
- Franco Fontanarrosa: bajo, procesadores, montajes, objetos y juguetes
- Sergio Álvarez: guitarra eléctrica, procesadores, objetos y juguetes
- Martín Pantyrer: saxos soprano, tenor y barítono, clarinete, clarinetes alto
y bajo, objetos y juguetes
- Lulo Isod: batería, objetos y juguetes
Fundado por el talentoso y siempre ocupado bajista Franco Fontanarrosa (también
está en Resistencia Chaco, además de estar metido en proyectos teatrales), el
grupo argentino La Mujer Barbuda es un cuarteto dueño de una inspirada
sonoridad experimental y poderosa cuya riqueza interna se sostiene en una
magnífica confluencia de jazz-rock, psicodelia, avant-prog, estrategias de
formas libres y rock-in-opposition. Tres años después de debutar con el
electrizante disco "Música Para Cuando Aparece Un Monstruo", en 2011 La Mujer
Barbuda volvió a las andadas con un nuevo prodigio de música rockera a la vez
muscular y aventurera: "Lagartos Terribles". Este disco tiene un concepto en
torno a los dinosaurios, elaborado en una secuencia de tres secciones: "Saurios
Pequeños" (con tres temas), "Saurios Medianos" (también con tres temas) y
"Saurios Grandes" (con cuatro). En el blog de Myspace de la banda
(http://www.myspace.com/mujerbarbuda) hay detalles específicos sobre las
estrategias compositivas y sonoras creadas y encuadradas para cada una de estas
tres secciones: por nuestra parte, haremos un repaso tema por tema según cómo
vayamos intuyendo la dirección por la que se desarrolla la ilación del
repertorio de este disco en cuestión.
"Un Kronosaurus Viene De Lejos" empieza con un extravagante efecto de guitarra
que jocosamente emula un gruñido=85 y luego, un silencio enorme que anticipa la
emergencia de una irrupción sónica contundente y filudamente dinámica,
siniestra y grácil a la vez. "Trilobite" da inicio a la secuencia de "Saurios
Pequeños" con un ejercicio de grisácea agilidad, precedido por una introducción
caótica para ser posteriormente redondeado con una conclusión neuróticamente
inquietante donde la tensión solo revienta parcialmente. "Longisquama" se
retuerce en su propio encuadre cubista de sonoridades entrecortadas de
juguetes, riffs y quiebres rítmicos, un encuadre donde a veces se asienta un
jam en el que se conjugan un esquema rítmico "motorik" y osados ornamentos de
corte avant-jazz. "Microceratops" ejecuta un ejercicio de caos controlado donde
la energía inherente a las interacciones entre los instrumentos está sabiamente
reciclada a través del patentemente descoyuntado desarrollo temático. Con
"Dimetrodón" se inicia la serie de "Saurios Medianos": se trata de un tema que
contiene una interesante diversidad temática a través de variadas atmósferas
que van de lo juguetón a lo misterioso, y de allí a una etérea densidad. Siendo
el factor jazz-rockero el predominante en esta pieza, se nota también la
presencia de trucos sonoros confluyentes con el chamber-rock francófono de
segunda generación (N.E.O. Museum, Hellebore). En comparación con "Dimetrodón",
"Alvarezsaurus" porta un aura más reposada y una armazón más arisca, dentro de
una estrategia creativa que porta muchos aires de familia compartidos.
"Pachycephalosaurus" empieza con un solo de clarinete que, en muchos sentidos,
se constituye en el primer momento de genuino lirismo de parte de este
ensamble, aunque tal lirismo esté hidalgamente fundamentado en disonancias. A
poco de pasada la mitad del tema, el grupo prepara gradualmente el camino para
que emerja una avasalladora conclusión donde lo espectral y lo delirante forjan
una avalancha sónica dispuesta a sembrar angustia y desolación a un ritmo
ceremonioso. !Present a la n-potencia!
El clímax conclusivo de "Pachycephalosaurus" es lo suficientemente poderoso
como para asentar una piedra angular dentro del repertorio del disco. Así pues,
"Carbono 14" hila capas de guitarra en conexión con el clímax antes mencionado
para abrir la puerta a las electrizantes vibraciones de "Dilophosaurus", tema
que inicia la secuencia de "Saurios Grandes". "Dilophosaurus" se desarrolla
mayormente sobre un compás de 5/4, transitando entre ambientes saltarines y
ambientes recargados de tensión rockera al rojo vivo. "Quetzalcoatlus", por su
parte, establece un vitalista eclecticismo entre jazz-rock experimental y noise
con abundantes espacios para incandescentes efluvios psicodélicos, haciendo uso
mayormente del compás de 7/8. Con sus poco más de 11 minutos de duración,
"Baryonyx" se erige en la pieza más extensa del álbum. El tema comienza con
cuerpo central patentemente vigoroso aunque no radicalmente frenético, más bien
porta una muscularidad estilizada a través de un encuadre armado sobre un swing
razonablemente sofisticado. Llega un momento en que el grupo se detiene para
dejar paso a un inquietante solo de capas densamente lisérgicas de guitarra.
Una vez que el bloque global se reintegra a la acción, el grupo elabora un
motivo final focalizado sobre un cadencioso esquema rítmico de tenor
jazz-rockero, generando una atmósfera más sutil sin renunciar a la
extroversión. "Nahuelito" se encarga de clausurar el colorido sónico específico
de las tres piezas precedentes y el álbum en general, y lo hace comenzando con
un extenso prólogo que transita por venturosos senderos de jazz experimental
free-form; una vez instalado el cuerpo central, el ensamble gesta un lento
motivo crepuscular donde la esquemática dejadez de la superficie deja entrever
un aura de oscuro misterio que abiertamente coquetea con las aristas
oscurantistas de la tradición del R.I.O. La coda electrizantemente caótica
funciona como un oportuno recurso de extravagancia.
En fin, "Lagartos Terribles" se revela fehacientemente como uno de los ítems
más interesantes de a vanguardia progresiva argentina de los últimos años. Vale
la pena realmente explorar la obra de La Mujer Barbuda y seguir la pista de
sus próximas actividades y proyectos musicales.
César Mendoza
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