Temas
- Melancho
- Hiper K
- City
- Period
- Unt
- Na Starovia
- Lim-Poo
- J.F.K.
- Rage In [bonus track]
Kazumi Watanabe: guitarras, guitarra-sintetizador
Colaboradores – Bill Bruford (bateria acustica y electronica, percusion),
Jeff Berlin (bajo)
Primer trabajo del eximio guitarrista japones Kazumi Watanabe acompañado de
colaboradores tan ilustres y versatiles como son Bruford y Berlin. Ambos
veteranos y compañeros de viejas andanzas se sienten evidentemente a gusto
junto a Watanabe, quien es un diestro y entusiasta cultor del jazz rock mas
aventurado, influido por la escuela de McLaughlin y Holdsworth, y a la vez,
perfectamente permeable a las influencias tan diversas como son el Weather
Report de la era Pastorius y el King Crimson ochentero. El despliegue de
virtuosismo tecnico esta garantizado desde la misma lectura del cartel, pero
esto no lleva a una desorbitada sesion continua de imparable exhibicionismo.
Por el contrario, el ensamble se cuida mucho de no salirse de los caudales
de las ideas musicales basicas, ni tampoco se expanden demasiado en los
solos ni en los pasajes donde la guitarra de Watanabe o el bajo de Berlin
ocupa el rol protagonico – lo mismo vale para la performance de Bruford,
donde se destaca en buena medida el empleo de percusiones electronicas y
varios redobles y adornos precisos, pero sin caer nunca en la gratuidad
impresionista.
La cosa comienza realmente bastante crimsoniana con ‘Melancho’, un tema
bastante confluyente con las experimentaciones rockeras tribales que estaba
presentes en “Beat”. Este factor se volvera mas abrumador en ‘Na Starovia’ -
pieza co-escrita por Bruford -, donde el baterista aprovecha el ambiente
etereo de la primera seccion para jugar con sampleos en sus tambores
electronicos mientras Watanabe se expande en punteos y secuencias de acordes
disonantes: una vez que el trio entra en pleno, la cosa se encuadra dentro
de una estructura de art rock. ‘Hiper K’ esta mas claramente enmarcada en un
jazz a lo funky: las partes de Watanabe muestran la clara huella
holdsworthiana que ha marcado su estilo propio. Es una pieza un tanto movida
que, curiosamente, invita mas a la serenidad que a la exaltacion: este pieza
me resulta tan atractiva que realmente me frustra un poco cuando llega el
fade-out una vez llegados los cinco minutos y medio de duracion. Lo mismo
sucede mas tarde con ‘Period’ y ‘Lim-Poo’: tal como parece sugerir el titulo
del segundo de los temas que acabamos de identificar, este contiene algunos
atractivos aires del Lejano Oriente.
‘Unt’ refleja una inspirada combinacion de gancho y sutileza, que a mi me
recuerda personalmente a los primeros trabajos solistas de Bruford y
Holdsworth – teniendo en cuenta que se trata de un numero compuesto por
Watanabe, queda claro que el estaba empapado del background de sus
colaboradores. Por su parte, ‘City’ realza la linea funky, fortaleciendola
con un tono levemente rockero que se destila en los solos de Watanabe – aqui
si hay una abierta actitud de exaltacion, acrecentada por las impresionantes
intervenciones de Berlin, quien hace gala de su rapidez y pulcritud, claro
esta, dentro de los parametros de elegancia propios del jazz moderno. Mas de
esto aparece en el atractivo tema de cierre del repertorio original,
‘J.F.K.’, co-escrito por Berlin. En cuanto al bonus track titulado ‘Rage
In’, es el que contiene la estructura y motivos mas bizarros del disco: es
un poco como una cruza entre el “Heavy Weather” de WR y el “Discipline” de
KC: el hecho que la autoria oficial de este numero corresponda a los tres
musicos, me hace pensar que se trata de una leve variacion articulada a
partir de algun jam extravagante realizado en algun momento de sus sesiones
preliminares de ensayo. Me gusta mucho esa linea inesperada de ‘Rage In’,
pero creo que este bonus debio colocarse en otro lugar del CD: ubicado al
final, rompe con el climax de frenesi candoroso que habia sido tan
oportunamente transmitido por ‘J.F.K.’ De todos modos, es una buena cosa que
este tema haya sido recuperado para el disfrute de los coleccionistas
sensibles al jazz de calidad manufacturado con inteligencia y buen gusto.
En suma, “The Spice of Life” es una excelente obra de jazz rock, producto de
la fusion entre el virtuosismo de los musicos involucrados y la coherencia
artistica que ha operado en sus mentes a la hora de crear y arreglar el
material del repertorio.
Cesar Mendoza
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