Temas
- Blue Lambency Downward
- Clelia Walking
- Right Hand Is the One I Want
- The Sow Summits
- The Awkward Windwheel
- The Useless Ladder
- Symmetrical Arizona
Integrantes
- Toby Driver: guitarras eléctricas, acústica y de 12 cuerdas, guitarras bajo y
barítono, clarinete soprano, voz, órgano, tambor gamelano, sintetizador, laptop
mellotron
- Mia Matsumiya: violín, voz, mellotron, sintetizador
Colaboradores – Charlie Zeleny (batería), Skerik (saxos tenor y barítono,
vibráfono), Hans Teuber (clarinetes soprano y bajo, saxo alto, flauta), Dave
Abramson (tambor gamelano y otras percusiones), B.R.A.D. (voz adicional),
Randall Dunn (efectos de sonido, diseño de sintetizador)
Kayo Dot ha lanzado su nueva oferta “Blue Lambency Downward” para el presente
año 2008 con ganas de reforzar y afianzar su rol destacado dentro de la actual
vanguardia art-rock estadounidense. Si con su “In Glorious Times”, Sleepytime
Gorilla Museum logró definir nuevas fronteras para su “rock against rock”
dentro de la escena metal experimental, Kayo Dot se aparta de esta tendencia
sonora a fin de adentrarse más y más en las coordenadas post-rock y
chamber-rock. Niebla, misterio y nocturnidad: estos tres elementos se trasladan
muy bien al ámbito del sonido confluyendo la estrategia artística que Kayo Dot
emplea en la composición y arreglos de este repertorio. Es como si la partida
del 75 % de la formación anterior hubiese sido una metáfora del destino: el dúo
remanente de Toby Driver y Mia Matsumiya afronta la misión de explorar los
senderos más marcadamente introspectivos de la propuesta musical de Kayo Dot.
La pieza homónima abre el disco con un clima de languidez estática y grisácea,
intensamente emparentado con Tortoise y A Silver Mt. Zion, aunque con una
tensión más afilada. ‘Clelia Walking’ tiene una cadencia similar y una tensión
más pronunciada: esto último brota de las tonalidades chamber-rock que generan
recursos de tétrica elegancia en medio de la desafiante neblina sonora –
tenemos aquí un clímax del disco. En comparación con las dos piezas
precedentes, ‘Right Hand Is the One I Want’ nos muestra una vertiente más
lírica, conveniente para hacer que la instrumentación se ajuste plenamente a la
misteriosa melancolía que Driver vierte en su canto casi susurrante. ‘The Sow
Summits’ nos devuelve a los espacios del chamber-rock, desplegando un
descoyuntado preludio a ‘The Awkward Windwheel’, la pieza más extrovertida del
disco y otro clímax del disco. El bizarro dinamismo de la sección rítmica, la
agilidad de los riffs y la magia expuesta en las líneas de violín elaboran un
paisaje sonoro vibrante que, en vez de ofrecer un contraste a lo hecho
previamente, le da un cariz de diversidad al conjunto. Este tema y el
siguiente, ‘The Useless Ladder’, nos puede recordar un poco a Sleepytime
Gorilla Museum. ‘The Useless Ladder’ tiene un esquema de cámara bien definido,
con las partes cantadas perfectamente armonizadas con los espartanos retazos
dibujados por las cuerdas y maderas. Con sus casi 2 ¾ minutos de duración, ‘The
Useless Ladder’ opera principalmente como un preludio al tema de cierre
‘Symmetrical Arizona’, el cual ocupa los últimos 10’48” del disco. Su duración
y majestuosidad le permiten ocupar fehacientemente el rol de broche de oro.
Comenzando con unas cortinas académicas de violín y clarinete que vienen
adornadas por unas sobriamente jazzeras líneas de saxo, a continuación sigue
una secuencia de fraseos etéreos de guitarra bien conjugados con el vibráfono.
Cuando surge la parte cantada, el ensamble se une en un despliegue de fuerza
contenida, concentrándose en ajustarse a una estrategia de control que quiere
dejar a los matices brillar por sí solos y ocupar el rol central del desarrollo
musical. Poco a poco, sin que el oyente se dé cuenta, se va gestando un clímax
exquisito, engañosamente reposado, con una tensión muy bien escondida bajo las
gruesas capas de delicadeza vertidas por las maderas, cuerdas y saxo. En verdad
que el oyente se queda con ganas de más música una vez que el clarinete ha
terminado de tocar las últimas líneas… al menos, eso me pasa a mí.
“Blue Lambency Downward” es el testimonio de un grupo que ha pasado por una
fase de reconstrucción estilística tras quedar reducido a un dúo nuclear. No
busquemos aquí las dosis de energía y neurosis sobre los que se había cimentado
la magia peculiar del “Dowsing Anemone With Copper Tongue” (su obra crucial de
2006): en este momento de su historia, Kayo Dot está más enfocado en el ensueño
que en la demencia.
César Mendoza
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