Temas:
- Send A Message From The Heart (19:28)
- Let In Hollywood (4:53)
- Who's The Boss In The Factory (13:04)
- Two Blocks From The Edge (9:51)
- Eternally Part I (1:51)
- Eternally Part II (6:21)
Músicos:
- Göran Edman / voces
- Krister Jonsson / guitarras
- Jonas Reingold / bajo, teclados adicionales
- Zoltan Csorsz / batería
- Lalle Larsson / teclados
:
Como es sabido, Karmakanic es un proyecto liderado por el bajista de The
Flower Kings, Jonas Reingold. Lo primero que cabe destacar son las
diferencias entre este trabajo y los dos anteriores, Entering the
Spectra (2002) y Wheel of Life (2004). Ambos se caracterizaban por
incluir elementos de metal progresivo (en algunos momentos a mí me
recuerdan las colaboraciones entre Neal Morse y Mike Portnoy) y
elementos jazzísticos hasta cierto punto experimentales. Ambas
circunstancias desaparecen en este tercer álbum, lo que nos sitúa
ante un resultado verdaderamente paradójico: en los dos discos
previos, en los que sí participaron -al menos como invitados- otros
dos componentes de The Flower Kings (Tomas Bodin a los teclados y Roine
Stolt a la guitarra y voces), el sonido tendía a diferenciarse de TFK.
En este, en el que ha cesado dicha participación, Karmakanic suena
más a TFK que nunca! Así pues, estamos ante un álbum más
recomendable que los anteriores para los amantes del rock sinfónico
sin aditivos, y muy especialmente, claro, para los que gusten del sonido
característico de The Flower Kings.
Dicho lo cual señalar que, sin grandes (ni pequeñas) innovaciones
ni apuestas específicas por ampliar el horizonte musical del prog
moderno, Who's the Boss in the Factory es, sin embargo, un trabajo
tremendamente disfrutable. No obstante, como veremos, no acaba del todo
con la única pega que le veo yo a la discografía de esta banda: una
cierta "dispersión estilística".
Send A Message From The Heart.- A pesar de su comienzo naíf, que me
horripila, en conjunto me parece un tema muy recomendable, que remite a
los mejores tiempos de The Flowers Kings (para mí, los pasados). Con
decir eso se dice todo, porque, aun sin participar esta vez Stolt ni
Bodin, es el tema que más suena a ellos, con todos los ingredientes
consabidos que eso implica. Un tema relajante pero que, a lo largo de
casi 20 minutos, no cae en ningún momento en el muermo. Para todos los
públicos.
Let in Hollywood.- Aquí la cosa se anima. Es un tema resultón,
dinámico, cañero, lleno de energía y ritmo, que seguramente
habría triunfado en los 80, por la poca en que Peter Gabriel sacó
su Sladgehammer y demás. En este track Karmakanic se me antoja más
parecido a grupos como ACT o similares que a TFK. Bueno.
Who's The Boss In The Factory.- Otro tema largo (13 minutos), el que da
título al álbum y el que a mí, en particular, más me atrae.
Comienzo muy relajante con piano y bajo, sobre el que progresivamente
(de eso se trata) va acoplándose la voz de G=F6ran Edman (que a mi
juicio está bastante bien en todo el disco), hasta romper con unos
coros más dinámicos y derivar hacia un estilo rítmico y rockero,
con una guitarra elctrica casi a lo Dire Straits, hasta recuperar el
tema inicial pero con otras voces. En una segunda parte adquiere
protagonismo el piano (que a mí me suena, casi, a George Winston), el
cual, tras un interludio suave, nos conduce a una melodía de corte
clásico a partir de la cual, tras la reiteración de la parte
rockera, se construirá el clímax final.
Two Blocks From The Edge.- Recupera el mordiente rockero de Let in
Hollywood. Si de mí hubiera dependido, yo lo habría colocado junto a
este y antes de Who's The Boss In The Factory, el cual habría
servido mejor como transición hacia los dos últimos cortes del
álbum, por combinar de forma muy bien estructurada tanto momentos
rockeros como pasajes lentos de piano.
Eternally Part I y Part II.- Como decía más atrás, la dispersión
estilística sigue afectando, aunque con menor intensidad, a
Karmakanic, lo que se demuestra en el cambio de rumbo que toma el
álbum en sus dos últimos temas, mucho más lentos y con una
distinta orientación. Supongo que están bien, pero no s si pegan
con el resto.
Sea como fuere, un disco digno de mención que depara momentos muy
satisfactorios. De las cosas que más me han gustado en este año 2008
en el ámbito del "Prog tranquilo", junto al Metamorphosis de Magenta.
Jose Luis Garcia
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