Temas del CD1
- Song for America – 7:31
- Point of Know Return – 3:07
- Paradox – 4:09
- Icarus - Borne on Wings of Steel – 5:58
- Portrait (He Knew) – 5:19
- Carry On Wayward Son – 4:38
- Journey from Mariabronn – 8:55
- Dust in the Wind / Acoustic guitar solo – 6:19
- Piano solo / Lonely Wind – 4:29
- Mysteries and Mayhem – 4:01
- Excerpt from Lamplight Symphony – 2:39
- The Wall – 4:54
- Magnum Opus – 11:18
Temas del CD2
- Hopelessly Human - 8:44
- Child of Innocence - 7:47
- Belexes - 4:34
- Cheyenne Anthem - 6:55
- Lonely Street - 8:20
- Miracles Out of Nowhere - 7:59
- Drum solo / The Spider - 7:41
- Closet Chronicles - 6:55
- Down the Road - 3:44
- Sparks of the Tempest - 5:19
- Bringing It Back - 7:07
Integrantes
- Phil Ehart: batería, percusión
- Dave Hope: bajo, coros
- Kerry Livgren: guitarras, piano, sintetizadores, clavinet, coros
- Robby Steinhardt: violín, percusión, voz, coros
- Steve Walsh: órgano, sintetizador, vibráfono, congas, voz, coros
- Rich Williams: guitarras
Tenemos ahora en nuestras manos una de las maravillas más grandes de la
industria musical digital para el género progresivo en este año 2008: la
reedición remasterizada y notablemente ampliada de “Two for the Show”, el
electrizante disco en vivo que hace 30 años dio probada constancia de la
robustez, energía y calidad preformativa de Kansas. Este disco fue editado
en el momento cumbre de la banda tanto a nivel artístico como comercial, con
dos discos de estudio precedentes (“Leftoverture” y “Point of Know Return”)
que la habían puesto en las grandes ligas del negocio y con una fanaticada
que parecía ampliarse hasta el infinito. El tocar en campos polideportivos,
estadios y grandes teatros desde inicios de 1977 les llevó finalmente en
1978 a dar mega-conciertos que duraban 2 ½ horas y más. Este disco recoge
temas de varios conciertos de su gira tripartita desarrollada desde 1977
hasta 1978, pero se nota un sentimiento bastante fluido en la escucha. El
vinilo doble original de “Two for the Show” daba constancia de una banda en
plena forma, pero ahora con esta reedición de Sony nos podemos dar cuenta de
toda la dimensión de esta magnificencia sonora. Kansas muestra aquí todas
las facetas de su oferta musical con total brillo igualmente repartido en
todas ellas: la predominante pomposidad sinfónica, los momentos pesados
llenos de sofisticación, los elementos blues-country-bluegrass que llaman a
la tierra natal, los momentos peculiares donde emergen solos de guitarra
acústica, piano o batería,… todo está allí plasmado con vigor. El librito
contiene copiosas fotos (incluyendo a un Walsh bailando a lo Jim Morrison
para enamorar salvajemente a las chicas del público, y también a un
Steinhardt mirando a la nada mientras se interna mentalmente en sus línea de
violín... !imágenes impredibles!) y comentarios históricos, aparte de la
transcripción de la dedicatoria al joven fan que perdió la vista en un serio
accidente de tráfico tras un concierto de esta gira.
El hecho de que las guitarras o teclados duales (dependiendo del rol de
Livgren en el momento dado) se repartan en diferentes canales de audio ayuda
a disfrutar de y entender la inteligencia vertida en las interacciones
instrumentales de la banda. Claro está, también ayuda a realzar la labor de
Steinhardt, protagonista en numerosas ocasiones desde su rol de violinista.
Cabe señalar que este disco ha recibido excelentes comentarios y también muy
buenas ventas, llegando incluso a ocupar el no. 1 de ventas en CD Universe
por una semana.
No hay mucho que añadir sobre el CD1 a que no se haya dicho ya sobre la
primera edición de “Two for the Show”. Contiene las versiones definitivas de
‘Icarus’, ‘Portrait (He Knew)’, ‘Mysteries and Mayhem’ (más frenético de lo
usual), ‘Journey from Mariabronn’ y ‘Magnum Opus’; versiones muy fieles a
las de estudio de ‘Paradox’ y ‘The Wall’; una versión forzadamente recortada
de ‘Song for America’; y por último, la omisión de ‘Closet Chronicles’, una
de las piezas más impresionantes del “Point of Know Return” y uno de los
picos absolutos del “Two for the Show” en vinilo. Pero esta omisión
específica se resuelve gloriosamente en el CD2, el cual contiene en total 11
canciones extra. Pero no es con el recuperado ‘Closet Chronicles’ que
comienza el CD2, sino con ‘Hopelessly Human’, el cual abría los conciertos
de la primera mitad de esta híper-gira. Esta versión expandida comienza con
un breve preludio etéreo, seguido por las primeras 16 barras de ‘Incomudro’,
para luego dejar paso a la canción misma. El grupo ya está entrado en calor,
con una sinergia impecable y una potencia muy bien administrada: cerca del
final, Steinhardt debe sacrificar sus últimas líneas de violín para ponerse
a tocar las siete escalas de las campanas tubulares. No, Kansas no usó un
playback, las campanas eran en vivo y en directo. ‘Child of Innocence’ y
‘Belexes’ nos transportan a tiempos anteriores de la gloria comercial de
Kansas: ‘Child’ viene precedido de un estupendo jam en clave R’n’B, mientras
que ‘Belexes’ es ejecutado “a mil por hora”, siendo así que la velocidad
extra le resta dramatismo pero lo compensa con una mayor explosividad.
‘Cheyenne Anthem’ tiene la peculiaridad de que llena más los espacios de
violín y sintetizadores duales en el juguetón interludio.
‘Lonely Street’, ‘Down the Road’ y ‘Bringing It Back’ nos muestran, sin
tapujos ni excusas, la faceta más netamente provinciana de Kansas. Solo
‘Down the Road’ sigue fiel al esquema de la versión en estudio, pues las
otras dos piezas se benefician de arreglos expansivos que seguramente
servían de contrapeso a la complejidad lírica de los temas más
progresivamente épicos del grupo: ‘Lonely Street’ nos muestra a un Walsh
genialmente inmerso en el dolor tanático y destructivo del protagonista (un
cowboy de mala muerte que añora vengar con sus propias manos la muerte de su
novia prostituta), mientras que ‘Bringing It Home’ mantiene a Steinhardt
dibujando mil y una siluetas con su violín, a veces acompañado de la potente
guitarra de Williams. Con esta versión me quedo definitivamente convencido
de que esta canción pertenece más al grupo que al autor original J. J. Cale
(como pasa con Hendrix y el ‘All Along the Watchtower’ compuesto por Dylan).
‘Miracles Out of Nowhere’ es ciertamente una de las más bellas y envolventes
composiciones de Livgren: en esta versión se incluye un solo de órgano a
cargo de Walsh, donde se alternan estilizadas estratagemas barrocas y
retazos hard-blues rock de tipo Jon Lord. También demos mencionar los nuevos
arreglos de múltiples teclados que reactivan el colorido contrapuntístico
del interludio a fin de Scar provecho de los condicionamientos propios del
vivo. Y va otra sorpresa más para quienes solo conocían superficialmente a
Kansas – que Phil Ehart es un baterista como la copa de un pino. El solo de
5 ½ minutos que elabora aquí muestra al desnudo las influencias recibidas de
Barriemore Barlow y Carl Palmer, a la par que su dinamismo particular: este
solo deriva en una versión electrizante de ‘The Spider’, una de las
composiciones más laberínticas que se hayan gestado jamás en el mundo de
Kansas. En todo caso, es una pena que el comienzo de ‘Portrait’ se
desvanezca en el fade-out – hubiese sido ideal que se hubiese publicado un
continuum entre ‘Spider’ y ‘Portrait’, y de ahí a ‘Carry On…’. Ahora bien,
esto hubiese significado tal vez sacrificar otro tema del CD1, por lo que la
alternativa viable era editar el doble CD con una recuperación de los
repertorios originales de tales conciertos. En fin, son solo ideas que se me
ocurren. El penúltimo tema del CD2 es ‘Sparks of the Tempest’, tema que
cerraba algunos conciertos (cuando no lo hacía ‘Magnum Opus’): la principal
gracia de esta versión es que termina con un largo playback de la sección
final, lo cual mantiene al numeroso público dando palmas al ritmo de la
pieza cuando el grupo ya ha abandonado el escenario.
Bueno, no he podido ocultar mi entusiasmo personal a través de estas
minuciosas descripciones. Termino, pues, esta reseña reiterando que este
“Two for the Show” doble es tal vez el relanzamiento progresivo más
alucinante del año 2008, y ciertamente, un testimonio de la esencia musical
más pura de Kansas en la plenitud de su esplendor creativo. Citando a Robby
Steinhardt en la coda de ‘Magnum Opus’: “Gracias por ser un público tan
grandioso… !y buenas noches de parte de Kansas!”
César Mendoza
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