Temario:
- Persistente canci B3n de la memoria (4:28)
- Pasos (2:23)
- Gotas (4:21)
- La silla (3:57)
- Tarde, de tu lado (4:12)
- Miro una estrella (3:26)
- Letras del cuerpo (5:09)
- C2?Azar? (1:30)
- La culpa no se lava contra la piedra (4:56)
- Comienza a llamarlo (5:09)
- =81rbol del silencio (5:08)
- Jaula Guarida (3:21)
- Billiken (1:54)
- Cuando regreses, si es que regresas =806A6 (5:51)
- La carta (3:51)
- Disparado sin arco (5:07)
- Go (8:02)
- Dos arbolitos (4:41)
- Sintetizador, composiciones, arreglos y producci B3n por Juan Carlos
"Mono" Fontana.
Grabado el 27 Dic 2005 en Bs. As., Argentina
Excelente segundo disco de éste genial músico; en ésta oportunidad, más
inclinado al jazz, aunque esto no es del todo cierto, dado que hay elementos
clásicos y folklóricos muy susceptibles, asi como cierto aire a banda sonora
de película. De hecho, éste trabajo fue expuesto en vivo con la presentación
de la película ?Videotape?, de Hill Viola, a manera de ejemplo espontáneo de
lo que es música al servicio de una obra visual, siendo también el eje
temático de toda la grabación.
Con un sintetizador programado como si fuese un piano acústico,
Fontana demuestra ser un fiel seguidor de otros próceres de éste último
instumento, tanto del mundo clásico como del jazz, como Claude Debussy
(?Gotas?, ?La culpa no se lava contra la piedra?), Bill Evans (?La silla?) y
Lyle Mays (?Persistente canción de la memoria?), acaso todos ellos unidos
por un mismo gusto de delicadeza y refinamiento. No hay carreras de
virtuosismos ni, por el contrario, atmósferas ?new age?. Es, como dijo
alguna vez Wayne Shorter, ?el instrumento que suena como parlante de lo que
suena dentro tuyo?, o, en esta oportunidad, un reflejo patente y poderoso de
la creatividad espontánea de éste tecladista/multiinstrumentista.
A diferencia de ?Ciruelo?, su anterior trabajo, Fontana se aleja un poco de
los experimentos sonoros y explora con mayor detalle las fibras del corazón
del oyente mientras que los sonidos de conversaciones, pasos, goteos, cantos
autóctonos, una máquina de escribir y otros ruidos urbanos siguen presentes,
siendo parte fundamental de cada uno de los temas aunque sin esa sensación
de exceso como en su obra precedente. Es inútil no querer escuchar esta obra
en su totalidad, aún cuando se trata de un concepto puramente instrumental
dividido en 18 partes, con grandes introspecciones impresionistas como en
?Pasos?, ?Comienza a llamarlo? o en el conmovedor ?Billiken?.
De todas formas, es difícil analizar separadamente cada tema de éste
trabajo, dado que cada uno está unido intrínsecamente con los demás, como en
los grandes trabajos conceptuales a los que estamos acostumbrados comentar
aquí, en La Caja. O como sucede al ver una buena película, que es la
sensación que deja ésta obra, repito, excelente. No apto ?como dije con la
anterior obra, ?Ciruelo?- para oídos cerrados o adictos a los esquemas
sonoros.
Eduardo Norris
Rafaela, Santa Fe, Argentina
Septiembre 2010
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