Temas
- Initiation
- The Find
- The Interpreter
- 33 Years
- The Ciceron
- The Aged
- Present
- The 8th Wonder
Integrantes
- Mats Johansson: teclados
- Kjell Severinsson: bateria, percusion
- Jan Severinsson: percusion
- Bengt Johansson: percusion
- Jan Schaffer: guitarras
- Tommy Nilsson: guitarras
- Fredrik Janacek: bajos, guitarra
- Bjorn Jason Lindh: flautas
Colaboradores – coros masculinos y femeninos, The Hallandsensemblen
Orchestra (ensamble de cuerdas y vientos)
Durante sus primeros años de existencia, el combo sueco Isildur’s Bane baso
su estilo musical y repertorio en un tanteo entre los terrenos del jazz
fusion con ciertos colores pop, y la onda “new age” con notables matices de
la musica academica y el folklore. Con “Cheval”, su quinto trabajo, Mats
Johansson parece determinado a dirigir la trayectoria del grupo con la
mirada decididamente puesta en el progresivo sinfonico. El resultado es
excelente, rebosante de una belleza, majestuosidad y exquisitez fastuosa que
yo encuentro irresistibles. Aunque las dimensiones de la grandeza creativa
de Isildur’s Bane solo se hara patente al 100 % desde “The Voyage” en
adelante, el hecho es que ya aqui se puede hallar en buena dosis la marca de
dicha grandeza. “Cheval” marca el inicio de un encuentro crucial de la
fuerza operativa de Isildur’s Bane con su propia esencia progresiva. El
repertorio de este trabajo esta inspirado en el proyecto ‘El Palacio Ideal’
del arquitecto frances Ferdinand Cheval.
Para que este encuentro se de en un contexto adecuado, el grupo se vale del
apoyo invaluable de la Hallandsensemblen Orchestra, una proveedora efectiva
de toques masivos de Grieg, Debussy y Prokofiev en los momentos mas
notoriamente epicos, y en los momentos mas sutiles, la cosa apunta a
terrenos melodicos mas ajustados a los patrones delicados y envolventes del
romanticismo. Todo ello mientras los miembros de la banda, van dando rienda
suelta a su pulcra energia e inteligente manejo de los dialogos
instrumentales con una soltura impresionante. Todavia se siente el peso del
gusto por la fusion en varios momentos del disco: en este punto, la labor
eficaz de la seccion ritmica (especialmente, la del baterista Severinsson)
resulta crucial, combinando en su actuacion precision y calor en dosis
iguales. El piano de cola asume, por asi decirlo, el rol protagonico a la
hora de marcar los acordes y las lineas melodicas principales en la mayoria
de los numeros. Otra fuente sonora que se hace notar bastante es la que
proviene de las percusiones tonales (xilofon, marimba), que en varios
pasajes crean hermosos contrapuntos con las partes orquestadas. Por su lado,
varias de las partes de guitarra se apuntan por algunas disonancias de sello
crimsoniano (sin la distorsion), creando un efecto de perturbacion que,
extrañamente, se acopla a las mil maravillas con la exquisita pomposidad que
funciona como regla general del disco. Pasando revista especifica al
repertorio, puedo señalar que el colorido exultante de ‘The Interpreter’, la
misteriosa serenidad de ’33 Years’, y la vibracion exotica elegantemente
manejada en ‘The Ciceron’ los convierten en los numeros de mi mayor
preferencia, aunque debo decir que cada vez que escucho este disco quedo
incondicionalmente prendido de el desde la fanfarria majestuosa y cautivante
con la que entra ‘Initiation’.
En suma, “Cheval” es la constancia de madurez de una banda que estaba
destinada a cosas grandes dentro de la escena progresiva contemporanea, tal
como nos consta hoy en dia.
Cesar Mendoza
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