Temas
- I and You and Me – part I (1:26)
- The Eclectic Measure (6:56)
- Forgotten Souls (3:45)
- My Ambiguity of Reality (1:55)
- The Antagonist (3:56)
- Halfway to the Stars (3:38)
- I and You and Me – part II (6:25)
- Ominous (But Fooled Before) (5:41)
- The Point of No Return (7:42)
- Deus Ex Machina (6:57)
Integrantes
- Steve Houtmeyers: voz, guitarras eléctricas y acústica, Theremin, Space echo
- Tom Vanlaer: bajo, pedales Moog Taurus, órgano Hammond, Fender Rhodes
- Steven Marx: saxos tenor y barítono, órgano Hammond, Fender Rhodes,
Mellotron, clarinete
- Dave Houtmeyers: batería, percusión, tímpanos, glockenspiel, sintetizadores
Korg MS20, MS50 y SQ10
Cuarto disco del ensamble belga de rock retro-psicodélico Hypnos 69: “The
Eclectic Measure” es un disco repleto de músculo, neurosis y nihilismo, donde
los momentos de áspera potencia se conjugan muy bien con otros momentos de
introspección espiritual, mientras que las sonoridades espaciales, los
vendavales rockeros viscerales y las pulsaciones hipnóticas arman un repertorio
sólido. Imaginemos una combinación entre el primer King Crimson, el Hawkwind
pre-“Mountain Grill”, el Van der Graaf pre-“Pawn Hearts”, el Pink Floyd 69-71 y
T-Rex, ostensiblemente atravesada por las vibraciones opresivas más modernas de
Anekdoten y Explosions in the Sky: este ejercicio mental, un tanto exigente en
verdad, nos permitirá visualizar en algo lo que podemos esperar de este disco.
Se trata de un concept-disc cuya temática gira en torno al viaje de un hombre
hacia el interior de su alma para encontrar y confrontar sus propios demonios.
‘I and You and Me – part I’ es una intro que emite una atmósfera a lo ‘Space
Oddity’ floydizado, permitiendo así elaborar una expectativa ante los iniciales
efluvios filudos y agresivos del tema homónimo. Desde ya cabe decir que ‘The
Eclectic Measure’ es uno de los puntos álgidos del disco al cual da título,
generando una ambientación psicodélica penetrada por ambientes melancólicos
llenos de un lirismo razonablemente ácido. ‘Forgotten Souls’ comienza como una
balada típicamente psicodélica, muy a lo VdGG primitivo: en el intermedio, al
entrar a tallar la guitarra acústica y el mellotron, la cosa se torna hacia una
sonoridad más etérea antes de volver al motivo central. El breve instrumental
‘My Ambiguity of Reality’ porta un lirismo cálido que nos recuerda los momentos
más intimistas del primer King Crimson y de Gnidrolog: el clarinete se roba la
escena con sus delicadas líneas antes de que la llegada de ‘The Antagonist’ nos
ofrezca un potente híbrido de Hawkwind y stoner con sazones escandinavas
crimsonianas: la base compositiva de este tema tiene un directo gancho rockero,
pero el mismo viene convenientemente adornado con ciertos quiebres rítmicos
típicamente prog. ‘Halfway to the Stars’ es una balada acústica típicamente
heredada del hippismo psicodélico: imaginemos un tema de los CSNY, inspirado en
el ‘Across the Universe’ de The Beatles y reciclado a través de la óptica del
David Bowie del “Space Oddity”. ‘I and You and Me – part II’ desarrolla su
extensión parcialmente anunciada en el prólogo del disco: se nos muestra como
una combinación entre el espíritu bucólicamente ingenuo del tema precedente y
los vuelos psicodélicos de un VdGG pasado por el filtro de Explosions in the
Sky. Es en los últimos minutos que esta segunda faceta llega a sus máximas
cuotas de expresividad, aumentadas merced a la presencia de sintetizadores
espaciales a lo Hawkwind.
Los últimos tres temas exploran la cumbre sonora de la banda en su faceta más
decididamente extrovertida. ‘Ominous (But Fooled Before)’ desarrolla
ambientaciones grisáceas, muchas veces bordeando lo siniestro, en un viaje de
psicodelia heavy de talante crimsoniano y acentos stoner, aparte de algunos
fuertes coqueteos con el jazz en algunos breves pasajes instrumentales
liderados por el saxo. ‘The Point of No Return’ expone una buena dosis de
progresivo psicodélico modernizado, concluyente con lo que desde otro país del
continente europeo hace Metrognome: la base compositiva de esta pieza es
básicamente un jam que da pie a variaciones bien llevadas de ambientes y
acentos, con efectivos solos de guitarra, efectos cósmicos de sintetizador y
una dupla rítmica que explota las posibilidades tribales de los pasajes más
intensos. ‘Deus Ex Machina’ cambia de registro hacia un espíritu mucho más
lánguido, a medio camino entre el Pink Floyd más meditativo y la vibración
otoñal del post-rock: las cadencias jazzeras emitidas en el solo de piano
eléctrico aportan un colorido interesante, aunque ciertamente no apuntan a
modificar el imperante intimismo nebuloso. En los dos últimos minutos se
desarrolla una sonoridad más plena con el ingreso de las efectivas cortinas de
mellotron y la incrementada expansión de los guitarreos (doblados en los riffs
y fraseos solistas), y cómo no, esos efectistas golpes de tímpano que le dan un
toque final de fastuosidad al asunto. Personalmente, hubiera preferido que este
epílogo hubiese sido un poco más largo y se hubiera encaminado hacia una mayor
agresividad sonora, pero tal como está también funciona muy bien como broche
del disco.
Haciendo un poco de historia, el grupo se disolvió a poco de lanzar al mercado
este excelente disco que es “The Eclectic Measure”. A los pocos meses, sobre
todo motivados por la cálida recepción del disco en los círculos prog de
Internet, el grupo se reunió y ha estado llevando una actividad consistente en
2008, incluyendo su participación en el Festival Crescendo. Espero que esta
segunda oportunidad que Hypnos 69 se ha dado a sí misma se traduzca en obras
progresivas tan buenas como ésta.
César Mendoza
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