Temas
- Sueño de Luz (3:22)
- Tierra del Indio (4:26)
- Selva del Sol (10:32)
- Piel de Cobre (6:59)
- Maíz Azul (2:33)
- Trigo Maduro (2:43)
- Vidala del Corazón (6:56)
Integrantes
- Hugo Ojeda: voz, percusión, vientos
- Jorge Alfano: bajo, contrabajo
- Mario Vannini: guitarras, charango, vientos, coros
- Rubén Bloise: batería, percusión
- Sergio Vainikoff: teclados
Las escenas de jazz-fusión y nuevo folklore en Argentina fueron muy prolíficas
en la Argentina de los 70s, teniendo a Arco Iris como un referente en la cima
de estas vertientes musicales. Para la segunda mitad de los 70s, Horizonte tomó
las influencias de Arco Iris y de unos Jaivas que gradualmente se iban haciendo
más progresivos, logrando así generar una propuesta musical arraigada en lo
vernacular y desarrollada a través de los lenguajes del jazz moderno y el rock.
La pieza de apertura’ Sueño de Luz’ porta una adorable candidez propia del
folklore sudamericano andino: la sección más detenidamente rockera del final no
rompe con esto, sino que simple y llanamente le da un matiz refrescante para
redondear la idea. El tema 2 ‘Tierra del Indio’ reitera la cándida extroversión
del primer tema, pero con un sonido un poco más áspero, decididamente más
rockero, afín a lo que hizo Arco Iris en sus significativos álbumes
“Sudamérica” e “Inti Raymi”. Con sus 10 ½ de duración, “Selva del Sol’ ofrece
la aventura musical más extensa del disco. Se trata de un tema enteramente
instrumental en el que Horizonte se deja llevar más allá de lo usual por sus
inclinaciones de sofisticación sonora: el resultado final es un viaje de
progresivo folklórico de gran envergadura, a la altura de las piezas más
ambiciosas de Los Jaivas en sus discos “Indio” y “Canción del Sur”. Claro está,
Horizonte imprime su lirismo propio a este viaje, cuyo núcleo está compuesto de
dos motivos bien definidos y un interludio sereno que opera como puente. La
guitarra eléctrica es el instrumento sobre el cual cae el mayor peso del
desarrollo melódico del tema; el ritmo de malambo que opera en la mayor parte
de la base asegura una cadencia hipnóticamente telúrica. Es una verdadera
delicia para el fan progresivo promedio. La segunda mitad del disco comienza
con ‘Piel de Cobre’, tema que consta de una parte cantada muy melancólica y
otra más extrovertida, instrumental, conectad estilísticamente al tema 2. ‘Maíz
Azul’ es una balada de raigambre andina con una (demasiado) breve coda
colorida, mientras que ‘Trigo Maduro’ es un rock-fusión a medio tiempo que
absorbe en parte la influencia de Jethro Tull. Los últimos 7 minutos del disco
están ocupados por ‘Vidala del Corazón’, una canción apasionada que refleja muy
bien las facetas melancólica y vibrante de la idiosincrasia andina dentro de un
esquema de progresivo-fusión.
Aunque será en su segundo disco “Señales sin Edad” donde Horizonte logre
plasmar la plena madurez de su visión musical, el hecho es que este disco
homónimo vale por sí mismo como una excelente muestra del mejor rock-fusión que
se hacía en la vanguardia argentina de los 70s. Pieza para coleccionistas, sin
dudas ni objeciones (… al menos, para mí…).
César Mendoza
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