Temas1. Introduction Vegetarienne (7:18)
- Tetraktys (5:08)
- Artefact (4:01)
- Film (4:35)
- Grass (3:01)
- Umanak - Marquis De Saint Cricq (14:13)
- Ce Sont Des Choses Qui Arrivent (6:12)
- Les Lions (3:57)
- Oarystis (4:35)
- Gargamel Chez Les Cosaques (1:35)
Integrantes- Jean Cael: bajo, sintetizador, voz
- Daniel Koskowitz: batería, percusión, caja de ritmos, voz
- Antoine Gindt: guitarra, sintetizador, voz
- Alain Casari: saxo alto, clarinete, flauta, voz
- Denis Tagu: piano, órgano, guitarra, voz
Hellebore es el nombre de uno de muchos ensambles de rock experimental que
surgieron entre fines de los 70s e inicios de los 80s en la escena continental
francófona para mantener viva la llama de la música progresiva por sus
vertientes más osadas (RIO, zeuhl, chamber-rock, jazz-prog, concreta
electrónica, etc.). Esta banda en cuestión tenía como sus referentes más
cercanos a Henry Cow, Etron Fou Leloublan, Art Bears y Pataphonie, lo cual la
llevaba a edificar una estructura sonora menos ampulosa y menos exquisita que
la plasmada en el estándar de Univers Zero o Art Zoyd: con todo, estos dos
grupos no eran del todo ajenos a las inspiraciones primarias de Hellebore, pero
es cierto que lo adusto y lo árido son los recursos más notorios en el
repertorio de éste, su único LP, "Il Y A Des Jours".
'Introduction Vegetarienne' comienza con un soliloquio instalado sobre efectos
de disco ocasionalmente rayado, aleatorias intervenciones instrumentales y
distorsiones finales de timbre vocal: un extrañísimo preámbulo a un cuerpo
central que se focaliza en etéreas excursiones sonoras que nos pueden hacer
recordar a Etron Fou Leloublan y Aksak Maboul, tal vez también a un Art Bears
"dulcificado", con ese suave equilibrio de teclados, percusión real, percusión
programada, clarinete y punteos de guitarra, un equilibrio dominado por un
espíritu de contemplación que no es del todo ajena a cierta inquietud del
entorno. 'Tetraktys' va por la misma onda aunque se nota que la inquietud
disminuye a favor del realce del tenor contemplativo, resultando éste bastante
envolvente a despecho de los arrogantes adornos rítmicos que Koskowitz elabora
en su batería en el interludio. Con 'Artefact' sí nos topamos con un Hellebore
dispuesto a sumergirse en la aureola oscura que tan apropiadamente se ha
convertido en un estándar del RIO francófono: no hallamos aquí la exaltación
siniestra de unos Univers Zero ni la densidad surrealista de unos Art Zoyd,
pero sí podemos detectar un aire de misterio inescrutable, casi mortuorio a
veces, en los pasajes lánguidos que se alternan con otros un poco más
extrovertidos (sostenido el primero sobre un compás de tendencia cabaretera).
'Film' y 'Grass' concluyen la primera mitad del repertorio oficial del disco:
'Film' desarrolla una continuidad con la perturbación estilizada y los aires
grisáceamente fiesteros que marcaron la pieza anterior, incluyendo una sección
de percusiones y palmas; por su parte, 'Grass' suena a un híbrido de Pataphonie
y Zappa del "Zoot Allures" con una dosis extra de contagiosa agilidad en medio
de los bizarros juegos de atonalidades que se circunscriben en el perpetuo
clímax dirigido por las guitarras duales. 'Umanak - Marquis De Saint Cricq' es
la maratón del disco, durando poco más de 14 minutos. El ensamble comienza el
asunto proyectando un suave viaje sonoro que porta mucho de la calidez propia
del Canterbury jazzero, algo motivado principalmente por la cadencia del piano
y las delicadas líneas del clarinete, pero poco después de pasados los dos
minutos y medio, la pieza vira hacia una dimensión extrovertidamente densa, muy
marcada por la confluencia de free-jazz, musique concrete y salvajes
manifestaciones de extravagancia en los arreglos vocales y el delirante solo de
saxofón. Esta sección no dura mucho pero sí ejerce el suficiente impacto en la
musicalidad en curso como para generar un consistente ejercicio de tensión
contenida en la sección siguiente. El desarrollo ulterior de la pieza se inicia
con un despliegue de inquietud minimalista que, a su vez, siembra el camino
para un ejercicio de chamber-rock basado en flotantes capas y atmósferas
cósmicas de sintetizador, además de un solo de bajo que parece un tributo al
maestro Hugh Hopper. La penúltima secuencia es de corte krautrock sintético (un
poco a lo Cluster), mientras que la última se sostiene en una confluencia entre
el Henry Cow del "Western Culture" y Etron Fou Leloublan. Los últimos seis
minutos del repertorio oficial están ocupados por 'Ce Sont Des Choses Qui
Arrivent', tema que comienza en perfecta confluencia con la última secuencia
del tema precedente, para a partir de ahí retomar la serena calidez que se
había pronunciado en los primeros dos temas del álbum, aunque esta vez la
presencia predominante de los vientos y el cariz mayormente acústico de la
instrumentación hace que la pieza se inunde de vibraciones canterburyanas, muy
en onda con los proyectos de Ian Carr y Keith Tippett. Los efectos de sonido
percusivos en reversa del final generan un efectivo cierre misterioso para el
álbum en sí.
Los tres bonus tracks de la edición digital de "Il Y a Des Jours" son 'Les
Lions', 'Oarystis' y 'Gargamel Chez Les Cosaques'. 'Les Lions' hereda la
tensión calculadamente cáustica de 'Grass', añadiendo una intensificación de
los desarrollos disonantes del motivo central y una cercanía más profunda al
Henry Cow de "In Praise Of Learning"; 'Oarystis' también tiene ciertos aires a
lo Henry Cow, pero esta vez con un aura más reposada y una atmósfera un poco
más oscura; finalmente, 'Gargamel Chez Les Cosaques' parece una breve pieza
reggae reacomodada por un ensamble de músicos de Aksak Maboul y Art Bears.
Nunca viene mal un poco de humor satírico al rock in opposition, y Hellebore
sabe llevar a buen puerto esta aparentemente frívola idea. En conclusión, "Il Y
a Des Jours" es toda una experiencia para los coleccionistas de RIO y otras
formas extravagantes de experimentación progresiva.
César Mendoza
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