Temas
- Stand By 97 14:04
- Une Drole de Journee 97 3:59
- Bolero 97 21:44
Integrantes
- Richard Pinhas: guitarra, sintetizadores Moog y Polymoog, vocoder, efectos
electrónicos
- Patrick Gauthier: sintetizadores Mini-Moog y Polymoog, piano, otros teclados
- Francois Auger: batería, percusión (Kolossal Percussive)
- Didier Batard: bajo
Colaboradores - Klaus Blasquiz (voces), Didier Badez (secuenciador)
Séptima obra fonográfica de Heldon, "Stand By" elabora una profundización en la
estrategia sonora encarnada en "Interface", logrando exitosamente completar un
esquema sonoro con mayor cohesión, comparativamente. Teniendo dos temas
extensos dentro de un repertorio de tres, resulta obvio que Richard Pinhas y
sus secuaces tienen la directa pretensión de nutrir su oferta cibernética
dentro del rockl experimental con expansiones y ribetes épicos. Cabe mencionar
a un colaborador de lujo como Klaus Blasquiz (insigne miembro del mundo
magmiano, así como de Weidorje), quien luce parte de su peculiar estilo vocal
en el segundo tema del disco, compuesto por otro colega magmiano (también leal
colaborador de Pinhas), Patrick Gauthier.
"Stand By" es un frenético ejercicio de aguerrida psicodelia rockera cuya
duración de casi BC de hora le permite elaborar expansiones poderosas para los
diversos riffs que se van sucediendo a la base de una instrumentación
tremendamente sólida. La dupla rítmica se comporta como todos los dioses mandan
a la hora de cimentar el tránsito a través de las diversas secciones, mientras
que el brutal bajo eléctrico va ornamentando el viaje musical. El rol de lo
sintetizadores es más ambiental que otra cosa, no ocupando un rol notorio como
en otras piezas del disco, pero sí logran infiltrar sus adornos cósmicos en
medio de los muy avezados fraseos que Pïnhas enarbola sobre el camino. Esta
pieza es tremendamente crimsoniana (sin valerse de recursos clónicos), con
claros ribetes a lo "Red", añadiendo esa sequedad muscular propia de la faceta
más heavy del krautrock y, tal vez, también algunas cadencias pulsátiles a lo
zeuhl. En uno de los pasajes creo reconocer el anticipo de algún motivo que un
par de años más tarde habrá de reaparecer en el disco solista de Pinhas
"L"Ethique". La pieza culmina con un motivo lánguido que apela a sutilezas
tétricas, curiosamente emparentadas con el estándar de Black Sabbath. "Une
Drole de Journee" es un peculiar viaje musical donde confluyen la electrónica
de raigambre germánica, el jazz-rock y la faceta más candorosa del zeuhl. A
pesar de que dura poco menos de 4 minutos, porta una majestosa complejidad
estructural muy a tono con lo que comúnmente se concibe como lo
"auténticamente" progresivo=85 pero, ojalá hubiera durado un poco más. La
segunda mitad del disco está ocupada por el ambiciosos tema "Bolero", todo un
emblema del giro cibernético que Heldon siempre ha propuesto proveer al rock
experimental desde su particular postura. Ahora sí que los sintetizadores se
afianzan en una posición frontal dentro del esquema instrumental que Pinhas y
sus compinches crean, desarrollan y refuerzan. El pasaje introductorio es
bastante solemne, combinando percusiones marciales con calculados golpes
tenebrosos (a lo zeuhl) y destacados factores sintetizados (más o menos a lo
Tangerine Dream). La expansión de largo plazo que sigue a continuación se
articula siguiendo prioritariamente el molde de TD ("Rubycon", "Ricochet") y
Schulze ("Mirage"). Más adelante, el frenesí rítmico baja un poco para pasar a
compases un poco más fusionescos, pero ciertamente lo cibernético y lo
modernista siguen imperando en la arquitectura sónica. También sale a colación
la guitarra de Pinhas, enraizada al frente con una exhibición de texturas
neuróticas, retorcidas sin excesiva distorsión a fin de armonizarse con
razonable naturalidad con los fondos diseñados por los sintetizadores. Esta
tónica espacial se expandirá de forma consistente hasta el final, donde el
grupo logra elaborar un medido ejercicio de calma gradual.
Con este disco, Heldon cerró una fructífera obra de vanguardia progresiva:
"Stand By" exhibe una muestra esencial de la ideología progresiva de Richard
Pinhas, y no son muchos los que sinceramente recomiendan que ésta sea la vía de
entrada para el neófito. Para todos los melómanos progresivos de insaciable sed
experimental... !incondicionalmente recomendado!
César Mendoza
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