Temas
- Spirit of the Dance
- Little Red Fry-Up
- Rainbow
- Siam Seesaw
- Joie de Vivre
- Red Light
- Melancholic Race
- Theme for an Imaginary Western
Integrantes
- Dave Greenslade: teclados, vibrafono, glockenspiel
- Dave Lawson: teclados, percusion, flauta, voz
- Tony Reeves: bajo, pedales bajos
- Andrew McCulloch: bateria, percusion
Colaboradores – Graham Smith (violin), Clem Clempson
(guitarras)
El tercer disco de Greenslade muestra a una banda aun en buena forma para
seguir ejercitando su sinfonismo construido y revestido por los dobles
teclados. En algun lugar he leido que este disco supone un bajon en la
carrera de Greenslade, pero yo discrepo con este diagnostico. De hecho, creo
que este disco refleja una serie de novedades interesantes en el sonido de
la banda, especialmente en lo que se refiere a un manejo mas concienzudo y
curioso de los sintetizadores, y la inclusion ocasional del violin y la
guitarra para añadir coloridos instrumentales mas diversos que en ocasiones
anteriores. Lo que yo si percibo como un handicap es el hecho de que, a
contrapelo del aumento de la riqueza sonora, los temas nuevos son ejecutados
con un dosis menor de energia, lo cual lleva a un aminoramiento de la fuerza
propia del blues y el jazz que tan buenos reditos le dio a la banda en sus
dos primeros discos. Pero, con todo, y a pesar de que no lo pongo a la
altura de estos discos, en lo personal considero que ‘Spyglass Guest’
significa una continuacion coherente del periodo de mayor gloria e
inspiracion musical de los señores Greenslade y Lawson, los dos compositores
del grupo.
“Spirit of the Dance” sirve de estimulante punto de partida con su buena
polenta y sus ligeros tintes de corte celtico, manejados exquisitamente por
el organo y el piano electrico en sus mutuos dialogos, añadiendo retazos de
mellotrones de cuerdas y flautas, sobre una base ritmica precisa y
entusiasta. “Little Red Fry-Up” es el primer numero cantado, el cual
conserva la misma actitud ironica y aspereza blueseada de otros temas
anteriores compuestos pro Lawson. Tambien de Lawson es el intrigante numero
que viene despues, iniciado por una primera seccion instrumental eterea,
donde los sintetizadores ARP, la bateria, y algunos platillos y gong se
conjugan perfectamente con un sonido de lluvia torrencial para crear un
clima emocional tipicamente invernal; la segunda seccion es una sencilla
balada cantada, con el solo acompañamiento de un relajado piano electrico y
una coral hipnotica, creando asi un agradable ambiente introspectivo en
contraste con el torrente previo. Con el instrumental “Siam Seesaw”, el
tono introspectivo se mantiene merced al efectivo dueto entre piano
electrico y guitarra acustica, pero en este caso la tendencia se matiza con
la introduccion de un pasaje blueseado donde la guitarra electrica invitada
ejecuta un solo atractivo lleno de gancho.
El lado B del vinilo se inicia con “Joie de Vivre”, una pieza elegante,
sobria, bien elaborada y ejecutada con fineza: mencion especial para la
intervencion del violinista invitado Graham Smith, quien pone su cuota de
exquisita maestria en la parte final del tema. “Red Light” es una
semi-balada ironica que sirve como breve punto de reposo para otro
instrumental de corte jazzero, “Melancholic Race”, aunque siempre
manteniendo el tenor sinfonico general tan propio de Greenslade merced a los
cambios de ambiente, las cortinas de mellotron y solos de sintetizador y
piano que entran a tallar sucesivamente. En lo personal, hubiera deseado que
este numero hubiera sido mas extenso, y tambien me hubiera gustado que la
produccion de sonido le hubiera sacado el jugo a su fastuosidad inherente:
me da la impresion que las orquestaciones de mellotron y organo suenan
demasiado opacas para lo que exigia el tema (a comparacion con el brillo
exhibido sin recelo en “Joie de Vivre”), pero en lineas generales es un tema
bastante bueno.
Otro desacierto me parece el cerrar el album con un trivial cover de un tema
de Jack Bruce tan languido como “Theme for an Imaginary Western”, pues se
corta anticlimaticamente con el sabor de boca entusiasta dejado por
“Melancholic Race”.
A pesar de las atingencias mencionadas inmediatamente antes, debo insistir a
modo de conclusion general en que ‘Spyglass Guest’ es una muestra excelente
de prog sinfonico ejercido con oficio e inventiva.
Cesar Mendoza
|