Temas
- Dagon (3:51)
- Il Cacciatore Di Farfalle (6:52)
- Il Parruchhino (3:15)
- Sinfonia No.1 (Notturno) (3:15)
- Kindering (3:29)
- Sinfonia No.2 (Vento Di Libeccio) (3:21)
- Cthulhu (4:53)
- Hotel Plaza (4:55)
- Megavalse (4:55)
- Honky Tonky (5:42)
Integrantes
- Nino Cotone: violín
- Maximilian Brooks: piano
- Ben Newton: teclados, acordeón, fagot
- Pietro Lusvardi: contrabajo
- John Sheperd: guitarras
- Rob Bellamy: batería
El ensamble italiano Gatto Marte vuelve al ruedo fonográfico en este año 2012
con un disco bastante exquisito titulado "Marte Sulla Luna". Se trata del
octavo ítem a cargo de este ensamble italiano formado a mediados de los 90s en
torno al formato de cuarteto de piano-violín-contrabajo-fagot con la misión de
crear un estilo ágil de chamber-rock que se tomara en serio las influencias del
RIO francófono así como de la fusión, el folk y el avant-jazz. "Marte Sulla
Luna" es también el primer disco de la banda sin el fagotista original Giuseppe
Brancaccio, pero para eso está Ben Newton, quien también toca acordeón y
teclados adicionales. Con la adición de un guitarrista y un baterista, el
ensamble concretiza una sonoridad muy pletórica, y de hecho, se trata de uno de
los trabajos más íntegramente líricos que ha hecho la banda hasta ahora. Lo
reseñamos detalladamente a continuación.
"Dagon" abre el disco con un colorido y un vigor notables, siendo así que el
violín ocupa un rol vitalmente protagónico en el diseño del cuerpo central de
la composición; el clímax conclusivo guiado por la guitarra es tan llamativo
que nos deja un poco con la miel en los labios al no ser un poco más extenso,
pero el fondo no importa, pues "Il Cacciatore Di Farfalle" emerge para
llevarnos hacia senderos de musicalidad muy diferentes, llenos de una calidez
cautivadora que mucho tienen que ver con el fastuoso sinfonismo de la tradición
italiana y muy poco con las habituales capas de oscuridad y densidad que
abundan en el chamber-rock. Siguiendo por el camino de la pura calidez, "Il
Parruchhino" nos recuerda más al Isildur"s Bane de la época de "The Voyage",
con ese sentido de la exquisitez bien llevado a través de la intensa pero
delicada armonización en el diálogo establecido por los instrumentos. Por su
parte, "Sinfonia n.1 (Notturno)" asume una aureola más grisácea, levemente
inquieta (a lo Kronos Quartet), basándose en el desarrollo de una atmósfera
moderadamente densa, mientras que "Kindering" elabora un clima más juguetón, el
mismo que es manejado con serenidad bajo la guía del piano. Estos dos temas
tienen en común el realce que se da a las cadencias de inspiración jazzera
desde la dupla rítmica. "Sinfonia No.2 (Vento Di Libeccio)" retoma el espíritu
de la "No. 1" y la revitaliza con una agilidad sinfónica realmente deliciosa:
se puede decir que con la secuencia de estas tres piezas, el álbum llega a un
cénit contundente. Cuando emerge "Cthulhu", el ensamble echa mano de su faceta
más densa para armar un juego de claroscuros sonoros bastante inspirado: las
confluencias con los idearios musicales de Yugen y Ske son fáciles de advertir
en esta situación, lo cual es un indicio de lo pertinente que es contar con una
pieza de tanto carácter inmediatamente después del mencionado cénit. "Hotel
Plaza", por su parte, suena a una amalgama de las atmósferas y ambientes de los
temas segundo y tercero: a través de su refinada arquitectura melódica, el
motivo central destila una candidez envolvente y cautivadora. "Megavalse" sigue
en su base compositiva el esquema de un vals sinfónico, recurriendo nuevamente
a las aristas densas de la banda: las afinidades con Univers Zero y el After
Crying pre-"De Profundis" son rápidamente apreciables. "Honky Tonky" cierra el
disco con un ejercicio de música de cabaret alimentado con una cierta aureola
circense que es manejada con la suficiente sobriedad como para el humor
reinante no se haga farsesco: parece que ésa es la idea, especialmente cuando
algunos pasajes plagados de una cálida ceremoniosidad sinfónica también entran
a tallar. El empleo de tonalidades blueseras en ciertos fraseos de la guitarra
es un truco muy curioso dentro de este contexto. Atención a la coda minúscula
que surge tras unos segundos de silencio, lo cual hace que la idea humorística
se redondea con travieso ingenio.
Reiteramos que "Marte Sulla Luna" es un disco hermoso y exquisito, y como tal,
merece ser apreciado como una de las joyas progresivas más notables del
presente año 2012. También puede ser una ocasión óptima para que los neófitos
entren en el mundo musical de Gatto Marte.
César Mendoza
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