Temas
- UM-TUT-SUT (8:57)
- No Raven Tonight (9:08)
- Perseids (14:12)
- Black Day / White Light (9:34)
- The Souls of the Damned Live in Failed Works (9:27)
- Pioneers Over C (14:43)
Integrantes
- Mike Sary / bajo, Chapman stick
- Tony Hall / guitarras, voces
- Bob Douglas / batería, voces
- John Robinson / teclados
- Gregory Acker / saxos, flauta, pícolo
- Peter Rhee / violín
- Gary Hicks / trompeta
Cuarto disco de French TV, “Intestinal Fortitude” exhibe un catálogo que a
todas luces revela una confianza más osada de parte de Mike Sary y cía. en el
desarrollo de piezas de largo aliento, a la vez que logran conservar un punche
que ya a estas alturas les es típico. No se trata de un disco particularmente
inaccesible, pues los esquemas melódicos creados para este álbum resultan
bastante llamativos en líneas generales: en especial, los tres primeros temas
del álbum cuentan con suficiente gancho (desde la perspectiva progresiva) como
para ir capturando la atención del oyente de manera natural.
Durando casi 9 minutos, ‘UM-TUT-SUT’ ofrece los primeros despliegues de
juguetona extravagancia del disco: elaborando un colorido musical que suena a
un Zappa jazzeado con toques de Canterbury, esta pieza equilibra perfectamente
la controlada variedad de ambientes incluida en su esquema compositivo. En los
pasajes más serenos podemos encontrar un claro aire de familia con otra banda
norteamericana de pronunciada raigambre experimental, A Triggering Myth, y por
vía indirecta, recibe ciertas herencias de Happy the Man. ‘No Raven Tonight’ sí
llega al límite de los 9 minutos, resultando una pieza muy agradable dentro de
los confines de sorpresa y tensión armónica a los cuales French TV es tan
adepto. Esta pieza prosigue con los resabios tipo Happy the Man, añadiendo
además fuertes matices de However y el BillBruford de “Feels Good to Me”, más
ciertos adornos tipo Art Bears. Esos hermosos aires de exquisita extravagancia
que rebosa ‘No Raven Tonight’ son producto de la suprema delicadeza con la que
el ensamble ha desarrollado las ideas musicales patentemente neuróticas que han
sacado a la luz para esta ocasión: esto resulta especialmente efectivo para la
coda en clave de vals sinfónico, dando la impresión de una fiesta cortesana
dadaísta organizada por lunáticos recién escapados de un manicomio que se han
apropiado de los habitáculos de un palacio abandonado. A pesar de su dulzura
estructural, esta sección me da miedo a través del deleite melómano. El canto
de Hall y Douglas tampoco ayuda a aliviar este bien logrado ambiente alucinado.
‘Perseids’ comienza con climas etéreos bien sostenidos por la labor sutil de la
dupla rítmica, mientras que los acordes de la guitarra y los retazos de teclado
y violín van completando el cuadro con suavidad. A diferencia del tema
precedente, ‘Perseids’ ostenta una atmósfera lírica bastante llamativa, la
misma que llega a un punto álgido en el pasaje donde las escalas de guitarra
clásica y las florituras de la flauta ingresan para virar las cosas un poco
hacia lo pastoral. Poco antes de llegar a los 8 ¾ minutos, llega una sección
sinfónica que me recuerda a un Nektar yesseado, aunque hay que reconocer que la
solvencia vocal de los involucrados no es demasiado impresionante – en todo
caso, esta sección sirve para retomar el pasaje inicial y darle un dinamismo un
poco más pronunciado, incluyendo un fantástico solo de guitarra donde Hall da
una cátedra completa sobre cómo utilizar texturas con limpieza y efectividad.
Con ‘Black Day / White Light’, el grupo vuelve a manifestar paisajes musicales
con desbordante colorido, siendo así que en su primera mitad se expresa una
buena dosis de energía: esta primera mitad establece una fluida mezcla de
jazz-rock y chamber-rock (tipo Cartoon), mientras que la última mitad se enfila
hacia un fulgor marcadamente melódico que curiosamente se hace bastante
contemporáneo (parece un intermedio entre Echolyn y Spock’s Beard). ‘The Souls
of the Damned Live in Failed Works’ continúa este viaje progresivo ecléctico
con un regreso parcial a la huella zappiana, atravesando parajes sonoros que
acusan algunas veces el influjo de las facetas disonantes del jazz-rock de los
70s, y otras la línea grisácea del RIO continental (aunque en un formato
bastante accesible en comparación). Hay un solo de sintetizador excelente que
me suena bastante al estereotipo de Watkins: este momento conforma un pico del
tema que estamos comentando. El disco concluye con un cover de la clásica suite
vandergraffiana ‘Pioneers Over C’, que recibe en manos de French TV un
tratamiento más rockero pero sin poder ni de cerca emular la magia del
original. Buen intento, que no grandioso.
En fin, tenemos aquí un muy buen disco de French TV que refleja dimensiones
abiertas de su visión musical ecléctica, igualmente cerebral y despreocupada,
prolija en sus arreglos y no demasiado densa en sus ágiles ejecuciones. French
TV tiene en su catálogo obras más brillantes que “Intestinal Fortitude”, pero
ello no significa que esta misma no sea una gema digna de genuino aprecio por
cualquier melómano progresivo exigente. En mi opinión, “Intestinal Fortitude”
lo es, y por eso merece una nota aprobatoria alta.
César Mendoza
|