Temas
- Imperio De Cristal (6:27)
- Mosoj Pacha (Nuevo Mundo) (4:57)
- Sombras En La Oscuridad (3:42)
- El Jardín Secreto (6:15)
- Mar Amargo (pt 1 y pt 2) (7:41)
- Sueños Diurnos (6:48)
- Laberinto (5:33)
- Despertar (7:36)
- Hasta El Final (9:57)
Integrantes
- Alonso Herrera: guitarras eléctricas y acústicas, voz
- Alejandro Jarrín: bajo, coros
- Junior Pacora: flautas, zampoñas, quena, charango, cajón, bombo legŸero,
congas, coros
- Carlos Llontop: batería, coros
- Ignacio Flórez; guitarra rítmica, coros
Colaboradores - Emiliano Obregón (solos de guitarra en 8 y 9, arreglos
sinfónicos en 5 y 9), Agustina González (voz y coros en 4 y 9)
Flor De Loto refuerza y confirma el posicionamiento crucial que se ha forjado
desde hace años dentro de la vanguardia rockera peruana: "Imperio De Cristal"
es el disco que trae nuevos pergaminos para esta confirmación, demostrando por
qué Flor De Loto es en sí mismo un referente relevante dentro de la élite del
rock progresivo sudamericano. Para éste, su cuarto disco, Flor De Loto saca
lustre al formato redefinido de su formación, con el nuevo baterista Carlos
Llontop (quien reemplaza al histórico Jorge Puccini), el afianzado flautista
Junior Pacora quien añade percusiones y charango a su logística individual y el
ingreso oficial de Ignacio Flórez como segundo guitarrista, escalando
posiciones desde su inicial rol como guitarrista ocasional de apoyo. Por su
parte, los mismos de siempre, Alonso Herrera y Alejandro Jarrín, siguen
explayando sus inclinaciones creativas con un bloque de composiciones maduras
donde el filo rockero y el dinamismo esenciales a la banda exhiben un brillo
creciente. Este disco es también el que ha tenido un proceso más ambicioso de
grabación y producción en lo que va de la discografía de la banda: fue
registrado en Virtual Estudios de Buenos Aires, contando con la entusiasta
participación del productor Emiliano Obregón también en arreglos orquestales en
un par de temas, así como algún que otro solo de guitarra por allí.
En varios momentos y aspectos, se nota que este disco arrastra la inercia
provocada por el dinamismo aguerrido y épico que tan anchamente se desarrolló
en el trabajo anterior "Mundos Bizarros". Tanto la pieza homónima que abre el
disco como "Sombras En La Oscuridad" brindan un sólido testimonio de ello. La
primera da marcha a la maquinaria sónica de la banda con frontal contundencia,
revelándose como hermana menor de "Volver A Nacer" y "Mundos Bizarros"; la
polenta acrecentada para la sección final redondea la idea central de la pieza
con furiosa brillantez. La segunda baja un poco el tono épico del asunto,
optando por poner más énfasis en el gancho rockero en sí mismo (combinando lo
maidenesco y lo dream-theatero), aunque igualmente da muestras de esa
sofisticación rockera que ya es marca registrada de Flor De Loto. "Sueños
Diurnos" es otra canción que cae dentro de este perfil, aunque tiene la
particularidad de centrarse en aires menos extrovertidos que los expuestos en
las dos canciones anteriormente mencionadas: aparte de la afinidad en cuanto a
ingeniería compositiva y estructura sonora, hay en "Sueños Diurnos" un lirismo
tajantemente perfilado y una emotividad firmemente dibujada a través de los
arrebatos metaleros finamente estilizados. La idea de cerrar el álbum con una
composición particularmente ambiciosa del lote también es síntoma de la
"herencia bizarra" a la cual nos seguimos refiriendo: nos referimos a "Hasta El
Final", tema sobre el cual nos detendremos más adelante. Pero no se trata de la
única pieza explícitamente majestuosa del álbum, pues también tenemos en este
departamento a "Mar Amargo". Su primera sección se dedica a explorar atmósferas
contemplativas, portadoras de una energía dramática en medio de la predominante
serenidad; su segunda sección se articula bajo la lógica de la pomposidad a
través de la vibración céltica que el grupo elabora con nervio y precisión,
ayudado además por una serie de arreglos orquestales que están a cargo de
reforzar la opulencia sónica de una forma estilizadamente envolvente. Mención
aparte va para el solo de flauta que se desarrolla antes de la coda,
manifestación del brío y la gallardía impecables que suelen provenir de un
maestro como lo es Junior Pacora.
Yendo al resto del repertorio, es de notar de forma especial la presencia de la
primera composición de Pacora al grupo en el segundo corte: "Mosoj Pacha". Este
número instrumental se concentra en trabajar sobre una base de donde se
alternan cadencias de la costa norteña y la serranía sur peruanas, aunque lejos
de ser un simple ejercicio de fusión en base a lugares comunes, incluye su
buena dosis de colorido rockero, dosis utilizada con la debida inteligencia
para que la fuerza inherente a los riffs y solos de guitarra complementen la
lógica inherente al esquema compositivo. Incluso la irrupción rockera que
emerge en un breve interludio después de la barrera del tercer minuto y medio
es utilizado para solidificar la ilación temática en curso; las presencias de
las percusiones étnicas y el charango, por su parte, terminar de asentar el
aliento fusionesco dentro del bloque sonoro global. Tras la arquitectura
robusta del anteriormente mencionado "Sombras En La Oscuridad" llega otro
instrumental, "El Jardín Secreto", compuesto por Jarrín: su estructura melódica
ágil y colorida se alimenta de la inserción de variopintas texturas andinas,
célticas y arábigas dentro de un desarrollo compositivo que fluye de forma
natural a través de su diversidad. Como ocurre varias veces, los elementos
tullianos y rusheros dejan traslucir sus huellas en el esquema sonoro que la
banda crea para la ocasión. "Laberinto" es otro instrumental compuesto por
Jarrín. Su timbre inicial está basado en un manejo sobrio de climas metaleros
sobre un compás lento, permitiendo a la flauta diseñar figuras magnéticamente
melancólicas, pasando posteriormente a un segundo cuerpo donde la vibración
rockera se revitaliza de manera contundente: muy maidenesco el asunto, al
estilo de los tres últimos discos que han lanzado los reyes de la NWBHM. Para
el último minuto, el grupo elabora una cadencia rítmica de inspiración andina,
momento que aprovecha Pacora para tomar el charango y complementar con sus
rasgueos los sutiles ornamentos que Jarrín emite con su bajo. "Despertar" sigue
a continuación, despegando desde los cimientos etéreos con los que había
concluido "Laberinto" y volviendo a consolidar un viaje rockero sobre un
esquema rítmico ceremonioso que se hace debido eco del desgarro emocional
vertido en la letra: la letra pertenece a Jarrín, mientras que la composición
está a cargo del nuevo baterista Llontop. Mientras las secciones cantadas
reflejan la huella maidenesco-tulliana que recurrentemente se hace presente en
el mundo musical de Flor De Loto, el estupendo interludio instrumental se
explaya en trabajar ambiente y recursos de tipo Dream Theater y Fates Warning.
Y llegó la hora del final, o mejor dicho, "Hasta El Final", pieza que ocupa los
casi 10 último minutos del álbum. Esta pieza tiene un desarrollo consistente en
torno a la base melódica en torno a la cual se arma el cuerpo central,
encarnando una amalgama perfecta de ampulosidad prog sinfónica, destellos
metaleros de carácter rigurosamente solemne y lirismo de puro corte folk-rock.
En suma, "Imperio De Cristal" resulta una cumbre única e imponente para el rock
peruano del año 2011. Mis momentos personalmente favoritos están en "Mosoj
Pacha", "El Jardín Secreto" y la secuencia de los tres últimos temas, pero más
allá de esta observación de detalles seleccionados, vale la mirada general a la
cohesión bien integrada que se extiende a través de todo el repertorio del
disco. Tal como se ven (y oyen) las cosas, Flor De Loto tiene vida para rato
después de un pasado marcado por un continuo crecimiento y a partir de este
presente brillante.
César Mendoza
César Mendoza
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