Temas
- La Llegada
- Libelula
- Negativos de una Memoria Inexistente
- Ayahuaska
- El Errante
- El Niño y el Puerco
- Y
- Ritual
- Flor de Loto
- Suculentas Frutas
Integrantes
- Alonso Herrera: guitarras electricas y acusticas
- Alejandro Jarrin: bajo
- Jorge Puccini: bateria, percusiones
- Johnny Perez: flautas traversa y dulce, zampoña, secuenciador midi
Musicos adicionales: Rafael Valderrama (flautas traversa y dulce), Octavio
Castillo (mandolina en 4), Lalo Williams (sintetizador en 8).
La joven banda instrumental peruana Flor de Loto ofrece una propuesta
progresiva de gran calibre, producto de la confluencia bien amalgamada de
diversas fuentes musicales: la psicodelia de herencia floydiana/crimsoniana,
la gracia peculiar de Jethro Tull, algo de la cadencia densa y distante del
post-rock, la furia explosiva del hard rock, el jazz fusion, todo ello
ampliamente sazonado con colores y matices del folklore andino. El rol de la
flauta (u adicionalmente, el de otros vientos autoctonos) es crucial dentro
del sonido global del ensamble, incluso a pesar que la guitarra casi siempre
sale al frente para hacerse notar de forma contundente: en todo caso, no es
tanto el desafio como la complementacion lo que predomina en los duelos y
alternancias entre ambos instrumentos. Mientras tanto, la seccion ritmica se
porta de manera solida y bien afiatada, extendiendo las ramificaciones de su
labor fundante a fin de que los jams se expandan oportunamente, sin perder
un apice de precision. En mas de una ocasion el bajo es utilizado para
ayudar en la labor melodica, ya sea en conjuncion con la guitarra o la
flauta. En lineas generales se nota que esta banda ha trabajado su
repertorio con detenida minuciosidad, pues el nivel de complementacion entre
los cuatro musicos en todas las piezas del repertorio es simplemente
barbaro.
Las composiciones que completan este repertorio no suelen ser muy
entreveradas: la complejidad se plasma mayormente en los osados arreglos,
que se apoyan primordialmente en la capacidad del cuarteto para dejarse
llevar por extensos meandros sonoros. Es en estos meandros donde las ideas
melodicas hacen extienden sus elaboradas ramificaciones. En cuanto al nivel
musical del repertorio en si, es en verdad muy parejo, por lo cual elegir un
favorito resulta muy dificil en terminos objetivos. Lo que si podemos
señalar es que hay ciertos temas que resultan especialmente emblematicos del
sonido mas esencial de Flor de Loto: tal es el caso comun en ‘La Llegada’,
‘Ayahuasca’, ‘Libelula’, y ‘Ritual’ (los dos de en medio son algunos de mis
favoritos absolutos de este disco). Estas cuatro piezas reflejan fielmente
la densidad psicodelica empapada de colores teluricos andinos que Flor de
Loto maneja de forma tan eficaz y recurrentemente a lo largo y ancho de su
repertorio. El breve soundscape ‘Y’ sirve como un lisergico puente entre ‘El
Niño y el Puerco’ y ‘Ritual’. ‘El Niño y el Puerco’ contiene varios de los
momentos mas excitantes del disco, merced a su base jazz-rockera, y su
intrepido interludio de corte jazz fusion: !brillante! Por su parte, ‘El
Errante’ combina la cadencia del rock blueseado y el color del barroco con
bastante prestancia: la flauta se me hace bastante Tulliana aqui,
especialmente en la coda. ‘Negativos de una Memoria Inexistente’ tiene dos
secciones bien diferenciadas: la primera muestra las aristas rockeras mas
afiladas del disco, mientras que la segunda cambia drasticamente a una danza
andina brumosa, nebulosa, casi distante.
La breve pieza acustica que se titula al igual que el nombre del cuarteto
(no llega a los tres minutos de duracion) es una bella muestra de serenidad
bucolica, la cual funciona como un oasis de relax en medio de tanto
despliegue frontal de energia. Este despliegue se retoma en el variopinto
tema rockero ‘Suculentas Frutas’ – seccion reggae incluida, y algo de blues
tambien –, el cual cierra el album no sin que antes cada uno de los musicos
aproveche la ocasion para lucirse alternadamente en su respectivo solo. Esta
pieza que suele cerrar sus conciertos, cierra tambien este disco dejando una
impresion final de pletorico entusiasmo.
La produccion de sonido ha puesto particular atencion a la pulcritud,
llevando a que se aminore un poco el fuego sonoro que Flor de Loto suele
emanar en sus presentaciones en vivo: pero en lineas generales, es natural
que en el contexto de un estudio de grabacion se priorice una linea de
trabajo especifica – en este sentido, la labor del productor/sonidista Lalo
Williams (quien tambien es una especie de “mentor “del grupo) es crucial a
la hora de transmitir la propuesta musical de Flor de Loto al oyente. Otro
detalle que llama la atencion es el hecho que se hayan conservado las partes
originalmente grabadas por el flautista Rafael Valenzuela, quien en su
momento se alejo del grupo cuando las primeras sesiones de grabacion ya
estaban en progreso: la labor extra del ‘recien llegado’ Lopez ayuda a
realzar las partes de vientos. !Que mas puedo decir! Este es un disco
realmente fabuloso, lleno de imaginacion, entusiasmo, y ejecuciones
expansivas y bien realizadas: solo queda esperar y desear que las cosas no
se queden en este debut.
Cesar Mendoza
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