Temas
- Mikä Yö (5:27)
- Sanaton Laulu (3:51)
- Happea (4:40)
- Koin Siipesi (2:55)
- Paikalliset Tuulet (4:19)
- Aallon Vaihto (4:59)
- Kunnes (4:39)
- P.S. (1:44)
Integrantes
- Jukka Rissanen: teclados, sintetizadores
- Jussi Tegelman: batería
- Pekka Tegelman: guitarras, bajos
Finnforest es un grupo que he descubierto hace poco, y que desde ya recomiendo
a todos los coleccionistas que aún no lo haya hecho. Lo que percibo en este
grupo finlandés formado en 1973 es una propuesta sonora seria, ingeniosa y
rebosante de lirismo melódico. El sonido de Finnforest se puede describir como
una confluencia entre las dos coordenadas imaginarias siguientes: 1) un híbrido
del Focus jazzero y el Camel pre-“Snow Goose” empapado de auras otoñales; 2) un
Ragnarök con una dosis mayor de polenta, afín a los primeros discos de Bo
Hansson. Imaginar estos dos ingredientes y, acto seguido, imaginar su mutua
mezcla son los dos pasos para hacerse una idea sobre lo que cabe esperar de
esta “leyenda perdida” del progresivo escandinavo setentero. El rol de Pekka
Tegelman, influído por Jan Akkerman aunque yendo más allá de la clonación,
redunda de manera plenamente crucial a la hora de generar un genuino vigor
desde el seno del ensamble. Este disco debut homónimo de 1975 sirve muy bien
para introducirse al legado de Finnforest, un legado que en absoluto merece ser
olvidado ni ser tenido como anecdótico dentro del gran esquema histórico del
género progresivo.
‘Mikä Yö’ abre el disco con cálidas atmósferas de órgano, las mismas que
definen el camino a seguir por el ensamble entero: un desarrollo melódico
sencillo cuyo efectismo está basado en la inteligente conservación de su
relajado espíritu lírico. ‘Sanaton Laulu’ no es precisamente una pieza mucho
más frenética, pero sí despliega un colorido más explícito debido a la más
sólida presencia de la batería y a las relevantes intervenciones del
sintetizador (un tanto a lo Bardens, cabe decir). Con ‘Happea’, Finnforest sí
se compenetra al fin con su faceta más aguerrida, y de hecho la manejan con
tanta eficacia y soltura que me parece que este tema se hubiese beneficiado de
una mayor expansión del pasaje donde la guitarra exhibe un solo estupendo. De
todas maneras, la sección lenta que conforma la segunda mitad también es
bastante bella, reminiscente del tipo de ambientaciones que Van Leer proponía
para las piezas lentas de Focus. ‘Koin Siipesi’ completa la primera mitad del
disco con una cadencia etérea que remite a evocaciones espectrales, no con el
misterio de lo horrorífico sino con el misterio de un misticismo inasible.
‘Paikalliset Tuulet’ abre la segunda mitad del disco con un despliegue de
energía que siempre es bienvenido: la extroversión que se maneja desde el
compás jazzero me suena a un ágil híbrido entre el Return to Forever con Bill
Connors y el Canterbury tipo Isotope/Gilgamesh. El solo de batería inserto en
medio no es tanto para hacer gala de virtuosismo sino para dejar que el groove
general de la pieza se vaya reconstruyendo sobre el camino. ‘Aallon Vaihto’
recoge ágilmente la inercia de la pieza inmediatamente precedente, siendo así
que tras un preludio ceremonioso, el grupo se engarza en un grácil jam
elaborado con extrema fineza. ‘Kunnes’ es un jam a medio tiempo que nos remite
más focalizadamente al factor Mahavishnu: su cadencia contenida muestra una
arquitectura cerebral bien armada. El disco cierra con un breve epílogo
titulado ‘P.S.’, un post-scriptum musical que Chick Corea hubiera estado
orgulloso de componer.
En fin, “Finnforest” es un disco muy valioso que servirá para descubrir a esta
leyenda perdida del añejo prog europeo. Vale la pena aprovechar la existencia
de un CD que recoge los dos primeros discos de esta banda – no pasaremos ahora
a reseñar el segundo disco (titulado “Lähtö Matkalle”), sino simplemente a
concluir ésta con etiquetas como “Imperdible” e “Impostergable”. !Qué bella
música la de Finnforest!
César Mendoza
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