Temas
- The Paradox (2:16)
- The Hour Of Justice (6:25)
- The Wicked (10:40)
- El Paraíso A Sus Pies (3:43)
- My Oh My (0:44)
- Welcome To The Show (5:34)
- Reflection (6:40)
- She's Like A Green Meadow (Because She Makes Me Happy) (2:16)
- Trespassing (2:52)
- A Frozen Nightmare (10:13)
- Walking On Air (6:38)
Fernando Refay: teclados, programaciones
Colaboradores - David Minian (voz en 2 y 7), Juan Gris (voz en 3), Crisitan
Arone (bajo en 2 y guitarra en 4), Lukas Argen (guitarras en 3), Rodrigo San
Martín (guitarras en 7 y 8), Agustín Pérez (guitarra solista en 2)
Fernando Refay es un teclista argentino de formación académica y que desde muy
joven mostró interés por el jazz y el rock artístico, aparte del gusto por la
música de cámara. Junto con otros nombres como Rodrigo San Martín y Alejandro
Matos, Refay pertenece a una peculiar hornada de solistas argentinos que crean
música progresiva de forma independiente para el deleite de los aficionados y
coleccionistas que actualmente mantienen sus oídos a las nuevas obras que
siguen surgiendo para alimentar la supervivencia de este género en el nuevo
milenio. Aparte de su actual labor como miembro de la banda Silion Zelf, Refay
ha venido trabajando en su propio material solista en los últimos años, dando
como fruto "The Paradox", un ejemplo de cómo aún hoy en día se pueda crear rock
sinfónico por vía de una ingeniosa confluencia entre la recepción de la añeja
cosecha de los 70s y otras vibraciones sónicas más modernas. Encuentro algunas
afinidades estilísticas con su colega Rodrigo San Martín (quien de hecho
colabora en un par de temas), aunque a diferencia de éste, Refay da preferencia
a estructuras compositivas de ideas que no se expanden demasiado.
El tema homónimo opera como una fastuosa obertura sinfónica que comienza en
solemnes acordes de piano para luego derivar en una electrizante orgía
emersoniana muy afín a los paradigmas de los japoneses de Gerard y el chileno
Jaime Rosas. 'The Hour Of Justice' es un tema pegadizo que me recuerda bastante
al Saga pre-"Heads Or Tales" así como al Arena post-"The Visitor", aunque los
retazos relacionados con el estereotipo neo-prog no son tan sobredimensionados
como para no dejar espacio para la elaboración de ornamentos más emparentados
con el sinfonismo de vieja escuela. Sigue a continuación 'The Wicked', uno de
los temas más largos del disco: aquí Refay nos muestra una fluida confluencia
entre el prog-metal dreamtheatero de la etapa Moore y una pauta sinfónica
wakemaniana modernizada al estilo de lo que también encontramos en bandas
latinoamericanas como Retsam Suriv y Toccata. La presencia de porciones de
discursos triunfantes de George Bush Jr. sirven para indicar el carácter ácido
de las letras, escritas mayormente desde la perspectiva del arrogante
autoproclamado protector de la libertad. Para el interludio lento en 3/4, tanto
el espíritu de la canción como las letras viran hacia una actitud reflexiva
desde donde se lamenta la confusión y la mentira que subyacían al discurso
predominante. La coda revive el motivo central para culminar la idea como
cerrando un círculo. 'El Paraíso A Sus Pies' brinda un momento de ligera calma
bajo la guisa de una balada centrada en los efluvios del piano y las bases de
guitarra acústica, antes de que la tríada de 'My Oh My', 'Welcome To The Show'
y 'The Reflection' nos devuelva la dimensión fehacientemente extrovertida de
Refay: el primero es un breve preludio simpático, cándidamente lírico, mientras
que el segundo y tercero son sendos muestrarios de rock melódico relativamente
sofisticado al modo de una cruza entre el Saga clásico y el Asia de la era
Payne. Estableciendo una comparación entre dos últimos temas, 'Reflection' es
el que mejor explora el nervio rockero dentro de un contexto típicamente
progresivo (estilizados ornamentos y orquestaciones de teclado en medio de la
armazón de guitarra y batería, alternancia de compases 4/4 y 7/8, un interludio
de cariz barroco). La balada 'She's Like A Green Meadow (Because She Makes Me
Happy)' ofrece un contraste frente a la adrenalina precedente en base a un
clima románticamente bucólico semi-genesiano, mientras que 'Trespassing' exhibe
un colorido ágil y amable, el cual yo siento inspirado en el mejor Wakeman
90ero. De esta manera, e prepara el terreno para la otra pieza larga del disco,
'A Frozen Nightmare': básicamente se trata de una semi-balada rockera de
moderadas influencias floydianas, marcada no por el liderazgo de la guitarra
eléctrica sino del piano, y sazonada con un fastuoso interludio que reaviva el
factor Wakeman con solvencia y pulcritud. 'Walking On Air' concluye el disco
con un gancho rockero contundente, tras un impresionante preludio de piano
clásico: en cuanto a su cuerpo central se refiere, esta pieza se desarrolla al
modo de "hermano menor" de 'The Hour Of Justice' y ''Welcome To The Show',
añadiendo un espíritu optimista al asunto.
En fin, tenemos en "The Paradox" un trabajo progresivo muy interesante para los
tiempos actuales, especialmente para aquellos que gusten de la línea sinfónica
con desarrollos melódicos meticulosamente definidos y un manejo medido de la
complejidad.
César Mendoza
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