Temas
- Huascaran I (13:41)
- 80,000 (7:30)
- Solidarity (6:34)
- Huascaran II (11:13)
Integrantes
- TomÃ!Å! Berka: pianos, sintetizadores
- FrantiÅ!ek GriglÃ!k: guitarra, sintetizador, piano
- Ladislav LuÄeniÄ: bajo
- Karol OlÃ!h: baterÃa, percusión
Colaboradores – Peter OlÃ!h (voz), Dezider Pito (violoncello)
“Huascaran†es el tercer disco de Fermata, veterana y estupenda banda
eslovaca cuyos discos estÃ!n entre los Ãtems mÃ!s cotizados de los
coleccionistas de progresivo y jazz-rock: se trata de un disco conceptual
inspirado en los horrores y desgracias originados por el terremoto que tuvo
lugar en la sierra del Perú en 1970. Fermata tiene como referentes principales
a Mahavihnu Orchestra y Return to Forever.
‘Huascaran I’ comienza con unas cortinas cósmicas de sintetizador
sazonadas con flotantes destellos de piano eléctrico: cuando el ensamble entra
en pleno, las cosas se ponen muy a tono con el estÃ!ndar del jazz-fusión sobre
una cadencia funky. Hay que ver cuÃ!ntos paralelos se pueden hacer con Iceberg
a pesar de que es muy dudoso que ambas bandas se conocieran mutuamente. Al
llegar al quinto minuto se produce un breve momento de fastuosidad casi
sinfónica que abre una brecha, la misma que se llena con un solemne dueto de
piano y violoncello, el mismo que parece reflejar el duelo de los
sobrevivientes y el reposo de las vÃctimas. Las cosas siguen siendo solemnes
en la siguiente sección, enmarcada dentro del sinfonismo espacial de
inspiración floydiana, con ciertos resabios clasicistas. La última sección
retoma el frenesà del jazz-rock con tenues colores añadidos de corte Latin en
algunas ocasiones. ’80,000’, la horrible cifra redondeada de los
damnificados, da tÃtulo a la segunda pieza del disco. Éste guarda un tenor
mÃ!s notablemente dramÃ!tico que la colorida pieza de entrada, centrÃ!ndose en
sonoridades de corte psicodélico (a veces casi pesado) sobre un esquema
rÃtmico hÃbrido entre lo jazzero y lo blues-rock. Las irradiaciones
hendrixianas de la primera guitarra y los efluvios zawinulienses del piano
eléctrico comulgan de una manera misteriosa. La coda Latin-jazz saca lustre al
perenne fuego desplegado a lo largo de la pieza. Como la idea de solidaridad
apunta a las ideas de resurgimiento y hermandad, no es de extrañar que
‘Solidarity’ tenga un acento tan cÃ!ndido en su composición bÃ!sica y en
su ejecución a cargo de la banda: ahora el referente principal parece ser el
Santana clÃ!sico, aunque siempre con su dosis extra de polenta muy a lo
McLaughlin. A pesar de su monotonÃa estructural, su vivacidad impide que sea
un número aburrido… todo lo contrario. Engarzado con el final de
‘Solidarity’ surge ‘Huascaran II’, cuya primera sección nos hace
evocar una vez mÃ!s l
as bizarras coincidencias con Iceberg. Los jams desarrollados en la diversas
secciones portan un aura tan optimista que solo me queda especular que en esta
pieza se celebra el reencuentro con la calma de la Madre Naturaleza tras el
terrible tormento telúrico. Aparte de los siempre increÃbles solos de
guitarra de GriglÃ!k, también tenemos los mejores solos de Moog del disco. Los
últimos 100 segundos estÃ!n ocupados por efectos de sintetizador que emulan
cantos y aleteos de aves.
El CD contiene tres bonus tracks: ‘“15â€â€™, bien tirado al lado
funky-jazz de Return to Forever; ‘ValparaÃso’, un tanto mÃ!s denso e
impetuoso, sin recurrir a sonoridades latinas a pesar de titularse como un
puerto chileno; y finalmente, ‘Perpetuum 1’, el cual ofrece la propuesta
mÃ!s compleja de los tres bonus. No me queda mÃ!s que recomendar este disco de
Fermata a todos los coleccionistas progresivos que sientan particular
sensibilidad por la vertiente jazzera del género: parece mentira cuÃ!nta
calidad, energÃa e inventiva ha inspirado a tantos grupos desde rincones tan
dispares del mundo.
César Mendoza
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