Temas
- Rapa Nui (8:07)
- Estigma (5:54)
- Catarsis (5:02)
- Rúbrica (6:51)
- Reactor (5:33)
- Alguna Porción (4:00)
- Jardín Talado (7:53)
- De Proyectos y Naufragios (5:23)
- Pasajes (Parte II) (2:49)
- Elipse (6:21)
- Donde Comienza el Día (7:18)
Integrantes
- Richard Henríquez: batería y percusión
- Ariel Cofré: bajo
- Roberto Espinoza: flauta y vientos
- Claudio Gatica: guitarra, teclado y voz
- Ricardo Navarrete: guitarra y voz solista
Estigma es uno de los nuevos nombres altamente valiosos dentro de la escena
progresiva chilena: con dos discos en su haber hasta el momento, ”Rañi Killen”
es el primero de ellos. El sonido grupal se basa bastante en los dos pilares
conformados por las guitarras duales, por un lado, y la flauta por el otro: la
dinámica establecida por aquéllas y los coloridos vuelos de ésta marcan
crucialmente el tipo de ambiente y desarrollo temático de cada pieza de ldisco.
En líneas generales, ”Rañi Killen” exhibe una orientación estilística de
prog-fusión, manejada con un uso primoridal de desarrollos melódicos
atmosféricos e interacciones instrumentales bastante medidas – aunque está
latente el tipo de vigor que hace de Estigma un grupo que entra en el mismo
saco que Ergo Sum, Mar de Robles y Koiak, este disco se concentra de manera
especial en lo intimista y lo reflexivo. Recién en su siguiente disco, Estigma
decidirá exhibir de manera más contundente el punche rockero que el grupo
recibe de King Crimson y el estándar del rock duro clásico, pero por ahora,
concentrémonos en este disco. ”Rañi Killen” es una obra conceptual que gira en
torno a la idea de una unidad social y étnica en el país chileno desde su
diversidad, una idea abordada como una añoranza urgente: el factor de añoranza
es la clave aquí para entender la manera tan especialmente cándida en que esta
idea se traduce en el tipo de sonido explayado en este disco.
Los primeros ocho minutos del disco están ocupados por ’Rupai Anti’, pieza que
comienza con sonidos de ambiente que emulan una distorsión cósmica de aires
bucólicos, antes de que el ensamble entre en acción para realizar unos parajes
sonoros de psicodelia etérea y fusión melódica. ’Estigma’ ofrece un sonido un
poco más filudo, además de que la incorporación de ciertos acentos funk permite
al grupo explorar con un cierto énfasis su dimensión jazzera, pero a fin de
cuentas es lo etéreo lo que prevalece como la estrategia sonora concretizada
por el ensamble. ’Catarsis’ sí ofrece en su sección inicial una derivación
sonora bastante más muscular, aunque sin hacerse literalmente heavy: la
influencia crimsoniana a través de los filtros simultáneos de Tryo y Ergo Sum
es una referencia innegable aquí. Para la parte cantada, las cosas vuelven
parcialmente a su suavidad lírica general, aunque la presencia de unos pocos
riffs bien ubicados permite a esta sección remitirse a la vibración de su
inicio. ’Rúbrica’ reincide en y amplifica lo atmosférico: como sorpresa
progresiva, emerge un interludio potente cuyo dinamismo le permite instalar el
escenario para la breve coda final. ’Reactor’ retoma el groove de ’Estigma’.
’Alguna Porción’ aumenta un poco la polenta rockera, incluso haciendo guiños al
Crimson de la etapa ”Discipline”, aunque no llega a ser machacón. ’Jardín
Talado’ establece una excelente combinación de psicodelia etérea y jazz-fusión
dentro de un esquema progresivo sólido, tal vez con una fuerza potencial no del
todo explotada, pero definitivamente estábamos esperando por un momento así.
’De Proyectos y Naufragios’ y ’Elipse’, temas que luego reaparecerán en nuevas
versiones en el segundo disco ”Retrato de un Sueño”, suponen otros dos
pináculos de este trabajo – el primero establece una fluida dialéctica entre
pasajes flotantes y otros más contundentemente robustos, siendo así que la
amalgama impecable entre bajo y batería resulta crucial; el segundo nos muestra
de manera directa la faceta agresiva de la banda, creando una rara pero eficaz
confluencia entre guitarreos progresivamente crimsonianos y una dupla rítmica
de cariz fusionesco (una cercanía con Mar de Robles, sin duda). En medio de
ambos se inserta ’Pasajes (Parte II)’, intimista como la imagen que se nos
muestra cuando soñamos despiertos, cerrando con un solo de batería muy jazzero
que se engarza con el ya mencionado ’Elipse’. ’Donde Comienza el Día’, a pesar
del tenor del disco, es donde termina el disco. Se trata de una nueva
exploración en la faceta etérea de la banda: teniendo las pocas letras habladas
en vez de cantadas, el tema adquiere así un matiz ceremonioso extra. La
introducción de un breve interludio de tenor funky añade variedad al asunto, y
el final en fade-out está bien manejado con las líneas de flautín.
En fin, ”Rañi Killen” es un buen disco que anuncia aunque no muestra del todo
la riqueza sonora y polenta que hacen de Estigma una de las bandas nuevas más
notables de la vanguardia rockera chilena en los últimos cuatro años. Estigma
es, pues, una banda a la que hay que prestar mucha atención dentro de los
círculos de admiradores del rock progresivo, fusión y experimental.
César Mendoza
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