Temas
- Saltimbanques (4:07)
- Legende-III (5:37)
- Schizo-Scherzo (3:03)
- Rever avec Toi (4:09)
- Avignon (3:57)
- Bruxelles (4:07)
- Paradoxical Intentions (5:04)
- Nomad's Joke (3:12)
- Eternelle (3:33)
- Siena (2:27)
- Mare Temporis (11:22)
Integrantes
- Marc Ceccotti: guitarras, guitarra-midi
- Jean-Luis Suzzoni: guitarras, bajo
- Jean-Marc Bastianelly: teclados, secuenciadores
Séptimo (y has ahora último) disco de estudio del estupendo ensamble
franco-monegasco Edhels, “Saltimbanques” es todo un festín progresivo
instrumental para quienes aman el estilo sinfónico con sorpresas e
intensidades fuera de lo habitual. Desde los tiempos de la cruza de
ambientaciones electrónicas y texturas crimsonianas en “Astro-Logical” hasta
la incorporación creciente de elementos folclóricos-étnicos de los dos
discos siguientes, queda claro que Edhels, de la mano de la visión musical
del eficiente y sensible guitarrista Ceccotti, estaba decidido a romper con
el molde neo-prog bajo el cual comenzaron su trayectoria discográfica en la
segunda mitad de los 80s. “Saltimbanques” surge como un paso adelante dentro
de este proceso de enriquecimiento sonoro y maceración estilística,
convirtiéndose es su producto más patentemente enérgico. Todos los sonidos
de batería y percusiones extra provienen de cajas de ritmos: no hay que
preocuparse por este detalle, pues estos implementos tecnológicos no se usan
al modo de chill-out o trance, sino adaptándose a lo complejos patrones
rítmicos sobre los cuales se estructuran las composiciones... y realmente
son complejas.
La pieza homónima inicial porta unos aires gitanos efectivamente marcados
por los arpegios de guitarra acústica y los colorido punteos de la
eléctrica. Otros punteos extra marcan una tonalidad a lo
Holdsworth-con-Fripp. ‘Legende-III’ ofrece un clima más reposado,
relativamente semejante al Hackett moderno: en el último minuto hay una
subida muy sutil de la intensidad, aunque manteniendo la integridad de la
pieza. ‘Schizo-Scherzo’ es un título estrambótico para una pieza que
comprime sus extrañas líneas melódicas en una ambientación serena llena de
texturas exóticas: una sobria mezcla de sinfonismo y jazz-pop. Algo muy
similar continuaremos descubriendo más adelante en ‘Avignon’. Por su parte,
‘Rever avec Toi’ es una tenue balada sinfónica que emana una inconfundible
aura romántica; otra pieza patentemente romántica es ‘Nomad’s Joke’, donde
el grupo demuestra su buen oficio en el manejo de ambientes serenos con la
disposición apropiadamente medida. También lenta, pero con una esencia más
decididamente jazzera, ‘Bruxelles’ nos recuerda a Holdsworth en su faceta
más introspectiva: a pesar de sus bizarros juegos armónicos, este tema puede
muy bien ayudar al oyente a sacar de sí el candor de su lado más vulnerable
mientras lo escucha. ‘Paradoxical Intentions’ tiene una aureola etérea que
nos remite a una mezcla del Vangelis noventero y el lado electrónico de los
Projekcts, con sutiles alusiones exóticas que se hacen notar en algunos
adornos percusivos y ornamentos de teclado. Este tema parece un pariente no
muy lejano de alguna que otra pieza del “Astro-Logical” – dicho sea de paso,
contiene uno de los solos de guitarra más electrizantes del disco.
‘Eternelle’ muestra una combinación de hard rock melódico y jazz-rock sobre
un compás lento: la carga de los riffs y punteos de guitarra le dan al aire
introspectivo del tema una frescura rara e interesante a la vez. ‘Siena’ se
apunta directamente al jazz-pop acústico: un tema sencillo y contenido.
‘Mare Temporis’ ocupa los últimos 11 ½ minutos del disco. Ya desde los
primeros retazos hermosos volcados por el piano nos damos cuenta de que este
tema va a estar lleno de un lirismo majestuoso. Lo que viene al poco rato es
una serie de adornos de sintetizadores y guitarras que explotan las
alusiones tétricas del piano, ahora sí plenamente obvias. La pieza se siente
como un paseo por un palacio oscuro y abandonado, el cual cobija fantasmas
que aguardan escondidos en rincones que nos son desconocidos, pero cuya
presencia podemos sospechar. Los solos de guitarra, bastante a lo Hackett,
saben a lamento, mientras que esos recurrentes arpegios de piano se aseguran
de que el núcleo de la pieza quede sólidamente robustecido a medida que
avanza. El aura cinematográfica de ‘Mare Temporis’ es un truco bien efectivo
a la hora de mantener su tenor distante. Los últimos dos minutos y medio
crean una suerte de clímax, aunque sin recurrir a lo épico: lo tétrico y
etéreo se mantienen como constantes irrefutables. Aunque obviamente se
contrapone a las vibraciones melódicas que llenaron la mayoría de las ideas
musicales precedentes, extrañamente funciona como parte integral del disco.
En fin, “Saltimbanques” es una joyita progresiva del nuevo milenio, una de
tantas que voy descubriendo con demora, pero que me dispongo a apreciar con
toda la justicia que, según mi criterio, ameritan. Edhels se sostiene como
un pilar francófono muy importante dentro de la escena progresiva actual.
César Mendoza
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