Temas
- FRASCOS TENDIDOS
- DESINCRUSTANTE
- VIVA BELICE
- SUB UMBRA FLOREO
- BRAZO LARGO
- COLAPSA
- AL-CARRETA
- VERÓNICA D.
Integrantes
- Daddy Antogna: batería
- Fernando de la Vega: batería
- Nicolás Diab: bajo
- Alan Courtis: guitarras
Colaboradores - Fernando Gallardo (violín, acordeón y zampoña), Carmen Levinson
(violoncello)
Daddy Antogna y Los De Helio es un súper-grupo argentino que congrega a una
veterana gloria del rock progresivo y el jazz como es Daddy Antogna junto a
tres veteranos un poco más jóvenes de la vanguardia provenientes de Las orejas
y La lengua y de Reynols. Antogna fue parte de Ave Rock, uno de los grupos
pioneros de la música progresiva en su país, y por esas cosas tan bizarras que
tiene la vida, sufrió un accidente a inicios de los 80s que lo dejó paralítico.
Tras pasar varios años en terapia de rehabilitación, Antogna ha sido capaz de
involucrarse nuevamente en el ámbito de la creación musical: de este modo,
asociándose con otro baterista, un guitarrista y un bajista, el ensamble
resultante concretizó una ágil y osada propuesta musical a medio camino entre
la psicodelia progresiva y el jazz-rock, valiéndose recurrentemente de un
versátil manejo de texturas, jams y sonoridades intensas. "Viva Belice", disco
editado recientemente por el sello Viajero Inmóvil, está conformado por
material que ha sido grabado y producido entre 2007 y 2009.
'Frascos Tendidos' abre el disco con una polenta rockera pulcramente
administrada, sin dejar que tal pulcritud juegue en contra de las
potencialidades expresivas propias del jam básico: sin duda que los aportes del
violinista invitado ayudan en los coloridos, pero es en las baterías duales
donde se focaliza el núcleo de la pieza. En el último minuto, el filo
psicodélico se acentúa ingeniosamente a fin de preparar la emergencia de la
coda. 'Desincrustante' comienza con unos efectos cósmicos, los cuales
engañosamente nos introducen a un cuerpo central bastante dinámico, un poco
tirado hacia el Guru Guru de los primeros 3 discos. El despliegue de fuerza
viene momentáneamente interrumpido por un conciso interludio calmo, un truco
muy útil a la hora de generar variedad a lo largo del camino. Después de dos
temas tan abiertamente extrovertidos (especialmente el segundo), llega la pieza
homónima, cuyo swing jazzero instalado sobre un compás inusual permite a la
banda explorar un enfoque sónico cálido. Tras hacer uso de algunos recursos
inquietantes e incluso un poco siniestros en algún momento del interludio, un
solo de violoncello emerge para variar el asunto hacia un ambiente más
ensoñador. 'Sub Umbra Floreo' sigue a continuación, devolviéndonos la muscular
robustez del segundo tema aunque con un extra de filo cuasi-crimsoniano: los
riffs, fraseos solistas y adornos plasmados por la guitarra de Courtis llenan
espacios con bastante punche. Además, nuevamente se nos ofrece un momento de
lucimiento para las baterías duales. 'Brazo Largo' transita por un sendero
introspectivo, por vía de un sutil esquema compositivo ejecutado con debido
refinamiento. El hecho de que el ritmo del tema se haga más veloz no rompe con
la sutileza, sino que la agiliza, incluso dándole un aura optimista. 'Colapsa'
comienza y termina con ambientes reposados otoñales y misteriosos, teniendo
como inesperado interludio una exhibición de explosiones crimsonianas que
evocan la época 73-75. El juego de contrastes se realiza con suma eficiencia.
Por otro lado, 'Al-Carreta' se despacha entusiastamente en filudas
demostraciones rockeras, realmente incandescentes: durante un breve interludio,
sale a colación un inesperado pasaje de acordeón. Durando casi 10 minutos,
'Verónica D.' cierra el disco armando un jam básico donde las texturas
elaboradas por el ensamble van armando un excelente crescendo con perfecto
nervio. En el quinto minuto, el río desemboca en un encuadre lánguido, pero
básicamente se trata de un reposo momentáneo antes de que se arme un nuevo
crescendo hasta el clímax final. Este viaje psicodélico tiene parentesco
inocultado con el estándar del así llamado post-rock, aunque más se notan
arraigos con el krautrock de vieja escuela.
Por lo escuchado en "Viva Belice", no me extraña que esta banda haya
conquistado un público de culto importante dentro el circuito underground de su
país - en vídeos de Youtube se deja plena constancia del poder y la fineza de
estos músicos por igual, y ciertamente, el disco es también un testimonio
acertado de las patentes cualidades artísticas de Daddy Antogna y Los De Helio.
César Mendoza
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