Temas
1.- Aura De Sons (13:30)
2.- Lamentacions (4:40)
3.- Holocaust (Part 1) (10:35)
4.- Holocaust (Part 2) (8:08)
Integrantes
- Pep Llopis: órgano, sintetizadores, mellotron y voz
- Carles Pico: guitarras eléctrica y acústica
- Vicent Cortina: batería y percusión
- Paco Cintero: bajo, corneta y voz
Los nombres del grupo Cotó-En-Pél y su único LP "Holocaust", editad oen 1978,
están escritos con letras de oro en los anales del rock progresivo hecho en la
Península Ibérica en la gloriosa década de los 70s. Grabado en los míticos
Estudios Kirios de Madrid en junio de 1977, este disco encarna una de las
muestras más notables de la vertiente sinfónica desarrollada en la vanguardia
laietana. El esquema sonoro creado por este cuarteto tiene fuerza de carácter,
guardando algunas confluencias claves con sus coterráneos de Atila, pero a
diferencia suya, Cotó-En-Pél da abierta preferencia al manejo de climas más
sutiles, ideas musicales que enfatizan el aspecto cósmico del estándar
sinfónico (al estilo de Pink Floyd, Eloy, Novalis, incluso el King Crimson de
la etapa Sinfield)
Con ruidos de tormenta eléctrica y grillos en la noche empieza el primer tema,
"Aura De Sons", una maratón progresiva de largo aliento. Una vez que la banda
entra en acción, lo hace primero elaborando unas texturas etéreas que nos
pueden hacer recordar a los preámbulos Yessianos de sus viajes en "Tales" o los
Floydianos en su paradigmática aventura de "Wish You Were Here". Una vez que la
instrumentación asienta su arquitectura de sucesivos esquemas melódicos,
alternando pasajes extrovertidos y lánguidamente reflexivos, Cotó-En-Pél
muestra sus afinidades con el discurso de Atila, así como los paradigmas del
Yes 71-72 y del kraut-sinfónico encarnado por Eloy, Grobschnitt y Novalis.
Luego sigue "Lamentacions", pieza que se sitúa en un registro completamente
distinto: se trata de una balada con base de guitarra acústica, adornada con
intervenciones de corneta y un melancólico canto que funciona muy bien dentro
del cuadro sonoro intimista elaborado para la ocasión. Suena un poco a las
baladas acústica Crimsonianas de "Lizard" e "In The Wake Of Poseidon", o del
primer disco de PFM. La pieza homónima, cubierta en dos partes, ocupa toda la
segunda mitad del disco. Las texturas sutilmente inquietas del pasaje inicial
de la Parte 1, abundantes en texturas cósmicas, suenan a un remodelamiento
Crimsoniano de estándares Floydianos, y cuando emergen las intervenciones
vocales, la atmósfera general adquiere tintes siniestros un tanto emparentados
con Goblin. Es un momento raramente atractivo dentro del ideario musical del
grupo, serenamente introspectivo pero a la vez indicador de una ansiedad
extraña que aflora a ratos de forma incompleta, ya sea en algún solo de Moog,
ya sea en los disonantes arreglos de mellotron, o en las antes mencionadas
intervenciones vocales. Poco antes de llegar a la barrera del séptimo minuto y
medio, el grupo vira hacia un pasaje expectante donde el bajo establece unas
medidas florituras al servicio de la reinante intensidad sombría, la cual es
poco después realzada por un Frippiano solo de guitarra. El clímax conclusivo,
encuadrado bajo las columnas respectivas de las estilizadas capas orquestales
de los teclados y la robusta labor de la batería abre la puerta a la Parte 2,
la cual comienza con un tenor lírico bastante calmado, onírico y plácido, al
modo de un híbrido entre PFM y Novalis. Cuando la instrumentación se robustece
para dejar traslucir más claramente los colores inherentes al núcleo
compositivo del motivo central, el asunto cobra ribetes a lo Museo Rosenbach
(el glorioso final de la suite "Zarathustra"), pero con un acento Floydiano
que resulta casi omnipresente dentro de la esencia progresiva de la banda. Es
una pena que la sección final no sea más extensa, pues su espíritu ceremonioso
se hubiera beneficiado indudablemente de un mayor campo de expansión para el
solo de guitarra y las capas de mellotrón. De todas maneras, cabe indicar que
el final de "Holocaust (Part 2)" resulta un auténtico broche de oro para
completar solventemente la experiencia de escuchar el disco.
Lo dicho: "Holocaust" es un pasaje muy importante dentro del legado del rock
progresivo catalán, una pieza de colección que merece su justo lugar dentro de
los estantes que los coleccionistas de música progresiva reservan para aquellas
joyas que los conocedores saben apreciar sin reservas de ningún tipo.
Cotó-En-Pél dignificó grandemente, durante su efímero paso por la industria
fonográfica, el nombre del rock progresivo en la vanguardia rockera que se
desarrolló en la Península Ibérica durante los 70s. Quienes aún no lo tengan
!a conseguirlo ya!
César Mendoza
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