Temas
- Fesomies urbanes (5:26)
- Lila (4.17)
- Capitán Trueno (10:16)
- Lalila (1:16)
- Eufória (4:24)
- L'armoniosa simfonia d'un cos - Part 1 (4:17)
- L'armoniosa simfonia d'un cos - Part 2 (3:39)
- El "Bailaor" cósmic (4.22)
- Tema dels carrers radioactius (1:50)
Integrantes
- Joan Fortuny: saxo
- Josep Fortuny: batería, percusión
- Esteve Fortuny: guitarras
-Jordi Soley: teclados
- Carles Vidal: bajo
"Diumenge", el disco debut de la leyenda viviente catalana Companyia Eléctrica
Dharma, supuso un gran impulso para la generación y afianzamiento de un
lenguaje especialmente importante dentro de la avanzada musical que se estaba
dando en la escena laietana de los 70s. Ante todo, "Diumenge" es una obra
musical bella, plena expositora de las sonoridades ágiles y coloridas que la
CED gusta de desarrollar en sus vuelos musicales que usualmente oscilan entre
lo etéreo y lo celebratorio. La onda experimental de corte fusión que CED
elaboraba en su primera etapa recién hallará sus expresiones más peculiares a
partir del segundo disco "L'oucomballa", pero no sería válido negar la sólida
presencia de anticipaciones estilísticas bien definidas en este disco que
pasamos a comentar ahora.
'Fesomies urbanes' abre el disco comenzando con una breve introducción
aleatoria que anuncia el despliegue de cálida alegría que se arma en el cuerpo
central. La aureola flotante que atraviesa el esquema sonoro generado por el
ensamble se me hace afín a lo que hacían Weather Report y Perigeo. Por su
parte, 'Lila' nos transporta hacia un ambiente bastante diferente, pues se
trata de un mágico vuelo por cadencias que van desde texturas melancólicas
free-form hasta ornamentos aflamencados - todo un vuelo, en verdad, dirigido
por la guitarra española y complementado por las líneas de saxo y las bases de
piano eléctrico en un bloque sonoro tan sereno como conmovedor. Con sus 10
minutos y pico de duración, 'Capitán Trueno' se erige como la pieza más extensa
del disco, y de hecho, es todo un clásico de la Companyia. 'Capitán Trueno' nos
devuelve al swing fusionesco que tan buenos réditos había dado en el tema de
apertura: el solo de guitarra es uno de los momentos más lucidos de Esteve
Fortuny en todo el disco, y qué decir de la dupla rítmica, que sostiene el jam
con un pulso tremendamente impecable. El hecho de que el solo de saxo sea el
último ayuda a que la pieza se preserve en un lugar colorido hacia el final, lo
cual resulta bastante conveniente para el reprise de 'Lila', esta vez titulado
'Lalila'. 'Eufória' tiene un título bastante pertinente, pues se revela
genuinamente entusiasta, como si la pieza en cuestión estuviese diseñada
específicamente para generar buenas vibraciones en la mente del oyente. A
continuación, siguen las dos partes de 'L'armoniosa simfonia d'un cos', con una
parte primera que se enfila hacia atmósferas misteriosas y reflexivas y una
segunda parte se explaya en semi-lentas cadencias funky que parcialmente se
hacen eco de la psicodelia cósmica expuesta en la parte anterior para rearmarla
bajo un ropaje más ágil: es como si la Part 1 se focalizara en las brumas del
atardecer y la Part 2 esbozara un retrato sonoro del cielo nocturno donde la
oscuridad negra se hermana con la luminosidad de las estrellas. En todo caso,
personalmente no me hubiese molestado que el fade-out de la Part 2 llegara un
poco más tarde, pero sin duda que el concepto general de 'L'armoniosa simfonia
d'un cos' supone un clímax del disco. 'El "Bailaor" cósmic' comienza con una
grácil introducción de piano acústico seguida por un interludio introspectivo
signado por el piano eléctrico, siendo así que antes de llegar al minuto y
medio ya emerge el cuerpo central, pleno de dinamismo aunque con una dosis
contenida de energía. En fin, el cierre provisto por 'Tema dels carrers
radioactius' aporta un adecuado aire de extroversión para finiquitar las cosas
con buena onda.
Como balance final, tenemos en esta opera prima de Companyia Eléctrica Dharma
un disco de gran calibre artístico - "Diumenge" es un manifiesto de elegancia y
belleza que permite a la banda tomar impulso para remontarse hacia desarrollos
sonoros más ricos para sus siguientes tres trabajos fonográficos. Con este
disco no hay pierde para el coleccionista progresivo sensible a los conceptos
jazzeros.
César Mendoza
|