Temas
- Memory Lain, Hugh / Headloss
- Hoedown
- Surprise, Surprise
- C’Thulu Thulu
- The Dog, The Dog, He’s at It Again
- Be All Right / Chance of a Lifetime
- L’Auberge du Sanglier / A Hunting We Shall Go / Pengola / Backwards / A
Hunting We Shall Go (Reprise)
Integrantes
- Pye Hastings: guitarras y voz
- David Sinclair: teclados y coros
- John G. Perry: bajo, voz, coros
- Richard Coughlan: bateria, percusion
Colaboradores diversos en vientos, percusion, sintetizador, y arreglos
orquestales
La energia rockera que se habia extraviado en el disco anterior “Waterloo
Lily” es recuperada por Caravan en este disco, incluso ampliada con, pero
sin dejar de conservar a la vez tanto la vertiente jazzera melodica que
siempre ha caracterizado a Caravan como su mas reciente inquietud por
explorar estructuras sinfonicas de forma decidida.
Las variadas potencialidades musicales que hay en todo esto se ven
beneficiadas por una serie de hechos coincidentes: el regreso de un
tecladista de personalidad tan fuerte como es David Sinclair, quien incluye
el sintetizador en su arsenal instrumental; la transformacion del cuarteto
en quinteto gracias a la incorporacion oficial del talentoso violista
Geoffrey Richardson, con una personalidad musical bastante notoria; el
ingreso de un bajista de orientacion tirada hacia el R’n’B; y la
participacion de una miriada de musicos de apoyo. Los tres primeros temas,
‘Memory Lain, Hugh’, ‘Headloss’ y ‘ Hoedown’, asi como ‘C’Thlu Thlu’,
exhiben una ebullicion sonora como nunca antes habia mostrado Caravan. Por
su parte, ‘Surprise, Surprise’ y ‘The Dog, The Dog, He’s At It Again’
persisten en la linea melodica suave que es usualmente priorizada por Pye
Hastings, con una vertiente mas trabajada por lo acustico.
Es en los dos ultimos temas donde, en mi opinion, se destacan los momentos
mas logrados de este disco. El primer tema es un medley dual compuesto por
las secciones ‘Be All Right’ y ‘Chance Of A Lifetime’: la primera es una
cancion intensa y energica de corte R’n’B, mientras que la segunda vira
hacia un latin jazz mas tenue e intimista. El segundo, que usualmente se
desgina abrebiadamente como ‘A Hunting We Shall Go’, consta de cinco
secciones bien armadas en una suite sinfonica llena de motivos melodicos
bien inspirados y ambientes variados, ejecutados por la banda con bastante
nervio y precision: la colaboracion orquestal se compenetra con la banda en
una perfecta conjuncion. Una joya enorme que cierra con broche de oro un
disco imprescindible dentro del movimiento Canterbury: a pesar de no contar
entre sus filas con un bajista tan emblematico y creativo como Richard
Sinclair, definitivamente en ‘For Girls...’
Caravan sigue demostrando que esta en buena forma.
Cesar Mendoza
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