Discográfica: Jagjaguwar
Temas:
- Stormy High. 4:34
- Angels. 3:07
- Tyrants. 8:02
- Wucan. 6:03
- Stay Free. 4:30
- Queens Will Play. 5:16
- Evil Ways. 3:26
- Wild Wind. 1:42
- Bright Lights. 16:41
- Night Walks. 3:55
Músicos:
- Matthew Camirand (bass)
- Stephen McBean (vocals, guitar)
- Jeremy Schmidt (keyboards)
- Amber Webber (vocals)
- Joshua Wells (drums)
Menudo sorpresón. Black Mountain parecen el sueño dorado de cualquier
seguidor del rock de los primerísimos setenta, dentro las tendencias que
primaban por aquellos tiempos (hard rock, progresivo, psicodelia, acid-rock,
rock genuinamente americano...), como si de una máquina del tiempo
desembarcaran. Pink Floyd, Black Sabbath, Led Zeppelin, Neil Young, David
Bowie, Atomic Rooster, en general toda la corte de bandas de la psicodelia
tardía y el proto-prog de aquellos tiempos e incluso algunas texturas que
recuerdan al progresivo setentero alemán (Grobschnitt, los primeros Eloy...)
o en su defecto al kraut-space. Todo esto es lo que personalmente me viene a
la memoria escuchando este segundo trabajo de los canadienses. Un álbum que
por momentos parece una joya perdida del mítico sello Vertigo, el de la
espiral.
Pese a tratarse de una banda indudablemente retro, no creo que podamos
acusar a Black Mountain de instalarse en el pasado sin más. La forma en que
construyen los temas, combinando rock setentero con todo tipo de atmósferas
de teclados analógicos (hammond, mellotron, moog) y un notable sentido de la
épica, la variedad que le otorgan sencillas canciones más intimistas, así
como la alternancia entre las dos voces (masculina y femenina), hacen de
Black Mountain una banda muy especial y hasta cierto punto refrescante. En
este sentido podríamos compararlos a Wolfmother, aunque su estilo es
diferente.
Por si alguien tiene alguna duda acerca del indudable componente progresivo
de Black Mountain, ahí están los 17 minutos de la impresionante “Bright
Lights”, con todos y cada uno de los ingredientes de las mejores suites
progresivo-espaciales. No muy lejos quedan “Tyrants” y “Wucan” igualmente
excelentes, con toda su gama de cambios de ritmo y atmósferas teclísticas
épicas.
Entre el resto temas igualmente magníficos como el inicio con “Stormy High”
con ese riff que es puro Black Sabbath y su juego de órganos a lo Atomic
Rooster, referencias a Neil Young en “Angels”, el folk psicodélico de “Stay
Free”, un recuerdo a David Bowie en “Wild Wind” o esa bella canción melódica
llamada “Queens Will Play” que se ve sorprendentemente envuelta en ambientes
de teclados espaciales y electrónicos, que en total conforman uno de los
álbumes más completos del momento.
Creo que Black Mountain serán una de las bandas revelación para este 2008
que empieza, y a nivel personal “In the Future” seguro que será uno de los
álbumes que ocuparán los primeros lugares en mi futura lista de mejores
trabajos del año.
Valoración: 8.5/10
Ferran Lizana (rockomick@orange.es)
Febrero 2008
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