Temas
- Skullgrid (1:07)
- Canada (5:31)
- Of Cursed Womb (2:58)
- You Are Number Six (8:50)
- Some Mist (3:47)
- Scepters (3:43)
- Transient Exuberance (7:37)
Integrantes:
- Mike Lerner: guitarra
- Colin Marston: guitarra Warr
- Charlie Zeleny: batería
Colaboradores - Mick Barr (solo de guitarra en 4), Jordan Rudess (Continuum en
7)
Behold=85 The Arctopus es todo un paradigma dentro de la escena prog-metalera
técnica del milenio. Formado en Nueva York, este trío instrumental encarna una
de las personalidades musicales más influyentes dentro de las vertientes más
osadas y radicales de la experimentación prog-metalera, haciendo de su material
un genuino ritual de la celebración del arte por el arte y un abierto desafío a
los parámetros convencionales del ritmo y la melodía. Y pensar que todo empezó
a inicios del milenio con el dúo de Mike Lerner y Colin Marston más una caja de
ritmos, grabando un EP en formato mp3 bajo el irónico título de "We Need a
Drummer". Tras lanzar al mercado otros EPs (algunos incluso compartidos con
otro grupo), el grupo pudo finalmente en 2007 grabar su primer disco de larga
duración (o sea, de más de 30 minutos) titulado "Skulgrid". Este disco habrá de
ser la última obra fonográfica de la banda con quien había sido su baterista
desde 2003, Charlie Zeleny, quien dejó a la banda a fines de 2008 para
concentrarse en sus labores de baterista de sesión. Aparte de esta
peculiaridad, el disco incluye colaboraciones de parte del virtuoso guitarrista
de metal experimental Mick Barr y del ubicuo genio Jordan Rudess (al
Continuum).
Repasemos el repertorio de este disco. La pieza homónima es en realidad un
preludio a todo el despliegue de maquinista locura que ha de explayarse a lo
largo del disco, y qué mejor manera de abrirlo que con un radical juego de
síncopas - esto es "Skullgird", ni más ni menos. Las puertas de la fiesta
empiezan a abrirse de par en par con "Canada", pieza cuyo hiperbólico cuerpo
central da buena cuenta de tipo de tensión enriquecedora y, a la vez, agobiante
que el trío se propone como sendero y norte artísticos. Con la inclusión de un
interludio semi-Crimsoniano se da empuje a un momento de desahogo melódico
antes de que el cuerpo central retorne para cerrar el círculo. "Of Cursed Womb"
va por el mismo camino de exaltación inescrutable, aplicando tal vez un tono
más juguetón al asunto. Por su parte, "You Are Number Six" (título alusivo al
personaje protagónico de la serie de ciencia-ficción "The Prisoner") se
complace en generar tensión y densidad bajo un ropaje de tenebrismo y misterio,
logrando así adentrarse más de lleno en el chamber-rock oscuro de escuela
francófona y renunciar al prototipo de fastuosidad exhibicionista que
usualmente se espera de cualesquiera vertientes prog-metaleras. Vamos, que esta
pieza pudo muy bien haber sido diseñada por un conglomerado de miembros de
Shub-Niggurath y Present, luego la partitura robada y metaleramente re-ordenada
por los músicos de Behold... The Arctopus, y nosotros, ni cuenta. La presencia
de un guitarrista invitado de la talla de Mick Barr es un ítem muy beneficioso
a la hora de explotar la fuerza expresiva de esta pieza. "Some Mist" y
"Scepters" se encargan de devolvernos la llama de "Canada", o sea, sendas
celebraciones de la complejidad y la desestructuración: "Some Mist" tiene la
particularidad de manejar virajes eclécticos en su propio laberinto sónico,
mientras que "Scepters" abiertamente se proyecta hacia una agresividad filuda y
frenética, bajando en sí un poco la dosis de sofisticación esquemática en
beneficio de la muscularidad. Los últimos 7 minutos del álbum están ocupados
por "Transient Exuberance", el tema con el ilustre invitado Jordan Rudess. Aquí
nos topamos con una reelaboración de las místicas de laberíntica complejidad y
permanente tensión bajo los cánones más exigentes y sorprendentes de todo el
disco: la idea de incorporar pasajes de tendencia space-rockera junto con otros
afines a la infernal nocturnidad del RIO francófono, aparte de algún quiebre
dadaísta a lo Zappa, ayuda mucho en esta peculiar labor de añadir coloridos
extra a la obsesiva compulsión invasivamente grisácea a la que el grupo gusta
de apelar continuamente.
Todo esto fue "Skullgrid", disco que supone el manifestó decisivo de la visión
musical de Behold=85 The Arctopus. Disco infaltable para los amantes de la
experimentación metalera que adoren el desafío de enfrentar la música como un
reto y no solo como un placer.
César Mendoza
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