Temas
- A Gathering of Fairies
- Wulfstan
- Olaf Stonehand
- The Mirror of the King
- The Queen of Ice
- The Squirrel
- The Breath of a Veiled Goddess
- The Lords of the Mountain
Integrantes
- Kikko Grosso: primera voz, coros
- Alberto Ambrosi: teclados, flauta, coros
- Max Michieletto: guitarras electricas y acusticas
- Chris Bianchi d'Espinosa: bajos, guitarra acustica, coros
- Marco Ferrero: bateria, percusion
Para este su tercer disco, Asgard cuenta con un nuevo baterista en sus filas,
aunque poco antes de su incorporacion esa misma plaza era ocupada por Thomas
Schauffler, terminando este como miembro de la formacion original de otra banda
italiana, Garden Wall. El estilo de la banda sigue siendo el mismo, pero se
nota en las melodias y los arreglos una mayor dosis de sofisticacion y energia,
asi como una mayor y mas fluida compenetracion entre los musicos; ademas, la
produccion de sonido esta mejor cuidada, dando como resultado un trabajo mas
pulcro y maduro. La voz de Kikko Grosso tambien suena mas curtida.
El primer tema, ‘A Gathering of Fairies’, exhibe una alternancia bien afiatada
de secciones acusticas y electricas, con un trasfondo que suena tirado hacia lo
celtico. El que viene despues, ‘Wulfstan’, es mas agresivo y pomposo. Lo mismo
sucede con la suite de 13 minutos titulada ‘Olaf Stonehand’, esta vez
enriquecida con contundentes elementos goticos, especialmente saltantes en su
motivo introductorio (repetido a modo de reprise en su conclusion). Las otras
dos suites del disco tambien merecen ser especificamente tratadas aqui. ‘The
Mirror of the King’ exhibe un caracter insondablemente introspectivo a traves
de sus casi 17 minutos de duracion - mencion especial a los recurrentes duetos
de guitarras acusticas de parte de Michieletto y Bianchi, que nos recuerdan
bastante al Genesis del “Trespass”. Por su parte, ‘The Lords of the Mountain’
es declaradamente mas metalica, como anunciando la vertiente que habra de
predominar en su siguiente disco (“Imago Mundi”) - un cierre realmente
espectacular.
Los otros temas son: ‘The Queen of Ice’, notoriamente marillionesco, llamativo
aunque no tan especial como los demas de este disco; The Squirrel, un
pintoresco dueto de guitarras acusticas con un trasfondo etereo de teclados y
sutiles percusiones; por ultimo, ‘The Breath of a Veiled Goddess’, una hermosa
exhibicion de piano clasico, con un intermedio climatico de majestuosas
armonias corales de tendencia romanicas.
En resumen, un disco que no tiene pierde, y que en mi opinion debe quedar como
una de las maximas joyas del revival progresivo europeo de los 90s.
Cesar Mendoza
|