Temas:
- Par les fils de mandrin
- Au café du colibrí
- Ainsi sen ira la pue
- Autour du feu
- Saltimbanques
- Des yeux couler d'enfants
- Atlantis
- Hymne a la vie
a. Cantique
b. Procession
c. Hymne.
Músicos:
- Christian Decamps. Vocales principales, piano, ensamble de cuerdas, guitarra
acústica y acordeón
- Francis Decamps. Piano, órgano, sintetizador y mellotrón
- Jean Michel Brezovar. Guitarras eléctrica, acústica y flauta
- Jean Pierre Guichard. Batería, percusiones y harmónica
- Daniel Haas. Bajo eléctrico y guitarra acústica
Músico invitado:
- Michael Quatermain. Voces adicionales
Francia fue, es y será un extraordinario acervo cultural, el cual se despliega
desde una exuberante gastronomía hasta el recóndito misterio de la
magnificencia del Arte Gótico, por lo tanto no podía permanecer ajena al
influjo de los sonidos progresivos de la tan comentada década setentera, es por
ésta razón que un magnífico grupo llamado Ange ocupó un sitio destacadísimo
dentro del amplio mundo del Rock Progresivo.
Después de haber realizado 4 magníficos álbumnes, los galos nos regalan un
extraordinario trabajo que reafirma su compromiso con la orientación
Progresiva-Sinfónica Teatral que tantos elogios levantó en todo el mundo.
" Par les fils de mandrin", nos brinda una música bella, por momentos
melancólica, poderosa, trascendente, emotiva que traspasa los linderos de la
banalidad y lo superfluo. Se constituye en una evidente muestra de pristína
calidad, excelente quehacer artístico y, sobre todo, la enorme voz de Decamps,
voz que nos puede transportar a la neurosis más desequilibrante, pasando por
pasajes obscuros, sombríos, melancólicos, o bien delicadamente guiarnos hacia
el melodramatismo intenso, facetas éstas propias de un músico por demás
experimentado. La vivencia reafirmada por este gran interprete es - en mi muy
particular punto de vista-, una fusión de poesía clásica gala, humor negro y
sobre todo, gran sensibilidad a la cotidianeidad, a la vida y al devenir
diarios. Es también un canto a la Naturaleza, tan importante en las Bellas
Artes.
Nuestro disco inicia con la magnificencia sonora de esa tan comentada
Naturaleza: el canto de un cucoo y demás aves trinando al amanecer, el
campesino segando el cereal y a lo lejos, un órgano cuyos acordes van
'increscendo', para que la batería y la guitarra eléctrica nos reafirmen el
lado hard del grupo, seguidos por una excelsa interpretación del mellotrón, la
voz de Decamps es soberbia, llevándonos por momentos a la teatralidad, con
fraseos narrativos muy bien logrados, en su momento los arpegios de la guitarra
eléctrica son ejecutados con muy buena técnica. Todo el grupo despliega un
sobresaliente trabajo en éste primer track llamado precisamente 'Par les fils
de mandrin', como buenos franceses, el humor y la tertulia se hace presentes
para llevarnos a 'Al café du colibrí', en donde escuchamos charlar a los
comensales, se destaca nuevamente el cantante con esa magnífica voz, el trabajo
percusivo de Guichard es excelente y la
ambientación nos hace recordar nuestra estancia en algún pequeño teatro
parisiense gracias al sonido del sintetizador de Francis Decamps, el cual
simula trombones. La sensibilidad del cantante nos conduce maravillosamente a
un lamento-relato, el cual se apoya en los teclados interpretados soberbiamente
así como en el trabajo percusivo de Guichard en el tímpano, al final la
atmósfera se rodea de un aire melancólico en la interpretación vocal la cual da
paso a un interludio Blues- Rock, destacandose la guitarra eléctica y el
mellotrón ('Ainsi sen ira la plue'). El siguiente track es - para mi gusto -
uno de los momentos más soberbios del álbumn, una inigualable pieza conjugada
por la magnificiencia acústica de la guitarra de Decamps y su voz que impregnan
la melodía de un sentido íntimo, propio, único, el sonido de la harmónica le
otorga mayor sentimiento al momento para que, como un caudaloso río, escuchemos
la relevante integración
de los demás miembros de la banda a un tiempo- aunque breve - pero inigualable,
de excelso canto jondo, guitarra morisca que da paso a la alegría, la fiesta,
el ritual cotidiano de la vida misma. Plenitud en toda la extensión de la
palabra ('Autor du fe').'Saltimbanques', se presenta como una música alegra,
extrovertida, circense hasta cierto punto ( recordar la portada del disco ), la
flauta introducida por Brezovar y el tambor de Guichard se apoyan en el bajo de
Hass para otorgar unidad a la meoldía, al final, sonidos ambientales dados por
parvada de gaviotas. Tenemos que el lado hard del quinteto está dado por 'Des
yeux colleur d'enfants', en cuyo contexto se hace partícipe un fondo sinfónico
junto a un mellotrón insistente, la flauta reboza plenitud, Decamps aquí se
desplaza hacia la interpretación del piano y su voz nos otorga melodramatismo,
escuchamos algunos cambios, los arpegios de la guitarra eléctrica son
relevantes. El
siguiente paso está dado por 'A tlantis', mellotrón acompañado por una voz
distante, la cual imprime un soberbio ambiente teatral, que por momentos se
convierte en etéreo, contrapunteto del bajo robustecido por la batería y paso a
un interludio Blues-Rock con arpegios guitarrísticos por demás destacados.
'Hymne a la vie', como su nombre lo dice, es una hermosa melodía dividida en 3
partes en la que el cantante maneja a su antojo su evidiable capacidad
histriónica, la guitarra acústica así como el mellotrón son elementos
esenciales del contexto lírico-musical de ésta mini-suite. La sección rítmica
también destaca, y al final, un reprise del inicio del disco
Esta producción en su contexto más íntimo, profundo es una Obra de incalculable
valor del Progresivo-Sinfónico Teatral. Una Obra que resalta los
extraordinarios alcances de músicos completamente comprometidos con su Arte.
Excelente.
A 15 de enero del 2009
Desde Xalapa, capital del Edo. de Veracruz en México.
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