Temas
- Biafra 80 (Intro)
- Tels Quels
- Dignité
- Le Soir du Diable
- Caricatures
- Biafra 80 (Final)
Integrantes
- Jean Michel Brezovar: guitarras eléctrica y acústica, flauta
- Gerald Jelsch: batería, percusión
- Daniel Haas: bajo
- Christian Decamps: órgano, piano, voz
- Francis Decamps: órganos, coros
Con su ópera prima “Caricatures”, el grupo francés Ange dio nacimiento a una
vertiente progresiva muy peculiar dentro de su país, una vertiente centrada
en el ágil reciclamiento de las líneas maestras de Genesis y el King Crimson
primitivo a través de una atenta sensibilidad a las ideologías de la
chanson, el folklore provenzal y la música de teatros populares y circos. La
dinámica creada a contrapelo entre las ágiles y carismáticas vocalizaciones
de Christian Decamps y la densidad oscura creada por la instrumentación
encuentra desde ya una concreción clara y bien afiatada. Éste es el origen
de las inspiraciones primigenias de las cuales comenzarán a beber, pocos
años después, grupos como Atoll y Mona Lisa.
El disco comienza con el instrumental ‘Biafra 80’, el cual porta una aureola
donde el misterio y la intensidad se funden en una sola luz solemne,
sutilmente tétrica. ‘Tels Quels’ es más patentemente lúdico, merced
principalmente al uso de un motivo recurrente que evoca a un ambiente de
juego mientras que los motivos adicionales ofrecen soliloquios
complementarios al motivo recurrente o apelan frontalmente a la garra. Luego
viene una de las suites del disco, ‘Dignité’, que por mucho tiempo formó
parte de los repertorios en vivo de la banda. Comenzando con un pasaje casi
marcial, el asunto se termina asentando en un ambiente reflexivo, pero no
lánguido, sino lleno de la aspereza propia del sonido Ange. La combinación
de los sonidos del órgano Hammond y otro órgano especial que emula las
cuerdas del mellotron opera como el centro de densidad para el ensamble. El
interludio en el que el piano y la flauta dialogan es sencillamente hermoso,
y queda adecuadamente complementado por el emotivo solo de guitarra que
viene acto seguido en una ambientación más robusta, la misma que termina con
envolventes orquestaciones de tenor renacentista al órgano.
La balada de base acústica ‘Le Soir du Diable’ permite la provisión de un
momento bucólico entre la suite precedente y la que ha de venir a
continuación. ‘Le Soir du Diable’ cuenta con una hipnótica vibración
percusiva, la cual permite aflorar más fluidamente las cadencias de los
arpegios de las guitarras acústicas; pro su parte, el órgano proporciona
unos colores coquetos al tema. Después viene la suite más ambiciosa de las
dos, la misma que da título al disco y ocupa un espacio de casi 13 ¾
minutos. Este opus comienza con un monólogo, para luego dar pie a la ilación
que se desarrolla de manera fluida y sugerente. Las letras no son muy
abundantes, pero las ideas musicales y la instrumentación son lo
suficientemente expresivas y variadas como para contener en sí mismas una
alta dosis de dramatismo y sugerencias narrativas – es aquí donde el
funcionamiento de Ange como ensamble es puesto a prueba con mayor exigencia,
saliendo muy bien parado de esta estupenda ordalía progresiva. En fin, la
parte final de ‘Biafra 80’ concluye el disco con una aureola medio circense
adornada con una suerte de caos inquietante. El concepto artístico de
“Caricatures” anticipa claramente la línea de trabajo que se habrá de
encarnar de manera más compacta en su segundo disco, pero eso es tema para
otra reseña. Por ahora, quedémonos con que “Caricatures” es toda una joya
progresiva, poniendo a Ange desde un primer instante como una banda
importante y reveladora dentro del género.
César Mendoza
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