Temas:
- The Great Unknown
- 30 Pieces
- King Oblivion
- A Sky About to Rain
- Every Step I Take
- Stardust and Sand
- In for a Ride
- Prince of the Ocean
Formación:
- Peter Nordins: drums, cymbals, percussion, vibes.
- Anna Sofi Dahlberg: mellotron, organ, moog, rhodes, cello, piano, voice.
- Nicklas Barker: voice, guitar, mellotron, moog, vibes.
- Jan Erik Liljestr=F6m: voice, bass.
- Gunnar Bergsten: flute.
Este año que acaba de irse nos deja un puñado de discos brillantes y "A Time
of Day" es, sin dudas, uno de ellos. Esto no representa ninguna sorpresa, ya
que Anekdoten es una de esas (pocas) agrupaciones que se sentirían avergonzadas
si editaran un álbum que estuviera por debajo de lo sublime. El ítem
discográfico que nos ocupa, por supuesto, no es la excepción, aunque el hecho
de ser el sucesor del cuestionado "Gravity", lo colocaba de antemano bajo
la lupa.
Voy a detenerme brevemente en aquel (en mi opinión, grandioso) disco: estoy de
acuerdo en que es de escucha más accesible que sus tres predecesores. Reconozco
que instrumental y técnicamente es menos demandante que cualquiera de ellos y
que estructuralmente las canciones son más convencionales (aunque esto ya se
podía advertir en "From Within"). Pero tonalmente todas las composiciones
que lo integran (o al menos la gran mayoría de ellas) poseen un caudal emotivo
prodigioso y ciertamente denotan más inspiración que las que conformaban
"From Within". Según como yo veo las cosas, nada hace más a una composición
musical que su contenido tonal/armónico (su progresión de acordes y demás). Y
en este sentido, insisto, "Gravity" ostenta logros evidentes, potenciados
por un excelente trabajo a nivel producción que consiguió dotar al sonido de
los teclados analógicos de un brillo y una profundidad hasta el momento
inéditos en la discografía del cuarteto.
Intentando alcanzar un mínimo de objetividad en mi valoración del cuarto
trabajo de estudio de la banda, puedo señalar a "Monolith", "What Should
But Did Not Die" o "Seljak" como las piezas más defendibles desde el
punto de vista del rock progresivo, pero aceptando la debilidad que siento por
este disco, me siento obligado también a defender estoicamente (o morir en el
intento) a otras como "The War Is Over", "Gravity" y -especialmente-
"Ricochet" esgrimiendo el justificativo más obvio imaginable: Me emocionan.
Pueden tomar esto viniendo de alguien que colocaría a "Red" y a "Pawn
Hearts" entre los cinco primeros de una hipotética selección de álbumes
favoritos de todos los tiempos, y a "Nucleus" y "Vemod" entre los diez
o veinte primeros de las últimas tres décadas, pero honestamente cuando veo a
algunos críticos catalogar como "pop" (y no es que este término me
aterrorice) a algunas de las canciones arriba mencionadas, sin ironía o
sarcasmo algunos, les pediría que me recomendaran alguno de los artistas o
discos que conozcan de ese género que pudieran justificar tal rotulación.
Volviendo al disco del que debería estar ocupándome, creo que es más accesible
(en el sentido de que requiere menos oídas para ser desmenuzado) que
"Gravity" e incluso menos sombrío. Sin embargo, por algún motivo, fue mejor
recibido que aquél. Quizás porque posee una estética más "vintage" en lo
sonoro (el uso de flautas en dos de los temas, o ese sonido "proto-prog" o
"hard-prog" de "In For a Ride") o incluso en lo visual (el arte de tapa
definitivamente remite a una iconografía propia de lo que se conoce como
"prog escandinavo"). Lo cierto es que es un enorme disco, con un repertorio
muy parejo que no obstante permite que tres de las nuevas composiciones se
eleven por encima del resto, a las que me quisiera referir en particular:
* "30 Pieces" contiene una sección inicial rítmicamente muy atractiva, un
estribillo donde el lirismo se hace patente, un pasaje algo más duro, otro
sorprendentemente influenciado por el Canterbury con bastante protagonismo del
invitado Gunnar Bergsten en flauta y un final donde resurge lo explícitamente
lírico donde se luce nuevamente el músico invitado. Es uno de los momentos del
disco más aptos para disipar cuestionamientos a la "progresividad" del
grupo, me parece.
* "A Sky About to Rain" es, de entre las piezas con más vuelo emotivo de
Anekdoten, probablemente la de acción más instantánea (recuerdo que quedé
encantado en particular con ella desde la primera vez que escuché el preview
del disco en myspace), pero no por poseer tan directo impacto me parece menos
memorable.
* "Prince of the Ocean" es un tema que podríamos entender como dividido en
dos partes: la primera de ellas (los primeros 3 minutos y medio) constituye el
único momento realmente oscuro del disco, incluso recuerda a la exquisita e
inquietante calma de las dos "baladas" de "Nucleus". Con las habituales
guitarras y mellotrones, el cello contribuye de forma significativa para
ensombrecer el ambiente, pero acaso ese moog que emula a una trompeta merezca
mayor crédito en lo que a mi fascinación respecta. Los 2 minutos restantes
ceden un poco en oscuridad pero no en belleza ni en emotividad, permitiendo
vislumbrar la esperanza en un final de álbum realmente brillante.
El resto del material no les va muy en zaga a estas tres piezas,
particularmente el tema inicial "The Great Unknown" y el instrumental
"Every Step I Take", que funciona como coda del mencionado "A Sky About
to Rain" y cuya guitarra trémolo recuerda a muchas bandas de post rock.
Concluyendo, está muy claro que los tiempos de agresividad insana y melancolía
desoladora de los dos primeros discos quedaron atrás para Anekdoten. Y tras un
disco de transición, "From Within", la banda encaró la gestación de un
sonido más "esperanzador", por llamarlo de alguna manera, (más accesible
quizás, pero aún enormemente épico y emotivo) que se materializó de forma
magistral en el mencionadísimo "Gravity". Personalmente, yo admiro y
disfruto por igual ambas etapas y en lo que respecta específicamente a "A
Time of Day", lo colocaría un escalón por debajo de su antecesor inmediato y
otro por encima de "From Within", lo cual, por supuesto, es mucho decir. Lo
importante, en definitiva, es que estamos ante otra obra memorable de parte de
una de las bandas más encomiables del rock progresivo de las últimas dos
décadas. Y el mejor disco de 2007.
Ezequiel Beyrouti.
|