Temas
- Cadencia Urmana
- Levitando
- Piel Estática
- Caldopatías
- Mujer de Otoño
- Ansiedade
- Ron Pimiento
- Roces Matutinos
- Flagelo
- Sei Blok
Integrantes
- Estratos Akrias: saxos soprano y tenor
- Bolshek Tradib: batería
- Traderal Anfurness: guitarra y efectos
- Lectra Celdrés: bajo, contrabajo
- Edén: saxos alto y tenor, efectos
Colaboradores: Minjaveh Ve (trompeta), Fuentes del César (trombón), DJ
Vaskular (scratch)
Con “Cadencia Urmana”, su cuarto trabajo de estudio, el ensamble chileno
Akinetón Retard nos ofreció uno de los ítems de jazz-rock experimental más
alucinados de los últimos años. Teniendo en cuenta los tremendos manifiestos
de ingenio y visión original que el grupo supo plasmar con tanto nervio y
tanta agudeza en sus discos anteriores, esto no nos debe tomar de sorpresa.
“Cadencia Urmana” es, en muchos sentidos, una retoma del sendero estilístico
que se había madurado en su segundo álbum “Akranania”, especialmente en lo
que se refiere a la robustez y la vibración neurótica que se plasman en este
material de manera tan contundente desde el punto de salida. El camino hacia
la meta guarda los matices y variaciones del caso en nombre de una expansión
sonora donde el control y la libertad se funden en un solo motor de
generación sonora alucinada. El despliegue técnico de los elementos
individuales y la solidez elaborada en sus continuas interacciones nos
muestran que la inclusión de este disco en una colección privada es una
apuesta para ganar.
El disco comienza con el intenso y colorido tema homónimo, el cual hace un
ágil repaso por las cadencias propias del jazz-rock y la fusión, sazonadas
con sonoridades psicodélicas y cuasi-punk por el camino. La presencia de
invitados en vientos añadidos ayuda a recrear eficazmente ese estilo a lo
“big band estrambótico” que Akinetón maneja tan bien. ‘Levitando’, siendo
igualmente extrovertido en espíritu, se pasea por ambientaciones menos
densas merced a su estructura, parcialmente en los estándares del
Latin-jazz. Pero siempre encontramos esos ornamentos rockeros agresivos
aportados por la guitarra, esta vez con una sonoridad más tirada hacia lo
crimsoniano. Con la aparición de ocasionales vocalizaciones onomatopéyicas
se exorcizan los fantasmas de Magma sobre una cadencia fusionesca, pero
justamente es cuando las vocalizaciones se detienen y entra a tallar una
secuencia extravagante de capas aleatorias de guitarra y líneas
entrecortadas de los saxos duales que entramos en la sección más bizarra de
la pieza. Con estos dos temas el oyente se ha enfrentado a un comienzo
frontalmente excitante del álbum. ‘Piel Estática’ brinda aires del jazz
vanguardista de los 60s: sin renunciar totalmente a lo inquietante, el grupo
se esmera por proyectarse hacia su faceta más sosegada. Pero este sosiego no
dura mucho, pues ‘Caldopatías’ nos devuelve con carácter de urgencia a la
aureola de exquisita y grácil extravagancia propia de la más pura esencia
akinetoniana. ‘Mujer de Otoño’ vuelve a los compases sosegados enraizados en
el jazz vanguardista, pero a diferencia de ‘Piel Estática’, esta vez lo
contemplativo se empapa de ambientes un tanto sombríos que llenan la
atmósfera cuando aparecen. El resultado final es solemne, evocativo de algo
oscuro que parece que no se puede (o no se quiere) mencionar.
La segunda mitad del disco es ‘Ansiedade’, tema que a su vez supone un
regreso a las ambientaciones predominantes en ‘Cadencia Urmana’ y
‘Caldopatías’. Algo semejante sucede en ‘Ron Pimienta’, aunque en esta
ocasión la vibración rockera se impone un poco más: las intervenciones de
los fraseos de guitarra son cruciales a la hora de articular el desarrollo
de la pieza en su frenesí tan peculiar. De todas maneras, en el momento de
los solos de vientos nos topamos con la esencia akinetoniana. ‘Roces
Matutinos’ es la pieza con mayor dosis de humor explícito, comenzando con un
jazz de tenor blues, para luego pasar a un esquema picaresco de tenor
Latin-jazz con funk, adornado con algunas vocalizaciones de falsete burlón,
sonidos de amantes en acción y efectos de scratch. ‘Flagelo’ y ‘Sei Blok’
cierran el disco con una aureola de extroversión que permite redondear
eficazmente la secuencia del repertorio. El primero es un puro clímax
polifónico de vientos y guitarras que se cruzan entusiastamente a través de
un paisaje firmemente sostenido por la dupla rítmica. El free jazz y la
psicodelia consuman un exquisito matrimonio musical en este tema. Por su
parte, ‘Sei Blok’ ofrece climas más controlados, pero no por ello exentos de
sus buenas dosis de intensidad y extravagancia. El abrupto final de ‘Sei
Blok’ es un broche de oro adecuado para un disco tan magnífico como
“Cadencia Urmana” – Akinetón Retard sigue siendo una potente fuerza creadora
dentro del arte musical contemporáneo.
César Mendoza
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