Temas
- Mariachi (9:59)
- Revolution Of Light (4:41)
- Summer Fall (9:56)
- The Maiden (9:28)
- Smile Of Tears (4:00)
- Hawaii (14:58)
Integrantes
- Sebastián Vergara: voz, coros, flauta
- Rodrigo Sepúlveda: guitarras eléctricas y acústica, coros
- Germán Vergara: guitarras eléctricas y acústica, coros
- Luis Vergara: teclados
- Alejandro Meléndez: teclados, coros
- Felipe González: bajo
- Felipe Candía: batería, percusión
Colaboradores - Rodrigo Galarce (bajo acústico en 1, 4 y 5), Sebastián Jordán
(trompeta en 1), Andrea Maturana (voz femenina en 6)
Tarde (aunque más vale tarde que nunca) llegó a mis manos el segundo disco del
ensamble chileno Aisles. Lamento esta demora mía en conocer "In Sudden Walks",
pues ciertamente se trata de un estupendo trabajo fonográfico ubicado en la
línea del sinfonismo moderno que, una vez más, da prueba fehaciente de lo rico
que es el variopinto aporte que se hace para la preservación del género
progresivo desde diversos países de América del Sur. Tan positivamente
impresionado como quedé hace algunos años con su disco debut "The Yearning" por
su suave musicalidad y elegancia, siempre me quedó la impresión de que la
oferta musical planteada por esta banda no quedaba totalmente cuajada, y sobre
todo, que no explotaba todo su potencial de energía. Ahora, con "In Sudden
Walks", me encuentro con que el grupo ha hecho madurar su propia voz y
personalidad, dándole una mayor robustez a su arquitectura sonora y refinando
aún más su ingenio compositivo, siendo así que las virtudes de la elegancia y
la suavidad permanecen iguales (y que no necesitaban cambiar para nada).
Advierto que una causa relevante para este factor es la existencia de una
batería real y un bajista a tiempo completo dentro de la ampliada formación del
grupo - de quinteto a septeto: esto es, la arquitectura de Aisles puede
sostenerse sobre una dupla rítmica especializada. Podemos afirmar enfáticamente
que Aisles ha llegado a un punto especial de madurez estilística dentro de los
patrones musicales que se ha trazado.
El disco comienza con 'Mariachi', un poderoso y sofisticado instrumental de
casi 10 minutos de duración cuyos niveles de riqueza melódica y dinamismo se
condicen con la majestuosidad que se suele esperar de los mejores discos prog
sinfónicos y neo-prog. Aunque no tiene letra, la voz humana se hace presente a
través del uso de diálogos extraídos de una película. Otro aspecto saltante es
el convincente uso de cadencias de corte fusión latina en varios parajes: hay
que oírlo para creerlo, esta contaminación fusionesca de un esquema
principalmente sinfónico funciona a las mil maravillas en manos de Aisles. Una
vez que el interluido lento emerge y se asienta, los invitados que tocan
trompeta y bajo acústico añaden un colorido extra a la sucesión de motivos que
tiene lugar. Pasado el séptimo minuto y medio, la pieza retoma el motivo de
entrada a modo de reprise. Tras este impresionante tema de apertura llega
'Revolution Of Light', el cual nos muestra a la banda concentrada en ofrecernos
algo un poco más pegadizo, un poco al estilo de un híbrido entre el Marillion
de los primeros 90s y el Pallas de los últimos 80s, pero con un esquema rítmico
más complejo y un lirismo más exigente. Esto es lo más cercano al rock bailable
a lo que quiere llegar Aisles, y ciertamente es imposible de bailar a pesar de
su llamativa extroversión y su inocultable gancho. 'Summer Fall' se enfoca
parcialmente hacia la preservación del ambiente ágil mostrado en el tema
precedente, pero esta vez se trata de un tema más largo y más ceremonioso. Por
ello, el grupo alterna en este espacio de casi 10 minutos pasajes marcados por
un colorido optimista con otros signados por una nostalgia reflexiva. De hecho,
estos pasajes más serenos pasan a ser un poco dominantes, pues su gentil
suavidad marca los virajes por los que transita el núcleo melódico de la pieza.
Al llegar a los 5'45", el colorido extrovertido regresa para crear un clímax
moderado que culmina al octavo minuto. Los últimos 115 segundos se basan en un
descenso pastoral que ostentan cierta aureola inspirada en el Camel de "The
Snow Goose".
'The Maiden' es harina de otro costal, una pieza más cercana al Mike Oldfield
de fines de los 70s, el Anthony Phillips clásico y Renaissance. Este despliegue
de sinfonismo con predominio de sonoridades bucólicas porta un candor melódico
que en varios momentos se alimenta sólidamente de hermosos matices latinos.
Incluso en los pasajes donde la intensidad crece, la magia romántica que
conforma el centro de la pieza permanece intacta. Este tema y 'Summer Fall'
pueden muy bien ser considerados como las cúspides inapelables de "In Sudden
Walks", sin olvidar el encanto innegable de 'Mariachi' que sirvió para poner
las reglas del juego bien claras desde el punto de partida. Con sus 4 minutos
casi exactos de duración, 'Smile Of Tears' resulta el tema más breve del disco.
La presencia destacada de texturas cósmicas en las gruesas capas de teclado
plantea un abierto contraste frente al lirismo cristalino de la pieza
precedente. En fin, 'Smile Of Tears' concluye con una bellísima coda de piano
clásico. El último cuarto de hora del disco está ocupado por 'Hawaii', pieza
épica cuyas tonalidades ceremoniosas mezclan el aura cósmica de 'Smile Of
Tears' con la majestuosidad desarrollada en los momentos suaves de 'Summer
Fall'. 'Hawaii' puede definirse como un híbrido entre neo-prog, sinfonismo de
vieja escuela y vibraciones etéreas emparentadas con el new-age. Pasando a su
segunda mitad, la pieza crea una suerte de crescendo moderado donde se realiza
una ilación inteligente de variaciones melódicas. Las estilizadas texturas
elaboradas por los dos guitarristas son excelentes, así como las cortinas y
bases armónicas construidas por los dos teclistas: de este modo, la pieza se
encamina hacia el fade-out creando alusiones al estándar del Pink Floyd 73-75.
En fin, "In Sudden Walks" es una estupenda obra progresiva que seguramente será
un indudable deleite para los amantes del progresivo sinfónico, entre otros.
César Mendoza
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