Temas
- Intro (1:46)
- The Machines Became Cognizant (3:41)
- Lacerate (2:42)
- A Thought Like A Hammer (4:06)
- Al Jazeera (6:24)
- I Don't Remember Falling Asleep Here (5:31)
- Right Sock Brown, Red Leg Blue (3:48)
- Fodder For Defamation (3:04)
- (Ibid. 4) (5:14)
- Tentacle (5:36)
- Empathievery (6:26)
- Lament For Bhopal (5:55)
Integrantes:
- Shane Perlowin: guitarras
- Derek Poteat: bajo
- Ryan Oslance: batería
Disco debut de Ahlechautistas, "On The Culture Industry" resulta, visto desde
la perspectiva que da el tiempo tras ocho años después de su edición, un
poderoso testimonio del vendaval creativo que se alza imparable dentro de las
diversas vertientes vanguardistas del rock estadounidense del nuevo milenio.
Ahlechautistas comenzó como un power-trío dedicado a crear un contundente
híbrido de math-rock, psicodelia y deconstrucciones postmodernas en un contexto
tan cerebral como rabioso.
"Intro" comienza con un aire de expectativa para pronto sumergirse en un
efluvio caótico que supone una catarsis conveniente antes del despliegue de
vibraciones arquitectónicas de "The Machines Became Cognizant", pieza que suena
a un Don Caballero empapado de aromas jazz-rockeros bien comedidos. "Lacerate"
ostenta un esquema sonoro semejante pero con una estructura más férrea,
mientras que el nietzcheanamente titulado "A Thought Like A Hammer" ofrece una
soltura más pronunciada dentro de cuyo esquema se suceden pasajes enérgicos y
moderados en una ilación fluida, sin severos contrastes; acto seguido, "Al
Jazeera" recoge esa combinación de vitalidad y sofisticación de "A Thought Like
A Hammer" y la capitaliza dentro de un bloque sonoro refinadamente articulado a
través de las variaciones que tienen lugar, logrando así que la grácil neurosis
predominante en el sonido del grupo adopte un aire de distinción. "I Don't
Remember Falling Asleep Here" se sumerge en las misteriosas corrientes del
minimalismo psicodélico al modo de una vieja idea para un jam krautrockero del
"Neu! 3" reciclada en clave post-rockera como fondo de una película de Lynch.
Tras este paseo noctámbulo por los rincones más sospechosamente reposados de la
psicodelia, "Right Sock Brown, Red Leg Blue" adopta un aire de King
Crimson-con-Forever Einstein para intensificar un poco las cosas, aunque no de
forma muy drástica. Por su parte, la dupla de "Fodder For Defamation" y "(Ibid.
4)" aprovecha la coyuntura para revelar la faceta extrovertida de la banda con
mayor fruición, logrando así extrapolar el espíritu general de "The Machines
Became Cognizant" y la sofisticada soltura de "A Thought Like A Hammer"; en el
caso específico de"(Ibid. 4)", se nota que el grupo está preparado para
trabajar más a fondo sus aristas más robustas. "Tentacle" prosigue por este
mismo camino aunque con un tenue aminoramiento del vigor rockero a fin de que
el ingreso de la sección jazzera a la mitad del camino se sienta natural: la
banda explora esta estrategia sin renunciar a su esencial aspereza, pero sin
duda alguna, haciendo gala de su capacidad para explorar sonoridades refinadas
como ya ha venido haciendo en unas cuantas piezas anteriores del repertorio. En
el momento que irrumpe "Empathievery", la garra eléctrica del trío se vuelve a
revelar de pleno, mostrando tufillos crimsonianos y cercanías a Upsilon Acrux.
En fin, "Lament For Bhopal" cierra el álbum generando una nube de sombría
inquietud en el que el grupo vuelve a explorar fehacientemente su aprecio por
la psicodelia pero no por ella misma, sino rearmándola dentro la lógica de
agilidad y dinamismo que ya es "marca de la casa": el factor crimsoniano y
algún tufillo a lo Sonic Youth dejan sus huellas en la controlada mole sonora
que se elabora para el clímax final.
Este disco representa un estupendo inicio de una carrera que, hoy por hoy, es
considerada como una de las más interesantes de la vanguardia rockera
estadounidense. Aunque no contiene el despliegue de vigor y espíritu bizarro de
discos posteriores, "On The Culture Industry" funciona muy bien como testimonio
del concepto de arte como aventura que Ahlechautistas ha adoptado y ha venido
cultivando de forma vigorosa y desafiante desde inicios del milenio hasta la
fecha.
César Mendoza
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