Temas
- Lester
- Meghiste Kinesis
- Scala Quadro
- Gondwana
- Anexelenkton
- O.M.
Integrantes
- Marco Marza: guitarras
- Daniele Piccinini: bajos
- Cristian Franchi: batería
- Giovanni Parmeggianni: teclados
Colaboradores – Fabio Berti (violín en 2, 3 y 4), Giorgio Trtefiletti
(saxofón en 1)
Faltando poco para que termine este año 2007, me topo con este enorme disco
de Accordo dei Contrari que me hace reelaborar el Top 10 de este año
personal que he estado imaginando en las últimas semanas. No cabe duda de
que “Kinesis” es una de las obras máximas dentro del progresivo y el
jazz-rock de 2007. Este talentoso ensamble italiano surgió con la ambiciosa
idea de constituirse en una banda que fuera más allá del habitual formato de
cuarteto de rock, con músicos permanentes en vientos y violín, pero
finalmente la cosa ha quedado con que estos aportes son ocasionales, a cargo
de invitados. Teniendo como referentes esenciales a Area, Return to Forever,
Gentle Giant, y en menor medida, a ELP en su faceta más bizarra y a Happy
the Man de los 70s, este grupo ha logrado crear algo vibrante desde una
perspectiva más explícitamente contemporánea a partir de estas fundamentales
referencias. Al respecto, las afinidades con Deus Ex Machina y el estándar
de dinamismo establecido por el jazz-rock se pueden notar, pero debe constar
que Accordo dei Contrari logra gestar un sonido propio, lejos de la
tentación de clonar.
‘Lester’ da inicio al disco con un glorioso esplendor jazz-prog, bebiendo de
las exquisitas aguas añejas de Area y Return to Forever y reciclando las
mismas con algunas sonoridades más modernas, en ciertos pasajes rayanos con
el jazz-rock de buen punche propio de las últimas dos décadas. La
participación del saxofonista invitado Giorgio Trtefiletti en los momentos
finales del interludio añade una dosis extra de calidez al asunto – qué pena
que este solo no dure un poco más. ‘Meghiste Kinesis’, que significa
“grandísima velocidad” en griego, sube la dosis de energía, aprovechando así
el mometum establecido por el tema de apertura. En ‘Meghiste Kinesis’
tenemos una pronunciación del manejo de progresiones disonantes así como una
mayor robustez en el sonido grupal, lo cual nos hace recordar a sus
coterráneos de Deus Ex Machina (también es que la presencia de un violinista
invitado ayuda a avocar esta referencia). La intensidad baja de una manera
dramática con el arribo de un misterioso y sutil solo de piano, el cual se
apoya bastante en los vacíos para dar efecto a los acordes que tienen lugar:
una vez que surge un armado de arpegios, se crea un crescendo que conduce a
una sección al modo de un Gentle Giant más jazzeado. Esta magnífica sección
elabora de manera sostenida un ambiente que sirve de perfecto puente para el
breve reprise del motivo inicial – una mención especial va para el
alucinante solo de sintetizador, algo de lo cual George Duke o Jan Hammer
hubieran estado muy orgullosos. Esta pieza es una joya definitiva del disco,
sin duda. Y bueno, el resto del material estará a cargo de mantener los
niveles de creatividad y energía que los dos primeros temas han establecido
de forma tan exigente. Por ello no es de extrañar que la dupla rítmica asuma
el rol protagónico en el breve preludio de ‘Scala Quadro’, un tema que pone
más énfasis en el aspecto rockero del progresivo, aunque nunca debe faltar
ese elemento de jazz-rock como un factor de relevante presencia. En todo
caso, la base compositiva de este tema no adquiere mayores variantes hasta
los últimos dos minutos, donde el teclista se da el lujo de dejarse llevar
hasta cierto punto por la influencia emersoniana.
‘Gondwana’ sigue un esquema semejante al del segundo tema, esto es,
asentando desde el inicio un motivo de fuerte carácter para luego engarzarlo
con un intermedio de tenor introvertido. Justamente el candor sereno de este
interludio me recuerda un tanto al mejor Happy the Man. El motivo inicial
regresa con su mezcla de Zappa 74-75 y Gentle Giant – parece mentira cómo la
influencia de GG se va haciendo más poderosa a medida que avanzamos a través
del repertorio, aunque sea tan solo en ciertos detalles y trucos. El clímax
se basa en una cita del interludio, pero ejecutado de una manera más
potente, volviendo así el relativo recordatorio de HTM. ‘Anexelenkton’
despliega un poder sonoro muy semejante al del tercer tema: el peculiar
dinamismo exhibido por la dupla rítmica y los ambientes comedidamente
siniestros elaborados por los teclados de Parmeggianni (otra vez tirando
hacia su lado más Minnearense en algunos pasajes) quedan como los elementos
más saltantes de esa pieza. El interludio, centrado en un ingenioso
crescendo, es un momento particularmente excitante – una vez concluido éste,
un solo de batería ocupa el último minuto. ‘O.M.’ completa los últimos 6 ¼
minutos del disco, cerrando el concepto musical de la banda con un incesante
mantenimiento (cuando no incremento) de la polenta. En buena medida, este
tema puede apreciarse como una retoma condensada de los principales
referentes del grupo: Area, Return to Forever, Gentle Giant. Lo que pasa a
partir del segundo minuto y medio es una aguerrida excursión de jazz-rock
progresivo que sigue claramente el molde de Area en los pasajes más
llamativos de sus discos “Crac!” y “Caution Radiation Area”.
Accordo dei Contrari sabe aprovechar las virtudes técnicas de sus
componentes individuales organizándolas dentro de un esquema orgánico bien
afiatado, y valiéndose de ideas musicales que destilan un genuino ímpetu por
dejar huella dentro de la actual vanguardia jazz-rockera. “Kinesis” es un
trabajo musical de gran envergadura, y como tal, debe ser considerado como
un estandarte de lo mejor que da el año 2007 al progresivo.
César Mendoza
|