Temas
- Hacia La Nada (4:27)
- Necro Sistema (3:02)
- Marejada (7:29)
- Consecuencia Natural (10:26)
- Colapso (11:20)
- Convergencia Caótica (8:01)
- Intangible (7:55)
- ...Y Ahora Qué? (7:20)
Integrantes:
- Antonio Arceu: batería
- Aime Acuña: teclados
- Rodrigo Maccioni: guitarras y flauta
- Pedro Santander: bajo
Colaborador - Leo Arias (saxofón y clarinete en 1, 4 y 8)
El grupo chileno Ábrete Gandul vuelve a dignificar y engrandecer magníficamente
el sitial bien ganado de la escena latinoamericana dentro del ámbito progresivo
mundial con su nuevo disco "Enjambre Sísmico". Se trata de un disco especial en
varios sentidos, especialmente porque se trata del testimonio de un grupo que
ha sabido sobrevivir, reconstruirse e impulsarse con renovadores bríos
creativos tras la crisis que supuso la partida del guitarrista Rodrigo Pinto.
En vez de reemplazarlo, el grupo decidió quedarse como cuarteto mientras se
disponía a gestar un digno sucesor del fabuloso segundo álbum "Cuentos Para
Dormir", el cual data del año 2005. Para esta nueva ocasión, el grupo sigue
echando mano de sus afinidades hacia el jazz-rock, la psicodelia, el
space-rock, el estándar crimsoniano y la fusión contemporánea, y es verdad que
el rol de la guitarra no ha quedado disminuido merced a la decisión de Rodrigo
Maccioni de doblar su presencia y redoblar sus esfuerzos mientras conserva su
simultáneo rol de flautista. Pero también es verdad que se nota un
posicionamiento más notable de parte de los teclados de Aime Acuña dentro del
sonido global, algo que resulta muy útil a la hora de crear momentos
particularmente coloridos o de explorar matices cósmicos en ciertos momentos
proyectados hacia vuelos psicodélicos y atmósferas misteriosas. En general, el
grupo sigue siendo capaz de funcionar a las mil maravillas como un bloque
orgánico, no como el enjambre del título, sino más bien como una coalición
armónica donde las sensibilidades paralelas e intercambios manejan
exquisitamente las ideas compositivas y arreglos de cada pieza individual. La
ocasional presencia del saxofonista invitado Leo Arias ayuda bastante a la hora
de fortalecer el aura de equilibrada diversidad que se explaya a lo largo del
repertorio.
El disco abre con un tema cuyo título resulta irónico: "Hacia La Nada". La
pieza refleja una armazón donde se conjugan cadencias jazz-rockeras, psicodelia
y aureolas crimsonianas con una fineza tremendamente exquisita producto de la
equilibrada interacción entre los músicos. El lugar predominante del compás en
5/4 dentro del entramado rítmico ayuda a crear y sostener un swing especial
tanto en los pasajes líricos como en los agresivos. "Necro Sistema" sigue a
continuación, asumiendo la misión de ahondar en la sofisticación musical en
curso de acuerdo a parámetros cercanos al sinfonismo de vieja escuela pero con
una vibración enérgica que se siente muy vital y moderna: el final es
electrizantemente climático, resolviendo un breve momento de tensión con una
contundencia decisiva. Todo ha empezado muy bien y va a seguir mejorando
durante el transcurso del disco, y si no estamos dispuestos a ponernos tan
optimistas cuando solo hemos escuchado por más de siete minutos del disco,
"Marejada" irrumpe para invitarnos a cambiar de actitud y disfrutar de su
aureola envolvente y brumosa, la cual nos transporta hacia una atmósfera muy
diferente a las de los dos primeros temas. Durante el desarrollo del cuerpo
central, los oyentes nos hacemos cómplices de una actitud de contemplación
basada en un manejo psicodélico de pistas musicales emergidas sobre un compás
de 7/8 desde una confluencia entre crimsonismo suave y jazz-fusión relajante.
Tras un interludio en el que la serenidad parece ahondarse, la pieza llega a
una coda absorbentemente enérgica que, de alguna manera, se hace eco del
espíritu esencial del cuerpo central. Los dos siguientes temas, "Consecuencia
Natural" y "Colapso", son los más extensos del disco. "Consecuencia Natural" se
basa en un jam consistentemente inundado de cadencias jazz-rockeras, pero no se
trata de una estrategia monocorde, sino más bien de una nueva exhibición de la
soltura y solvencia que siempre muestra Ábrete Gandul en sus excursiones
instrumentales. El interludio en clave space-rock y los neuróticos retazos de
guitarra que entran a tallar desde los márgenes para colaborar con los recursos
de tensión aportados por el saxo permiten a la idea extenderse sólidamente sin
agotarse de buenas a primeras. Por su parte, "Colapso" establece una especie de
recapitulación bien armonizada de las huellas sónicas de "Necro Sistema" y
"Marejada", llegando incluso a superar en vigor al primero en sus pasajes más
densos: el compás en 9/8 proporciona una vitalidad bizarra al bloque sonoro. En
su ecuador, la pieza baja un poco su nivel de vigor para permitir que la flauta
se erija como núcleo focalizador de la instrumentación durante poco menos de
dos minutos y medio; de ahí en adelante, el grupo empieza a armar un nuevo
momento de intensidad que habrá de redondear el concepto de la pieza con una
poderosa iluminación épica donde los pesados guitarreos (entre crimsonianos y
presentianos) se hermanan con los teclados cósmicos sobre una base rítmica tan
compacta como ágil. "Colapso" es un cénit indiscutible del disco.
Todavía quedan 23 minutos y pico hasta que concluya este enjambre progresivo de
sonoridades sísmicas, y "Convergencia Caótica" es la pieza a cargo de iniciar
el resto de este viaje musical. Lo hace a las mil maravillas, por cierto, pues
su manejo tan versátil de los momentos marcados por gráciles vibraciones
funk-rockeras junto con otros signados por una sofisticación psicodélica y
otros más de tenor reposado la convierte en una especie de contraparte dinámica
de "Colapso". Cuando el teclado asume el rol protagónico, el grupo pasa a
explorar matices refrescantes de tendencia introspectiva, una actitud que se
resalta peculiarmente en el cierre del piano. "Intangible", el tema siguiente,
empieza con un prólogo que se hace eco de la introspección con la que se cerró
la pieza precedente, pero no tarda en reubicarse sobre un compás más
exultante... aunque no precisamente para plasmar un talante optimista, sino más
bien portando una tensa espiritualidad, patentemente emparentada con "Hacia La
Nada" y "Colapso". La pieza de cierre lleva un título tan cínicamente apropiado
como "...Y Ahora Qué?", lo cual nos motiva a preguntarnos: ?qué hay ahora? La
respuesta es: un motivo recurrente de base jazz-rockera con un swing alegre
pero con su optimismo implícito lo suficientemente contenido a fin de que el
lirismo no se vuelva frívolo. Una vez más, el saxo asume un rol crucial en el
destaque de los ambientes sobre el esquema central del perpetuo viaje musical
en el que se embarca el grupo.
Ésta fue la experiencia íntegra y completa con el disco "Enjambre Sísmico", una
obra que destila ingenio, solvencia técnica y múltiples formas de energía
musical por todos sus poros. Ábrete Gandul se confirma como un referente
imprescindible de la vanguardia progresiva chilena del nuevo milenio. En pocas
palabras=85 !!un gran disco de un gran grupo!!
César Mendoza
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