Se habla, se dice y se comenta -por supuesto de forma extraoficial- que
el rock progresivo esta volviendo a la actualidad, que cada vez hay mas
grupos, que los clasicos resurgen, que vuelve a tener publico.
Ciertamente esto es solo un rumor (o quizas un deseo) y como tal no
termina de confirmarse. Lo que ocurre es que hay veces que el rumor
parece creible, sobre todo cuando ocurren cosas tan peculiares como las
que han ocurrido en Madrid ultimamente: en la misma semana, la segunda
de Noviembre, los obsesos del rock pudimos gozar de dos grandes que se
pasaron por aqui. El martes disfrutamos de las cabriolas, el humor y el
arte de Ian Anderson y sus Jethro Tull y el sabado, con el regustillo
amable de los primeros, nos preparamos para disfrutar de otra gran noche
con el señor John Wetton `la voz de King Crimson y Asia'', como ponia
en la entrada. Tras la suspension en el ultimo dia, por un accidente de
trafico, de su concierto de hace unos meses, este gran interprete venia
a Madrid, aparentemente recuperado de las secuelas fisicas, para cumplir
con el compromiso que tuvo que posponer. Decimos aparentemente, porque
aun cojea ostensiblemente. Parece ser que el golpe le dejo bastante
dañada una pierna.
El concierto no fue excesivamente publicitado, con lo cual fue dificil
informarse de como iba a ser lo que ibamos a ver. No obstante, a medida
que se llenaba el local y a la vista de como estaba el escenario y los
comentarios que se oian en los corrillos, se sospechaba el tipo de
concierto que se habia cocinado. En efecto, muy puntualmente, a las 10
y un minuto de la noche, se apagaron las luces y aparecio en escena un
unico hombre, un avejentado John Weton, acompañado tan solo por su
guitarra. Nada mas. Ni siquiera una triste silla que le sirviera de
apoyo. Un foco de luz sobre su cabeza y ?ale! a cantar. Lo que John
Wetton traia a Madrid era un concierto acustico, pero acustico,
acustico, por los cuatro costados.
Al publico congregado no parecio ni importarle ni sorprenderle el
planteamiento del señor Wetton. Hemos de admitir en justicia que un
concierto acustico no tiene que ser a priori algo malo. Mas bien al
contrario: puede ser una excelente ocasion para comulgar intimamente con
el interprete y su esencia musical, sobre todo si, como ocurria en la
Caracol, el aforo lo permitia -unas 300 personas escasas que se
repartian muy holgadamente por la sala- El problema, y quede claro que
esta es un opinion absolutamente personal y discutible, es que incluso
para ser acustico, el envoltorio que dio al repertorio elegido nos
resulto excesivamente lento y uniforme - Como suele hacer, baso su corta
actuacion en temas de cada una de sus prestigiosas bandas. Temas como
`Danger Money'' del album del mismo nombre (U.K.) o `The Smile has
left your eyes'' de Alpha (ASIA) se alternaban con cortes del repertorio
en solitario del artista, como uno, en sus propias palabras, de sus
temas preferidos: `Battle Lines'', del album del mismo nombre.
Lo que si tenemos que destacar por encima de todas las cosas, y eso es
lo importante al fin y al cabo, es que el señor JOHN WETTON, con
mayusculas, conserva un torrente de voz absolutamente indescriptible y
enorme. Si fisicamente ha envejecido no excesivamente bien, vocalmente
esta impecable. Como ocurre con Jon Anderson o Steve Walsh, cuya voz
permanece inalterable, diriase que Wetton ha hecho un pacto con el
diablo para que se la conserve intacta, y eso se refleja en la emocion
con que canta.
Entonces ?que tenemos? Un mito de la musica solo, con su guitarra, de
pie en el escenario, que canta canciones muy suaves con una voz
tremenda. En principio esos ingredientes parecian suficientes para gozar
de una excelente velada musical. Y asi parecia que iba a ser. Al menos
durante los primeros 50 minutos. ?que paso entonces para que no podamos
recordar este concierto como el cierre perfecto para una sorprendente
semana musical en Madrid? Pues eso, que la magia duro solo 50 minutos. A
las 11 menos 10 Wetton abandono el escenario. Lo que parecia un simple
intermedio -recordemos que nuestro personaje, con una pierna
convaleciente, estaba tocando de pie en el escenario- se prolongo
durante bastantes minutos (?15, 20?) En un momento dado una voz infame
dijo, y cito textualmente `El señor John Waters o como se llame se
encuentra mal y no va a volver a tocar''. Muy mal gusto el de este
señor
que no sabe ni como se llama el que canta pero en fin, eso no es lo
importante. Lo importante es que, tras el revuelo inicial, y tras la
logica negativa de la gente a marcharse a sus casitas -habian pagado
2500 pesetas- el señor Wetton volvio a salir al escenario y el
espectaculo comenzo a ser dantesco. Realmente este señor se encontraba
mal, muy mal. En esta segunda aparicion la pierna mala se arrastraba
literalmente, y el gesto de dolor en el rostro de Wetton tambien era
notable. Muy azorado, pidio disculpas a la concurrencia y dijo que
cantaria dos canciones mas y que se iria. Comenzo esta tanda y ?que
podemos decir! Producia angustia verle. No es nada grato ver a un hombre
que esta pasandolo tan mal. Era preferible que se marchara. Y asi lo
hizo. A la mitad de la segunda cancion de estos `bises'' tan atipicos,
volvio a pedir perdon y, entre aplausos, pues se le veia el esfuerzo que
estaba haciendo, abandono el escenario.
?Conclusiones? Bien, posiblemente no tengamos autoridad moral para
juzgar a nadie, pero si creemos que como aficionados podemos expresar
esta opinion: es comprensible y humano que un señor caiga enfermo en un
momento dado y tenga que suspender una actuacion. Por muy miticos que
sean, afortunadamente son de carne y hueso (eso los hace mas grandes
aun) Pero el estado fisico de Wetton era tal que no parece que se
pusiera mal de pronto sino que ya venia mal, esto es, que aun no estaba
recuperado del accidente. Si esto es asi, creemos que no deberia haber
hecho esta gira. Quizas tendria que haber esperado un poco mas, pues es
justo que la gente se sintiera defraudada. No obstante, como parece
absurdo que una persona en su sano juicio emprenda una gira de estas
caracteristicas si no esta fisicamente bien, y nosotros somos personas
bienpensadas, preferimos pensar que, logicamente, lo ocurrido no fue
premeditado y que, mas bien, empeoro a lo largo del dia tras su viaje en
autocar de Barcelona a Madrid (Si, habeis leido bien. Paradojico pero
cierto. A pesar de sus achaques, el señor Wetton se desplazo en autocar.
Reconozcamos que eso destroza a cualquiera).
En fin. Quedemonos con esos 50 buenos minutos de un gran musico que es,
ciertamente, historia viva del rock. Recordemos que a sus conocidas
intervenciones en bandas como Asia, King Crimson o UK, hay que añadir
otras no menos importantes aunque quizas
menos conocidas con grupos de la talla de Roxy Music, Uriah Heep o
Wishbone Ash o con personajes como Steve Hackett o Phil
Manzanera. Un curriculum, en definitiva, dificil de igualar. Esperemos
que la pequeña frustracion, provocada por sus problemas fisicos, se
olvide el año que viene cuando vuelva, si se confirma, con una banda
tremenda, en la que probablemente ocuparan
lugares de honor Martin Orford (IQ, Jadis) a las teclas y John Mitchell
(Arena) en la guitarra solista.
Independientemente de todo lo ocurrido nuestro deseo es, como se puede
suponer que el señor Wetton siga dando guerra durante muchos, muchisimos
años mas. Asi pues, Wetton, que te recuperes a la mayor brevedad
posible.
Francisco Jose Lopez
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