Pasaron por aquí ya
"cajeros"
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Pendragon en Barcelona, junio 2006
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Pues ahora mismo acabo de llegar del concierto de Pendragon y aún me
da tiempo a la crónica. Es la ventaja de los conciertos a esas horas
intempestivas ;->
A ver, vaya por delante que a mi me gustan los Pendragon (sobre todo
hasta el "Masquerade"), pero en pequeñas dosis, porque sino me
empalago de tanto azucar. Por otra parte, su música tiene el don de
la alegría y eso que los ingleses llaman "uplifting" y que me es
difícil traducir, aunque se refiere a esa música que te llena y te
da energía y optimismo.
Pues hoy he disfrutado como un camello, y mañana posiblemente esté
algo afónico de tanto cantar. Y eso que el set-list no ha acompañado
mucho, porque ha caído el Believe casi enterito y nada de The
Jewell. Eso sí, el Believe lo hemos dejado a mitad de concierto y a
partir de ahí todo ha sido perfecto. Un sonido cojonudo ("que
n'aprenguiiinn!!!") y una profesionalidad y ganas que le han puesto
al concierto que ya me gustaría ver en grupos menos veteranos. Los
Pendragon son técnicamente impecables, con la sorpresa incluida del
jovencísimo nuevo batería, que ha estado impecable.
Nick Barret reconocía que han pasado demasiados años desde su último
trabajo y su última gira, por lo que no tenía clara cual iba a ser
la respuesta del público en esta gira. Parece que hasta ahora les ha
ido muy bien. Hoy eramos unos 150, pero dado el tamaño reducido de
la sala, el aforo parecía más que aceptable. Eso sí, la edad media
era bastante mayor que la habitual (lo cual ya es difícil...). Un
público entregado (vamos, como en Tiana con la PFM), pero que se ha
visto recompensado con un buen concierto.
No soy capaz de recordar el setlist, más allá de casi todo el
Believe, As good as Gold, Paintbox, Stargazing, Braking the spell,
The dance of the seven veils. En total una hora y tres cuartos que
se han hecho muy cortos. Con anterioridad, unos teloneros de lujo,
con el dúo Gary Chandler y Steve Thorn, que han intercambiado temas
de Jadis y de Thorn.
Gracias a la oferta de Ivan he podido estar en las pruebas de sonido
(muy cortas, ya que la gira está bastante rodada y no necesitan
mucho) y, sobre todo, hablando un rato con Nick Barrett. Un tipo
simpatiquísimo, que se ha estado casi una hora con los pocos que
allí estábamos, hablando de casi todo (Internet, los discos de
Pendragon, el prog, los nuevos grupos, su vida personal: en algún
otro mail os lo cuento).
Al final eramos más cosanostreros de los previstos (Así a bote
pronto Lluis, Isabel, Rafa, el propio Ivan) y con una coincidencia
total: todos hemos disfrutado y los Pendragon en directo son
impecables.
Los músicos:
Barrett, con una entrega prodigiosa, fantástico a la guitarra y tan
bien como puede estarl en las voces dadas sus limitaciones. Un 10.
Peter Gee, con cara de que eso no iba con él y con una facilidad
pasmosa, tiene una contundencia en el bajo que es básica en
Pendragon en directo.
Clive Nolan, quizás ha sido el menos animado. Diría que se ha
limitado a cumplir, cosa que sabe hacer sin problemas, pero está
claro que Pendragon no es "su" grupo.
Y el batería (ni idea del nombre porque Barrett se ha olvidado de
presentar a los músicos) ha sido una sorpresa muy agradable. Ha ido
de menos a más y ha acabado la noche con un derroche de energía (la
técnica no la puedo juzgar) increible.
Por mi parte un 10 al concierto, a Pendragon en directo y a la
organización.
Aunque sólo sea por esta noche, y sin que sirva de precedente, viva
el neo!!!
Jaume
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Hola cajeros,
No hace mucho que he descubierto a Pendragon. A decir verdad, fue a raíz
de leer la lista de los mejores del 2005 y de escucharlo en el programa de
radio 93recuerdos del unicornio 94. Enseguida me entraron los temas y
esos punteos de guitarra que recuerdan discretamente a Pink Floyd. Que me
gustan vaya, al menos cuando los escucho en mi equipo.
La calle Conde de Vilches está bastante escondida y, para colomo,
parecen no conocerla ni los del propio barrio. Entramos en la sala y lo
primero que me choca son las dimensiones del local. Desde luego no es el
espacio apropiado para un concierto de rock por sus limitaciones
evidentes. Había leído, no sé dónde, que tenía capacidad para
300 personas, pero yo creo que exageraron mucho el dato o erraron el
cálculo. En cualquier caso el dato era irrelevante y la dudosa capacidad
para albergar un sonido equilibrado se vería en cuanto empezara a sonar la
música, al menos la música que conocía por haberla escuchado
reproducida en mi equipo de música. Dejando de lado el hecho de que
salí casi sordo del local y con los oídos zumbando, he de decir que la
música que yo escuché allí estaba desvirtuada con respecto a la
música que escuché en mi equipo. No se trataba de las diferencias que
puede haber entre una grabación de estudio y un directo, ni, por supuesto,
de mi equipo, que no se puede comprar en un Carrefour ni en una gran
superficie, sino en una tienda especializada. Lo que ocurría, era
sencillamente, que a partir de cierto número de decibelios, la música,
por muy buena que sea, deja de ser música para ser ruido. Estoy
convencido que en un espacio mayor, donde el sonido pudiera desarrollarse,
hubieran sonado totalmente diferentes. Aunque, al margen de eso, también
tuve la impresión de que eran mucho más cañeros que en las
grabaciones de estudio. Yo fui a un concierto de rock progresivo y tuve la
sensación de haber asistido a un concierto de rock duro. De hecho hice
un experimento: a la vuelta en autobús a Bilbao, le dejé a un amigo,
que no había escuchado jamás a Pendragon y que asistió al concierto
conmigo, mi mp3 para que escuchara el Believe y me dijera si reconocía la
música que había escuchado la noche anterior en vivo.
!No tiene nada que ver!, comentó.
Pero a pesar de que la música no sonó como yo esperaba, he de decir
que el guitarrista es muy bueno en directo, no sólo como guitarrista,
también como vocalista. Y toca con mucho sentimiento. También me
pareció bueno el batería. Ojalá podamos escuchar a Quidam en
Septiembre, pero ojalá fuera también en otro sitio.
Saludos a todos los cajeros
Agustin Sardón
Bilbao
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Hola amigos. El pasado dia 3 de junio me acerque a Madrid con el
presentimiento de que iba a asistir a algo grande y adelanto ya que el
presentimiento se cumplio con creces: magnifico e inolvidable el concierto
que los veteranos Pendragon dieron en la sala Ritmo y Compas, dentro del
"maraton" progresivo preveraniego que nos brinda la tropa de Los Recuerdos
del Unicornio y La Comunidad Progresiva, a quienes los que amamos esta
musica no podemos mas que insisitir en nuestra gratitud. Un 10, de nuevo,
para ellos.
Con una entrada aceptable (unas 150 personas que casi llenaban la
pequeña sala), empezaron calentando el ambiente dos viejos conocidos: Gary
Chandler (lider de Jadis) y su compañero de fatigas Steve Thorne. Ambos nos
ofrecieron un set semiacustico donde sonaron temas del propio Thorne y del
ultimo album de Jadis (magnifico There's a Ligth, aunque da que pensar el
que con una caja de ritmos y diversos efectos se pueda reproducir en directo
el sonido casi tal cual), con unas muestras magistrales de "tapping" a cargo
de Chandler. Los dos musicos, en una muestra de humildad total, se dedicaron
a poner a punto los instrumentos para la actuacion de Pendragon, colaborando
activamente en las ultimas pruebas de sonido, y el propio Thorne iba
repartiendo propaganda de su ultimo album por la sala... aunque no estaba a
la venta porque se habia agotado.
Y, por fin, los esperados, los deseados, el qrupo al que ahelaba
escuchar desde su inovidable actuacion acustica del 2003 teloneando a Arena.
Un grupo, Pendragon, del que tengo practicamente toda su discografia y
muchos de cuyos temas forman parte de la banda sonora de mi vida. ?Que iba a
sonar alli? ?Cual seria la actitud de los musicos y del publico? La
respuesta emergio tras los primeros acordes: una comunion total entre los
artistas y el publico como pocas veces he visto en un concierto de rock
progresivo. La ovacion que les dedicamos y la entrega y entusiasmo, sobre
todo por parte de Nick Barret, fueron absolutamente impactantes. Si por algo
se les puede caracterizar en escena es por su profesionalidad, con
mayusculas: impecable escenario con tres pantallas sobre las que se
proyectaba un aluvion de bellas y sugerentes imagenes, impecable ejecucion
por todos ellos, sonido bastante bueno aunque a bastante volumen (aun asi,
los aplausos y los jaleos del publico lo ocultaban en ocasiones) y sobre
todo entrega y ganas de divertir y, a la vez, de emocionar. Confieso que es
el unico grupo que en una misma noche me ha hecho saltar, bailar y casi
emocionarme hasta las lagrimas sin solucion de continuidad. El propio Barret
me parece un magnifico guitarrista y con la voz en bastante buen estado;
Peter Gee, un contundente bajista (y ocasional teclista); de Clive Nolan
poco se puede decir que no se haya dicho: esta vez solo trajo tres unidades
de teclado y estaba un poco serio aunque a medida que iba bebiendo de una
petaca que tenia escondida se fue entonando y llego incluso a vacilar al
publico (mi impresion es que, aparententemente, esta mas a gusto en Arena,
pero su actuacion, especialmente los solos de Paintbox, fue intachable); y
el bateria no era Fudgee Smith (parece ser que ha dejado el grupo; una pena)
sino un jovenzuelo imberbe que defendio con nota su posicion.
Los cuatro sonaron compactos y contundentes, en plena forma: he
visto repetidas veces el concierto de Cracovia del año 1996 pero no podia
imaginarme la increible potencia instrumental que pueden llegar a
desarrollar en directo. El concierto se abrio con los acordes de "Believe"
que dio paso a la entrada de los musicos y en seguida sono "No place for the
Innocent" que nos hizo saltar como locos: aunque este no sea, en mi opinion,
uno de sus temas mas afortunados, os juro que fue impresionante.
Despues "As good as good" (increible), "The Wishing Well" (enterita, y
mencion especial a "Two roads", un temazo), "Dance of the Seven Veils", la
conmovedora "The Edge of the World", la esperada "Paintbox" (coreada por el
publico como una unica voz y con ovacion especial para el solo de Nolan, que
agradecio sonriente), la marchosa "Nostradamus" (de nuevo a saltar), la
magnifica "Breaking the Spell" (un autentico blues sinfonico) o "Master of
Illusions" (con los coros finales de Nolan amplificados y distorsionados por
sintetizador), configuraron un buen repaso a toda su discografia de la que
echamos en falta quizas profundizar un poco mas en "Not of is World".
Pero eso no fue todo: un primer bis, alucinante, con "The Black Knigth", de
"The Jewel" y, tras mucho insistir, un segundo bis, un medley con
"Leviathan", "The Last Man of Earth" (la parte que se parece a "New
Horizons" de los Moody Blues, todo hay que decirlo) y el emocionante final
con la inigualable "Am i really losing you", que todavia resuena en mis
oidos. En fin, no hay palabras para decribir las casi dos horas y medio de
esta memorable actuacion. Creo que ha sido el concierto del año.
Al final, firma de discos, fotos con los musicos (no olvidare la
mirada de gratitud de Barret cuando le felicite por su trabajo) que hiceron
gala de una amabilidad y de una sencillez que para si quisieran otros mas
endiosados (a ver si toman nota los DT, los PT y demas hierbas). ?Neoprog?
?Musica melodica y facil?. Tonterias, quien no haya visto un concierto de
Pendragon no sabe lo que se pierde. Afortunadamente, puedo decir que yo
estuve en uno de ellos.
Un saludo
Alberto Pazo
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