Hola a todos:
Ante la avalancha de peticiones:-> Ahí van mis comentarios de un día repleto
de emociones.
Por una vez (algo rarísimo en mí) me tome el viaje con tranquilidad, encima,
en el aeropuerto de Barcelona, me esperaba el placer del cajero Josep Ma
Badía (Supertrempat) lo que me hizo especialmente amena la espera.
Un vuelo puntual y sin incidentes me plantaron en Londres con mi maletín y
mí maleta. No sabía si pasar por el hotel para dejarlos, pero al final
decidí coger el metro cargadito, un solo transbordo me dejó en Victoria
Station (debí haber ido a Pimlico). El carísimo
(unos diez euros, ida y vuelta) y lentísimo metro londinense se había comido
casi todo mi tiempo y la cola en Victoria Station de los taxis era
espectacular. Gente con smoking haciendo cola al lado de colgadillos con
rastas, muy british.
El taxista no conocía el sitio, pero miró su mapa y me dejó al ladito en
cinco minutitos escasos. Así que yo llegaba unos quince minutos tarde. Lo
que parecía una Iglesia, era en realidad el colegio de St Gabriel, pero una
amable vecina me indicó como llegar a la iglesia contigua al colegio, pero
en una zona cerrada dentro de unos grandes bloques de vivienda, de difícil
acceso si no lo conoces.
La zona es centríca pero absolutamente inhóspita. No se veía ni un alma, así
que yo me preguntaba si se habría cancelado el evento.
De repente, ví en la puerta de entrada un papel impreso por ordenador, en
letra mediana que anunciaba que Neal Morse tocaba allí, y con mi maleta y
maletín, me decido entrar.
Aviso: todo el "event" fue por y para cristianos, podeis leer todos, claro,
pero no voy a detenerme en si a algunos os gustará o no. Sé que no era para
muchos de vosotros, pero
fue algo verdaderamente especial, al menos para mí.
Abro la puerta, y veo una sala grande, y a Neal Morse de pie predicando, la
entrada daba a uno de los lados del "escenario" a ras de suelo, se veía un
piano de cola y una silla. Tenía que atravesar una segunda puerta para
entrar en el Hall, y Neal se gira y me ve ya a través de ella.
Se para, viene hacia mí. Y me grita: PEDROOOO, What are you doing here? Nos
damos un abrazo (saludo típico americano entre colegas, el equivalente a los
dos besos españoles) y me presenta a todo el público, unas cuarenta personas
escasas. This is Pedro, he comes from Barcelona, I can't believe he comes
from so far away. Just arrived, digo yo, una obviedad porque aún no había
soltado la maleta (y pensaba para mis
adentros, tampoco hay para tanto, seguro que este está situando Barcelona
entre Perú y Ecuador), la dejo en un rincón y me iba a sentar cerquita, pero
en la última fila, veo que su mujer, Cherie, estaba de pie saludándome. Me
voy hacia allá, le doy otro abrazo americano y me siento al lado de su hijo,
quien estaba jugando con una Nintendo DS. A su lado había dos chicas
jóvenes, evidentemente americanas, una estaba bastante bien, y la otra lo
estaría si se adelgazase unas decenas de quilitos.
Nota: si alguno estais sorprendidos de mi familiaridad con la familia Morse,
es que no debisteis leer o no os acordais de mi mensaje en La Caja llamado:
Tened cuidado con los soñaís que puede hacerse realidad de finales de Junio,
primeros de Junio (no recuerdo el número, José Manuel, help!).
Neal mientras tanto, estaba en el escenario mirándome medio flipado,
pidiendo perdón al resto del público. Decía que no esperaba verme (luego le
eché en cara que se lo había dicho por e-mail, pero claro, como podía
acordarse) y empezó a explicar a todo el público lo del concierto de
Barcelona, como le ayudé organizándolo, etc...
Intenta centrarse y comienza a predicar sobre lo grande que es Dios, etc,
etc... (no me voy a centra en este aspecto más que en lo necesario). Se está
otro cuartito de hora alabando y bendiciendo, pero la gente estaba más bien
fría, flema británica, supongo.
Comenzó a tocar temas del disco que presentaba, que no era Sola Scriptura
sino algunas "worship songs" que ha vuelto a grabar (este tío no para) en un
cd llamado Songs from the Highway que estaba vendiendo en un puestito detrás
de la Iglesia. Todas bastante buenas para quien (como dice Javi Herrera) le
guste el country, no es muy exacto, pero es la definición de Javih.
Tocó una muy divertida que el dijo que era un spoken blues, algo así como lo
que hace Bob Dylan en su Homesick Train Blues. Ritmo de blues rápido y la
voz más que cantar, habla al compás. Era una canción humorística que decía
que tenía muchos detractores entre sus compañeros de Iglesia. La canción
hablaba de su "experiencia" cuando
asistió a una "mega-church" y uno de los escasos chistes que pillé era
cuando hablaba de los "mega-músicos" de la mega-banda y deciá algo así como:
I got a surprise
when I look at the stage
the guy on the guitar
isn't it Jimmy Page?
Me llevé una sorpresa
al mirar al escenario
ese de la guitarra
?no es Jimmy Page?
La siguiente decía que escuchando al batería parecía que John Bonham has
resurrected.
La gente en general se desternillaba.
También hubo un momento emotivo, cuándo explicó que la canción que escuchó
en su Iglesia cuando sintió a Dios dentro suyo por primera vez que Dios fue
Eyes upon the Sparrow (creo que también la versionaba Witney Houston en su
primer disco, se lo comenté a Cherie, pero ella no estaba al tanto). Neal la
cantó al piano con muchísimo
sentimiento.
Después vino el primer momento "prog" con Wind at my Back, a la que hicieron
coros sus dos hijos y las chicas americanas mencionadas anteriormente.
Viendo lo soso que estaba el público, intenté "levantarlos" dando palmas y
tuve un moderado éxito. Después
nos dió su "testimonio" tal y como se puede ver en los extras de Testimony.
Antes preguntó cuántos conocíamos su historia y levantamos la mano
aproximadamente la mitad, pero en seguida le chille: "No problem, we can
hear it again". Fue especialmente emotivo ya que teníamos delante al fruto
del milagro, su hijita.
Por último, tocó la marchosa Sing it High. A todo esto, yo intentaba
contactar telefónicamente con Juan Mellado (imposible) o con Javi Ezpeleta
(costó
pero al final de la canción pude), con su famoso solo, esta vez sí, Javi,
descaradamente country. De hecho, tras el solo, hizo un medley con otro tema
popular de worship que algunos cantaron a coro.
Neal ya no sabía que hacer para animar la noche, así que de repente se le
ocurre ponernos a todos de pie, rezar, y pedir si alguno quería salir a dar
también su testimonio, o si a alguien le había llegado o movido algo de lo
que había dicho o cantado, pues que lo pusiera en común.
Se levantó un chico más o menos de mi edad, hacía poco que Neal había leído
y predicaba el Evangelio del Joven Rico (LUCAS 18:18-27, para quien lo
quiera buscar), y el chico dijo que ese evangelio le había salvado, porque
viéndo que no podía cumplirlo, se escandalizó y se fué de la Iglesia. Estuvo
viviendo con una chica y resultó que un pobre se fue a dormir justo debajo
de la casa de esa chica, para recordarle el Evangelio cada mañana cuando se
levantaba. En ese tiempo coincidió con otra chica de su Iglesia con la que
apenas había hablado, y pasó que se puso a hablar con ella, y se acabó
enamorando. Entonces lo entendió: cogió una herencia que acababa de recibir
y se la dió al pobre mientras dormía. Se casó con aquella chica, volvió a la
Iglesia y el Señor le acogió como a un hijo pródigo.
Cuando mencionó lo del hijo pródigo, Neal llamó a su hijo y cantaron a duo
el Cradle to the Grave, muy potito.
Entonces salió un negro, nigeriano (no era Amunike pero se le parecía) y
explicó una historia rocambolesca sobre sus problemas de intestino, entre su
acento y lo raro de su historia me perdí.
Luego salió mi testimonio preferido, un chico con pinta de irlandés, dijo
que estaba casado y que tenía tres hijos, y que el vivía con una tristeza
profunda, todo le agobiaba, su familia, el trabajo, todo. Llegó a caer en
una depresión de la que no podía salir de casa ni
para ir a trabajar, entonces se enteró de que Neal tocaba en Londres, pero
se gira y le dice a Neal: que conste que no te fuí a ver a tí, sino a Mike
Portnoy, porque yo soy batería también. De hecho, la Iglesia a la que vamos
mi mujer y yo siempre me pedía que tocase la batería y yo pasaba de ellos.
Bueno, total que fuí al concierto y salí transformado (fue el primer
concierto en el que Neal dió su testimonio). Me dí cuenta de que soy
superafortunado, que mí familia es maravillosa, y de que tengo amigos, y
desde entonces soy féliz, toco en la Iglesia y me encanta.
Neal estaba traspuesto, no sabía cómo reaccionar y desde lo lejos le volví a
gritar: ?por qué no tocas Wasted Life? ?Qué? me preguntó? Wasted Life,
repetí. Se fué hacia el piano, dubitativo, dijo: hace mucho que no la toco,
no sé si me saldrá, empezó a probar unos acordes y... secagólaperra.
Es sin duda, mi canción favorita de Testimony, bueno, me gustan muchas, pero
es que es una canción especial. Y la bordó, le dió cien mil vueltas a todo
lo que había hecho toda la noche, el se daba cuenta, y cada vez lo hacía
mejor, y cuando hacía ese bridge con el
tema inicial de Testimony, qué pasada.
Luego salió una chica de Indonesia a explicar su historia, una historia de
sufrimiento terrible, en la que ella se había ido a Londres huyendo de ella,
sus dos abuelos con un cancer, su familia teniéndose que ir a Singapur para
que recibieran quimioterapia, sin
dinero para pagar el tratamiento entero. Sus padre peleándose continuamente,
con violencia. Su abuela acabó muriendo por falta de tratamiento, en fín
horrible. Y entonces, le pasó que a su abuelo le desapareció el cáncer,
estaba milagrosamente curado, y ella veía que si Dios le había hecho
desaparecer el cáncer a su abuelo, también podía cambiarle el corazón a
ella.
Y Neal le dedicó, God Won't Give Up.
Con eso acabó el concierto, y la Iglesia nos dió un café y unas pastitas. Yo
apenas había comido una mini-ensalada envasada y un sandwich. Pero no tenía
hambre. Era raro en mí (para los que no me conoceis, peso más de 100 kgs.).
Sólo pedí, al final, un café, pero más por hablar con los de la Iglesia que
por quererlo.
Hablé con un chico de California que también estaba ahí por el viaje de
negocios, con el chico irlandés, felicitándole por su testimonio.Neal se nos
unió para hablar con él, nos explicó que aquella noche antes había hecho el
ridículo, puesto que en el solo de Sing it High se había tirado por el suelo
y cayó en una postura de la que luego le costó levantarse (no me había
sentido tan avergonzado en mi vida, decía) y que Rick Altizer le dijó: eso
es que Dios te está preparando, te está llamando a la humildad. Y el le dió
vueltas a la ídea, y de golpe le salió sólo. Que al final Mike Portnoy le
abroncó al acabar de tocar Testimony, cuando salen y van a los camerinos
antes del bis: no lo vuelvas a hacer, le dijo, casí me haces llorar cabrón,
Y YO NUNCA HE LLORADO ENCIMA DE UN ESCENARIO!
Y luego vino lo mejor, cuándo Neal estaba tocando las canciones de su último
disco, había entrado en la sala un chico con una tremenda cara de crío, que
me resultaba muy familiar, me sonaba a músico, y pensé que igual era el
fantástico batería que se nos unió en June, en Barcelona, pero no, el
batería era español, y el tío con cara de niño era
claramente inglés. Ya se había ido casi todo el mundo, yo estaba con Neal y
el crío estaba hablando con el nigeriano, el nigeriano se quiso hacer una
foto con Neal y yo aproveché para decirle el típico: me suenas de algo y no
sé de qué, y él me pregunta: ?has visto a la Carl Palmer Band? OSTIAS!
pensé, y le dije: Tú eres el guitarrista.
Total que aproveché para pedirle a Cherie que me hiciese una foto con Neal y
el guitarrista de la Carl Palmer Band, así que, para el próximo concierto de
CP en Barna, objetivo: conocer a Carl Palmer!!!!
Lo gracioso es que, cuando Neal subió a mi coche en Barcelona, puse a
Emerson, Lake and Palmer y, sabiendo que le gustaban, le pregunté si había
visto a la Carl Pamer Band (yo la había visto hacía un par de meses con Javi
Herrera y con otro amigo mío, Jordi Badal), que eran cojonudos y que iban a
tocar a EE.UU. Él me dijo que le había escrito el guitarrista para invitarle
a que viniesen a verlos, que no los conocía pero que un guitarrista que
tocase a Emerson a la guitarra tenía que ser la ostia. Y los tenía a los dos
delante!!!
Me fuí hasta el metro con él y toda su familia, de hecho, fuimos un par de
paradas juntos, y al final él estaba visiblemente emocionado conmigo, yo le
había preguntado cuándo se marchaban de Londres, para intentar verles el
viernes a mi vuelta de Escocia, pero se iban con Ryanair desde un aeropuerto
remoto (que sepas que hay aeropuerto de
Ryanair en Barcelona, le dije). En el camino, nos acompañaron los de la
Iglesia, y Neal reconoció que a él no se le hubiese ocurrido jamás tocar
Wasted Life.
Nos subimos juntos al metro, el se sentó conmigo, visiblemente cansado,
decidí no decirl nada y simplemente disfrutar de estar sentado con semejanta
monstruo. Pero fue él quién tomo la iniciativa, comenzamos a hablar de todo
e incluso al final me acabó preguntando
él a mí: ?a qué hora vuelves? a las 16:30. Y puso una cara de contrariedad,
y dijo: habría sido fantástico coincidir para comer juntos. Maybe next time,
creo que fue lo último que le dije, antes de despedirme.
Aún perplejo hice el cambio de línea y cogí la Picadilly line hacia Heathrow
donde estaba mi hotel (en realidad, bastante lejos del aeropuerto, como
todos los hoteles de Heathrow) digiriendo el tema.
Y aún flipo. Sé que este tipo de cosas no es para todo el mundo, pero ojalá
lo pudierais vivir como lo viví yo.
Salu2
Pedro
P.D.: Sé que me he enrollado muchísimo, pero he intentado resumir al máximo,
os lo prometo. Aún tendría muchas más cosas mas que decir.
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