Resenia del concierto de Jethro Tull en Buenos Aires, martes 23 de marzo de
2004, Teatro Gran Rex.
Han pasado mas de 35 anios desde la epoca en que Jethro toco en el "Rock
n'Roll Circus" de los Rolling Stones, noqueando a propios y extranios, hasta
llegar a este show al que tratare de reseniar hoy y que los trajo por
tercera vez a nuestro pais. Siempre Jethro Tull realizo una musica con
toques rusticos, celtas, folks y muy britanicos y el grupo era el vehiculo
ideal para que el interminable Ian Anderson realizara todas su
elucubraciones. Incluso realizaron dos obras totalmente progresivas y
conceptuales como "Thick As A Brick" y "Apassion Play" en el bienio '72 -'73
y un disco superhistorico en el mundo del rock todo como fue "Aqualung".
Justamente, buena parte de esa historica trayectoria fue recorrida en la
hora y cincuenta y cinco minutos del primer show de esta triple presentacion
en Argentina. Ya desde el comienzo con el inmortal single "Living in the
Past" que abriria paso a un "tour de force" frenetico por varios discos del
grupo, incluyendo una recorrida por buena parte del nombrado "Aqualung" de
la mano de clasicos temas como "Mother Goose", el homonimo "Aqualung", una
inolvidable version de "Wind Up" y el infaltable "Locomotive Breath", que
cerro el show con una suelta de globos para que la gente juegue y todo!.
Siguiendo con esta recorrida cronologica, no faltaron temas de otros discos
como "Stand Up", "This Was" y "Benefit", muy festejados por la nutrida
concurrencia. Como siempre, Anderson animo el show con todo tipo de poses
como se bailarin, sus clasicos "cisnes" y gestos varios, mientras hacia una
gran perfomance tanto en flauta como mandolina o guitarras acusticas;
tampoco desentonaron Jonathan Noyce en bajo, Doane Perry en bateria, el
increible Andrew Giddings en teclados y el infaltable Martin Barre en
guitarras (el musico que mas tiempo ha estado en Jethro acompaniando a
Anderson, desde "Stand Up" de 1969 hasta la fecha).
Tampoco faltaron algun que otro tema solista de Ian Anderson de su reciente
disco "Rupi's Dance" o incluso algun intermezzo "metalero" y pirotecnico de
la mano de Barre, en donde Anderson iria a tomarse un merecido descanso
despues de semejante despliegue.
Tambien se escucharon brillantes versiones de temas de discos como "Crest
of a Knave", o el reciente "Jethro Tull Christmas Album". Otro momento de
gran emocion se vivio cuando Anderson anuncio que se venia una suite
perfecta uniendo a las piezas homonimas de "Songs From The Wood","Too Old To
Rock'N'Roll" y "Heavy Horses", respectivamente, cerrando otra vez con "Songs
from The Wood".
Tampoco faltaron ajustadas versiones de la blusera "A New Day Yesterday" y
la clasica y delicada "Bouree", que fueron de lo mejor del concierto e
hicieron saltar algun que otro lagrimon al publico.
Quizas en el debe haya quedado que el grupo no hizo ningun tema ni de "Thick
As A Brick", "Apassion Play" o de discos tan buenos como "Roots To
Branches", pero igual es una critica minima despues de semejante show
brindado. Un concierto que confirma el gran momento de la leyenda
interminable de Jethro Tull y su alma mater, el no menos historico Ian
Anderson, un musico que no necesita mover intereses comerciales o
demagogicos para seguir subyugando a un publico que se le mantiene tan fiel
como siempre a pesar del paso de los anios.
Emiliano Acevedo
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A lo largo de casi 36 anios de existencia, la banda inglesa Jethro Tull se
ha afianzado como exponente fundamental de lo que se da en llamar
prog-rock o art-rock , y para su fundador, Ian Anderson, el surrealismo y
la densidad de las letras de muchas de sus canciones ha sido uno de los
aportes de la banda, aunque mas de una vez hayan sido criticados por eso.
La agrupacion inglesa Jethro Tull, que desde hace mucho tiempo nos debia
este evento, ofrecio un nostalgico concierto el lunes por la noche en el
Auditorio Nacional de la Ciudad de Mexico. Ahi, quienes pudimos
disfrutarlo, o han sentido el extasis total de su presentacion, dentro de
la actual gira que realizan por diversos paises, estaran de acuerdo
conmigo en que por mas de treinta y seis anios de estar dentro de la
escena progresiva, persiste la capacidad musical de Jethro Tull, pero ya
no es acorde a la misma, la voz de Ian Anderson, no asi su gran habilidad
instrumental con esa flauta transversa y traviesa que en algunos pasajes
bien pudo embrujarnos a manera de flautista de hamelin y llevarnos al
borde de la butaca o a salir disparados al frente y aplaudir
apoteosicamente todas sus interpretaciones. Bien valio el desvelo de la
noche de ayer (martes 30 de Marzo), cuando muchos a punto estubimos de
perdernos esta presentacion (que bien puede ser ya de las ultimas), hasta
que finalmente, se abrio otra fecha.
Tengo canciones buenas y malas, pero todas son como mis hijos, habria
dicho Ian en la conferencia previa, derrochando un humor tan acido como
fino; he probado casi de todo, aseguraba, pero no el sexo gay, insistio
repetidamente. Escoces de nacimiento y crecido en Inglaterra, nego que la
banda perteneciera a la elite del progresivo britanico, como Yes, Emerson
Like and Palmer o Genesis en sus inicios Nos han llamado de todo; blues,
rock, folk, art rock, glam rock, hard rock y hasta heavy metal (por ello
les dieron un premio Grammy en alguna ocasion) Y aunque en realidad estan
alejados musicalmente de este ultimo genero, no es una casualidad que
metaleros irreductibles como Iron Maiden y Helloween hayan grabado alguna
vez temas de Jethro Incluso, Ian recordo el curioso caso de Tony Lommi,
guitarrista de Black Sabbath, quien fuera un efimero miembro de Jethro
Tull alla por 1968.
Sobre su muy larga trayectoria y el riesgo de no gustar a las nuevas
generaciones, afirma sin preocupacion que aun los mas jovenes saben
reconocer la buena musica, y solos la van a encontrar, y no necesariamente
dentro de las listas de popularidad.
Para muchos, el primer acercamiento a Jethro Tull fue en la secundaria. Y
mediante el long play Aqualung. Mi caso personal fue totalmente distinto y
casi por accidente: Yo me encontraba cursando el segundo anio de
preparatoria, por el 81 y en un trabajo entre ciclos escolares, un
companiero me presto el Heavy Horses, el cual escuche con muchisimo
interes. En la epoca dorada de los grandes grupos de rock y sus
progfanaticos seguidores de toda la vida, entre ellos Led Zeppelin,
Genesis, King Crimson, Yes, Pink Floyd, Deep Purple, The Who y, desde
luego, los Stones o The Beatles (para mencionar unicamente a la invasion
inglesa); sin embargo, la banda de Ian Anderson se ha dado espacio para
encontrar su muy especial lugar (cuantas veces no escuchamos a alguien
decir que la flauta no es un instrumento para una banda)? Recordemos que
al inicio de su carrera, Jetrho Tull comenzo abriendo conciertos para los
monstruos sagrados de Gran Funk Railroad. En la preparatoria, escuchar a
Jethro Tull era, por decir lo menos, muy subterraneo y hasta algo
incomprendido, al lado de grupos mas comerciales y melosos como The
Carpenters, por ejemplo.
Esa generacion que como yo bien puede tener 40 anios de edad o mas,
regreso a sus anios maravillosos, a los animos de rebeldia utopica, de
descubrimientos musicales, de nostalgia pura llena de recuerdos que suelen
rondar a uno cuando tiene 16 o 17 anios, de los movimientos estudiantiles,
de las largas horas filosofando sobre la inmortalidad del cangrejo?
jajajajajaja. Ya hace mucho tiempo de eso, como lo demuestra la imagen de
abuelito perverso del propio Ian Anderson, o de ruco reventado de su
companiero de siempre, el finisimo guitarrista Martin Barre.
Como ha tenido tantas vueltas el mundo y es bien sabido que el tiempo no
pasa en vano, existen diferencias que resultan considerables. Si bien la
pulcritud tecnica de los acompaniamientos no ha perdido ni un apice en su
capacidad de sorprender y recrear a los juglares que rondaban los viejos
pueblos de Gran Bretania, nos encontramos ahora a estos peregrinos
progresivos con la misma propuesta pero electricos y conectados a
amplificadores de gran potencia, esa voz de Ian Anderson, la que nos
llevaba de paseo por Songs from the wood, y que era tan gruesa para bien
interpretar completamente Thick as a brick, brillo por su ausencia.
En 1972 o 1973, muchos querian tocar la guitarra como Neil Young, Jimmy
Page, Steve Howe o Tommi Iommi, de Black Sabath; la bataca como Bill
Bruford, Chester Thompson, Jhon Bonzo Boham o Phil Collins -antes de que
decidiera hacer musica chatarra-, pero muchos querian tocar la flauta o
cantar como el duende vagabundo de Locomotive breath o la gran
interpretacion de Le Borrue (creo que mas de uno al ver una flauta, y
tenerla en sus manos para tocarla, lo primero que le viene a la mente es
imitar los gruniidos andersonianos, mientras las notas salen armoniosas),
una de las rolas mas emblematicas del grupo. Buscamos en todas las
canciones que Ian Anderson, por lo menos, cantara como Ian Anderson.
El escenario del Auditorio Nacional estaba practicamente desnudo; no se
coloco escenografia ni grandes recursos de iluminacion, pero cuando Jethro
Tull entro en accion quedo claro que la musica sigue siendo la materia
prima mas importante en un concierto. Durante el segundo show que la
agrupacion dio anoche, Ian Anderson y companiia alimentaron la nostalgia
de casi 8 mil personas y como pago recibio intensas y reiteradas muestras
de afecto.
Como ejemplo de ello, pudimos apreciar a un hombre barbado, alto, robusto,
rondando los 40, frente amplia y camisa de vestir bien fajada; extasiado,
que dio rienda suelta desde el balcon derecho del auditoria a la fiesta
que en su alma brindo Jethro Tull; no paro de danzar; con la gracia de una
bailarina siguio la entrada de Thick as a brick, y empunio ferozmente su
guitarra de aire para acompaniar Aqualung Jamas se sento. Fue el unico
entre siete mil seres progresivos que compitio en emotividad con Ian
Anderson y su rodilla levantada Los otros seis mil y pico fuimos menos
elocuentes, pero no quedamos menos complacidos Doce anios despues, el folk
rock (y blues, y progre, etcetera) de estos veteranos britanicos volvio
para estremecer los corazones melomanos de al menos tres generaciones. Si
la memoria no me falla, por alla por el 92, en su primera visita a Mexico,
la voz del lider de Jethro Tull ya mostraba signos de cansancio, escuchen
los cambios dentro su discografia y percibiran lo que describo. En esos
momentos se decia que su voz tenia variacion por la altura de la ciudad. Y
bajo esa premisa, entonces la altura de la ciudad de Mexico le volvio a
jugar una mala pasada. De plano, en la primera rola, Livin' in the past,
el grupo tuvo que llenar las partes corales con improvisaciones y solos
por los problemas de garganta de su lider moral. Sin embargo, Ian Anderson
es un profesional y busco darle brillo a su presentacion. Le costo
muchisimo trabajo alcanzar las notas en Aqualung, esa gran cancion que es
Dave's farm, Heavy horses y, por supuesto, Locomotive Breath. Inclusive,
se ponia de puntitas para alcanzar esas notas que lo llevaban a realizar
gestos de esfuerzo, agigantados por sendas pantallas a ambos lados del
escenario.
El concierto alcanzo momentos cumbre cuando se colgaba del hombro su
pequenia guitarra y homenajeaba las raices folk, que le dieron renombre y
una larga vida a su grupo. Beside myself y A week of moments fueron dos
piezas muy sabrosas en las que se significo el profesionalismo del grupo
como uno de sus activos mas importantes, mas alla de los problemas de
sonido y esa voz estropeada, como la de Jose Jose, para que tenga usted
una idea.
La legendaria banda britanica de rock progresivo se reencontro con sus
fanaticos despues de 12 anios de no visitar la ciudad de Mexico y a lo
largo de dos horas comprobaron con una sonrisa que, si bien el paso del
tiempo es evidente, sus habilidades musicales no han disminuido. Con un
listado de canciones muy similar al que han interpretado durante el resto
de la gira internacional que arrancaron hace algunos meses, Anderson armo
un paquete sonoro entre grandes clasicos de la historia del grupo, algunas
piezas de sus discos solistas y otras del disco mas reciente de la
agrupacion con mas de 36 anios de vida.
Living in the past fue la primera del repertorio y ya desde entonces la
conexion entre el quinteto y la gente se afianzo. Con Doane Perry en la
bateria, Andrew Giddings en los teclados, Jonathan Noyce en el bajo y
Martin Barre (el unico que comenzo con Anderson en 1968) en la guitarra,
el vocalista escoces tambien comenzo a cautivar con sus talentos para
tocar la flauta transversal, sobre un solo pie, tal y como lo recordaba la
multitud.
Nothing is easy, Beggar`s farm, Eurology, A Christmas song, Farm on the
freeway y Pavane continuaron con el espectaculo, en el que, ademas del
virtuosismo de cada integrante, el sentido del humor de Anderson le
aniadio calidez.
En la decada de los 70 decian que Jethro Tull era un grupo folk-rock, y
esta cancion es la que mejor le queda a esa definicion, indico el
multiinstrumentista, antes de tocar Weathercock.
En Besides myself contaron la historia de una ninia de Bombay, cuyo triste
destino es la prostitucion, pero, como contrapeso, Anderson bromeo
diciendo que es pesimo acompaniante de vacaciones, antes de generar
aplausos con A week of moments.
El instrumentista y vocalista escoces previamente habia declarado que como
principal compositor del proyecto le ha interesado referirse a diversos
aspectos de la vida, pero no con los parametros habitualmente utilizados
en el rock o el pop. Se han escrito grandes canciones en el pop y el rock,
pero tambien hay cierto estilo repetitivo, que aburre. No escribo cosas
complicadas solo por ser complicado, diria en la entrevista. A veces, para
expresarte tienes que usar otro tipo de lenguaje, tal vez mas profundo,
pero no lo hago para que luzca dificil o confuso. A mucha gente que no
habla ingles como su primera lengua, se le hace inutil estudiar mis
canciones, pero tambien se que en universidades de algunos paises estudian
cosas que he escrito para mejorar su ingles y eso me halaga.
Anderson, quien tambien ha generado diversos albumes en plan solista
(siendo Rupi's dance , del 2003, el mas reciente), reconocio que no tiene
muchas anecdotas de su anterior estancia en el DF. Solo me acuerdo de que
luego del vuelo hacia Mexico me dio un poco de jet lag (desfase debido a
un largo viaje en avion). No me sentia muy bien, tenia un fuerte dolor de
estomago porque me habia comido algo medio toxico en la ciudad anterior, y
asi tuve que hacer el ensayo, la conferencia de prensa y el show; no tengo
mucho que decir, pero creo que Mexico es como otras grandes ciudades:
tiene un lado bueno y otro malo.
El concierto, sin embargo, valio la pena, sobre todo para recordar cuando,
mas jovenes, se ahorraba todo el dinero posible para ir a una de las pocas
tiendas de discos de la ciudad de Mexico -en aquella epoca Yoko, en Genova
20, primer piso, o despues Hip 70 y quiza aventurandonos al norte de la
ciudad, Roll & Disco- y comprar el reciente disco de Jethro Tull. Muchos
llegaron solo hasta Too old to rock'n'roll, too young to die. Con la fibra
que trae el maese Anderson, es una lastima que todavia pueda rocanrolear
pero ya no cantar. Hay que rendirle un homenaje colocando los viejos
acetatos en el tocadiscos y cantando con el: ...in the shuffling madness,
of a locomotive breath...
Recapitulando, en un recital que arranco con Living in the past y Nothing
is easy, y que alcanzo sus momentos mas torridos con su exquisita version
de la barroquisima Bourree de J S Bach y Aqualong, Ian Anderson y
companiia (Martin Barre en la guitarra, Andrew Giddings en el teclado y
acordeon, Jonathan Noyce en el bajo y Doane Perry en la bateria),
constataron por una parte su maestria y profesionalismo, y por la otra la
inevitable dependencia que tienen de sus viejas glorias. Reciban un saludo
progresivo y que las buenas vibras los envuelvan donde quiera que se
encuentren.
Agustin Barcena Brambila.
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